Brianna calculó su siguiente movimiento con una sonrisa presuntuosa, sacando el número de Eric de sus contactos.
Eric le había dado a Ella un cuadro valorado en treinta millones de dólares en su primer encuentro. Aunque acababa de regresar al país y había mantenido un perfil bajo, Brianna había visto hoy un rumor que lo relacionaba con una modelo.
Brianna creía que, a pesar del regalo impulsivo de Eric, debía tener ciertos sentimientos hacia Ella.
—Sr. Nelson, hola, le habla la Sra. Davis. Me disculpo por la intromisión, pero hay algo que sentí que debía saber... —comenzó Brianna, su voz teñida de una leve ansiedad.
Hubo una pausa al otro lado, —Ah, Sra. Davis, ¿en qué puedo ayudarle?
El tono perezoso y sensual de la voz de Eric hizo que el corazón de Brianna se acelerara ligeramente.
—Bueno, sucedió que oí que Ella vendió el cuadro que usted le regaló al Sr. Carter por solo dos millones de dólares...