—¿Alguien intentaba molestarla en este momento? —decidió ignorar el mensaje cuando recibió otro que decía «Tu padre no es realmente quien dice ser, ese hombre es un mentiroso. Por favor, no ignores este mensaje, joven señorita.».
—Estoy tan contenta de que vinieras —Yang Meiyi se sentó y dijo:
— Te conozco. Trabajabas como criada en la mansión de mi abuelo.
—El Viejo Maestro Sang ha sido muy amable conmigo y mi familia, por eso no puedo soportar la injusticia que te está sucediendo —la mujer asintió y dijo.
—¿Pero de qué injusticia hablas? —preguntó Yang Meiyi.
—El Sr. Yang mintió cuando dijo que el viejo maestro ya estaba inconsciente cuando llegó allí —la mujer confesó.
—¿Cómo sabes que mintió? —Yang Meiyi preguntó con el ceño fruncido.
