—Aquí —pasándole la cebolla a Lin Yan, Su Wan comenzó a limpiar el pescado—. Pica finamente y hazlo bien.
Una vez que le pasó la cebolla, Su Wan comenzó a desmigajar el pan que había horneado temprano en la mañana, aunque la familia Ling rompió la mayoría de las cosas de su antigua casa, incluyendo el horno de ladrillo, ella todavía pudo hacer uso de él de alguna manera.
Lin Yan vio a Su Wan ocuparse y se apresuró a ayudarla, anteriormente ella le había enseñado cómo hacer el pan. Así que, no había mucho que ver en ello y él comenzó apresuradamente a picar finamente la cebolla, tratando de hacerla lo más pequeña posible.
—Aquí vierte la cebolla en esto y mézclalo bien —dijo Su Wan mientras colocaba el cuenco con jugo de limón y pan rallado frente a él.
Lin Yan asintió y comenzó a mezclar la cebolla y el pan, si este fuera cualquier otro día, habría encontrado que era demasiado engorroso pero sabía que este plato era algo que iban a presentar en su restaurante y por lo tanto trabajó duro para aprender. Ni siquiera abrió la boca una vez para regañar a Su Wan cuando ella descuidadamente se subió las mangas y expuso sus brazos blancos como la luna de jade.
Al ver los brazos expuestos de su esposa, Lin Yan se puso tan rojo que la velocidad con la que picaba el pescado se tambaleó y casi se cortó un dedo, si no fuera por Su Wan que lo estaba observando, no habría escapado del desastre.
—¡Presta atención a lo que estás haciendo! —exclamó Su Wan mientras le quitaba el cuchillo—. Si no prestas atención, ¡llorarás toda tu vida! ¡No tomes la cocina a la ligera!.
—¡Quién crees que tiene la culpa aquí! —Frotándose la nariz de vergüenza, el temperamento de Lin Yan no pudo evitar encenderse.
—¿A qué te refieres? —dijo Su Wan frunciendo el ceño mientras veía que Lin Yan se ponía cada vez más rojo.
—¡Estás exponiendo tus brazos! ¡A plena luz del día! ¿Cómo no voy a distraerme si haces esto? —preguntó Lin Yan enojado mientras el calor gradualmente comenzaba a subir en su cuerpo. Estaba tan enojado que casi quería tomar a esta estúpida esposa suya y enseñarle una buena lección. ¡Qué estupidez!.
—¿Ah? —Su Wan oyó las palabras de Lin Yan y se sintió ligeramente desconcertada—, ¿esta... esta reacción era porque vio sus brazos?
¡Qué inocente!
Verdaderamente diferente de su esposo que miraba sin pudor a las mujeres en bikinis y demás, pero después de todo, esta era una era antigua.
—Disculpa, generalmente cocinaba sola así que no presté mucha atención —ya que simplemente no podía decir 'oh dios, son solo brazos, estás exagerando', Su Wan dio una excusa poco convincente.
—Está bien, solo presta atención delante de otros —dijo Lin Yan empezando a hacer pastelitos de pescado como le mostró Su Wan—. Está bien, ya que soy tu esposo, pero sería problemático si alguien no relacionado te viera así.
Su Wan asintió de acuerdo con Lin Yan, entonces ella comenzó a enseñarle cómo cocinar salsa de champiñones para los pastelitos de pescado.
Ella observó cómo él hábilmente salteó los champiñones hasta que se doraron y la manera perfecta en que revolvió el caldo/sopa de pescado al verterlo todo en la grasa de cerdo y prestando atención al fuego simultáneamente.
A medida que seguía observándolo, se dio cuenta de que entre los cinco hermanos, Lin Yan podría ser perfectamente descrito como 'belleza gélida', no era que fuera un poco afeminado como el quinto hermano Lin Yu. Simplemente desprendía un aura naturalmente indiferente, esos ojos rasgados de fénix, las cejas como espadas y con mandíbula esculpida —Lin Yan definitivamente podría superar a muchos oppas coreanos.
—Deja de mirarme así —de repente habló Lin Yan, con un furioso rubor decorando su cara mientras colocaba los filetes de pescado en los platos de porcelana.
—¿Por qué no puedo mirarte? —al verlo sonrojado, Su Wan no pudo evitar burlarse de él—. Estoy mirando a mi propio esposo, ¿cuál es el crimen aquí?
—¿Entonces por qué estás mirando? ¿Mi cara te está haciendo rica?
—No porque seas guapo, tu cara me está tranquilizando.
—¡Tú...! —golpeando el cucharón en la mesada de la cocina, Lin Yan la miró furioso, su rubor parecía haber escalado desde sus orejas a su cara y finalmente a su cuello, se parecía a una langosta bien cocida.
Su Wan se lamió los labios 'ah, mi esposo se ve tan sabroso, aunque sea tan malhumorado, ¡quiero comérmelo! ¿Qué hacer? Esperando respuestas en línea'.
Justo cuando estaban llegando a cierto punto muerto, un fuerte golpe resonó en el patio, sobresaltando a ambos.
Su Wan y Lin Yan intercambiaron una mirada y luego salieron corriendo.
'Bueno, me lo comeré otro día', pensó Su Wan.
'Mi esposa me llamó guapo, ¿puedo consumar nuestro matrimonio ahora?' pensó Lin Yan.