Fu Mingze se despertó y enseguida buscó su teléfono, revisó su registro de llamadas y vio que no había ninguna llamada perdida ni mensajes de ella. Dejó caer su teléfono con un suspiro y se preguntó qué estaría pasando, ella no devolvió ninguna de sus llamadas ni respondió a ninguno de sus mensajes.
Después de vestirse con un traje negro, Fu Mingze bajó las escaleras y vio a su abuelo desayunando, miró al anciano y dijo —Me voy al trabajo.
El abuelo Fu miró a su nieto, que ni siquiera esperó su respuesta antes de irse, y luego a su mayordomo mientras preguntaba —¿Por qué está tan de mal humor tan temprano en la mañana?
El mayordomo Xia se encogió de hombros y dijo —Le preguntaré a Xia Lian si algo ha molestado al joven maestro últimamente.
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—Construcciones Du han acordado firmar el contrato, pero desean tener una reunión contigo primero —informó Xia Lian.
—Organiza la reunión —respondió Fu Mingze.