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Al escuchar a Su Wan pedirles cambio, los hermanos Lin se quedaron shockeados. Si cambian, ¿qué pasará con su noche de bodas? Aunque todos los hermanos Lin eran buenos mozos que nunca tocaron a ninguna mujer fuera de su casa, eso no significaba que estuvieran dispuestos a dejar escapar la carne que casi tenían colgando frente a ellos.
En el momento en que trajeron a Su Wan de vuelta, casi cada hermano Lin pensó en consumar su matrimonio, incluso Lin Yu quería tener un poco de tiempo a solas con Su Wan. Al principio estaba preocupado de que Su Wan lo encontrara desagradable a sus ojos y estaba preparado para enfrentar su desdén, pero ella lo trató bien, de hecho, igual que a todos sus hermanos, se podría decir que entre los cuatro hermanos, Su Wan lo trató mejor a él.
Por lo tanto, Lin Yu también esperaba pasar una noche con su esposa, pero ahora al ver a su determinada esposa, sabía que el pensamiento de consumar su matrimonio ya se había volado de su mente.
—¿Qué me miran así? —viendo que ninguno de los hermanos se movía, Su Wan se impacientó—. ¡Apúrense, no ven lo abandonado que parece este lugar? ¡Si no limpian, ni siquiera piensen en entrar a la casa!
Con eso, se dio la vuelta, agarró un cubo, colocó una escoba y un trapo en él y se alejó. Todos los hermanos Lin se quedaron atónitos y miraron a su hermano mayor. Si Su Wan no consumaba el matrimonio, el primero en sufrir sería Lin Jing, ya que era el mayor y el de más edad.
Lin Jing podía sentir las miradas expectantes de sus hermanos, pero él también estaba indefenso. ¿Qué podía hacer? ¿Forzar a Su Wan a consumar? Claramente no podía hacerlo, después de todo ella era su esposa y él debería amarla y mimarla. Si ella decía oeste, no se atrevería a ir al este.
Por lo tanto, solo pudo soltar un suspiro de decepción.
—Vamos, limpien —queriendo decir que se apuraran a limpiar.
Al ver que su hermano mayor también tomaba una hoz y se dirigía hacia las malas hierbas que rodeaban la casa, los otros hermanos Lin solo pudieron intercambiar miradas de decepción entre ellos y seguir lo que su esposa les había pedido hacer.
Madre Lin vio a sus hijos actuando como niños pequeños acosados y se rió entre dientes. ¡Honestamente estos jóvenes! Sacudió la cabeza y entró en la casa para ver si podía ayudar con algo.
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—Madre, no pueden entrar ahora, hay demasiado polvo en el aire —Su Wan naturalmente vio que Madre Lin estaba entrando en la casa polvorienta y se apresuró a detenerla.
—Puedo ayudar, Wan Wan —Madre Lin era una mujer honesta, no estaba acostumbrada a ser mimada, por eso no podía quedarse quieta por mucho tiempo.
—No, madre, con su condición no podemos correr ningún riesgo, ¿y si el polvo provoca su tos? Por favor siéntese afuera a la sombra —Su Wan estaba preocupada de que el cuerpo de la anciana no se sintiera bien si inhalaba demasiado polvo y con el resfriado que ya estaba asentado en Madre Lin, era aún más cuidadosa de no correr ningún riesgo, incluso si eso significaba hacer infeliz a Madre Lin.
Como se esperaba, cuando detuvo a Madre Lin de trabajar, la anciana puso cara de puchero y luego miró a su segundo hijo de manera agraviada.
Al ver a Madre Lin actuar así, Su Wan no sabía si reír o llorar.
—Madre, escuche a Wan Wan y siéntese —Lin Yan habló porque realmente estaba preocupado por su madre, pero Madre Lin, que no estaba acostumbrada a recibir un no de sus hijos, se sorprendió.
Pero más tarde decidió usar este asunto para burlarse de Lin Yan
—¡Lin Yan! Tú, hijo desobediente, ¿tu esposa acaba de cruzar el umbral y ya no tienes en cuenta a tu madre? —no solo Madre Lin gritó esas palabras, sino que incluso salió corriendo con una expresión angustiada. Su Wan sabía que la anciana probablemente fue a molestar a su hijo mayor cuando el segundo hijo se negó a mimarla y se rió entre dientes.
Ya sabía que Madre Lin estaba bromeando con Lin Yan, pero al observar cuidadosamente la expresión oscura en la cara de Lin Yan, prudentemente miró hacia otro lado.
No importa, su lema siempre ha sido: no ver el mal, no hacer el mal, no decir el mal.
Ahora mismo, según su mantra, tampoco vio la expresión maligna de Lin Yan.
Su Wan dejó a Lin Yan solo y se apresuró a comenzar a limpiar los pilares y el suelo de la antigua casa y mientras limpiaba la casa, su vista cayó en un trozo roto del pilar que estaba limpiando.
Frunce el ceño y se agachó recogiéndolo, miró el trozo roto y luego el pilar dañado.
Aunque la casa era antigua, no estaba a punto de colapsar, y la madera utilizada era buena también, así que no había posibilidad de que las termitas se comieran este pilar.
Y no parecía obra de termitas tampoco, ni tampoco de un fantasma.
Esto era probablemente obra de un hombre.
Una vez que Su Wan llegó a esta conclusión, su mirada se posó en más y más evidencias de hombres destruyendo a propósito una casa tan buena.
Las vigas estaban rotas por en medio, el techo estaba destrozado sin razón alguna y casi ningún pilar quedaba intacto.
Al principio Su Wan solo sospechaba que la familia Ling no quería que nadie comprara la casa, pero ahora estaba casi segura al ver el estado deliberado de edificio deteriorado, que la familia Ling no quería vender esta casa, a pesar de que la pusieron a la venta. No querían que nadie la comprara, ¿pero por qué?
De la conversación de sus esposos y su suegra, sabía que la familia Ling estaba bien establecida en la capital y no tenía intención de regresar a la aldea, entonces, ¿por qué llegar a tales extremos?
Su Wan pensó y pensó mientras seguía las marcas dejadas por los propietarios anteriores, cuanto más caminaba por la casa, más graves se volvían los daños.
Finalmente, llegó a una puerta que parecía completamente nueva como si acabara de construirse, pero a pesar de su aspecto nuevo, cada centímetro de la puerta estaba cubierto con papeles amarillos de exorcismo que se estaban desvaneciendo.
Su Wan observó cuidadosamente detrás de ella y cuando vio que nadie estaba detrás, rápidamente corrió a examinar la puerta. Frenéticamente, arrancó los papeles de exorcismo, finalmente logró arrancar una parte de ellos y tocó la puerta.
Justo cuando su dedo tocó la puerta, Su Wan se sobresaltó, su corazón latía fuerte.
La puerta estaba caliente, calientita como si tuviera un carbón de barbacoa ardiendo dentro, temblando, Su Wan intentó mirar dentro de la habitación pero justo cuando se agachó.
—¿Esposa? ¿Qué haces aquí, aléjate de esa habitación? —Su Wan se sobresaltó ante la voz repentina y se giró, detrás de ella estaba Lin Chen que llegó Dios sabe cuándo, pero Su Wan no tenía tiempo para pensar, su emoción le inundaba el cerebro mientras agarraba con fuerza el brazo de Lin Chen y luego señalaba la puerta y dijo:
— Rómperla para mí.
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