La sonrisa siniestra en el rostro de Rocxx envió un escalofrío por la espina dorsal de Rika. Sabía que este hombre solo encontraba alegría en las circunstancias más retorcidas.
Actualmente, lo único que Rika podía encontrar divertido a su alrededor era su situación.
—¡Oh Dios! ¿Estaré bien si salgo así? No importa cuán desesperadamente necesitaba un trabajo, nunca debería haber entrado al territorio mafioso para buscar uno. Nunca sale nada bueno de adentrarse en el territorio familiar. —Rika se mordió el labio para evitar que la maldición saliera de su boca.
Cuanto más luchaba por sofocar sus palabras, más crecía la diversión de Rocxx. El brillo en sus ojos reflejaba el de Emily antes de que se embarcara en una aventura emocionante.
—Oye Rika, ¿conoces a este alfa? Parece un completo loco, y personas mayores como nosotras deberíamos preocuparnos por él. Dime qué quieres que haga y haré todo lo posible por ayudarte. —Charon prometió con una mirada tensa en su rostro.
Fue valiente de su parte ofrecer esto, pero Rika sabía que Charon realmente no podía ayudarla.
Rocxx era un rey en su territorio; solo alguien más alto que él en la familia podría bajarlo de su pedestal.
Alguien podría ser el hermano de Rika, pero no ella.
—Está bien, Charron. Tan desafortunado como es, conozco bastante bien a esta persona, así que no tienes que preocuparte por mí. —Rika le aseguró esto a Charon. Charon no parecía tan convencida como Rika esperaba que estuviera. Pero Rocxx parecía encantado con la seguridad de Rika.
—Ay, no me había dado cuenta de que pensabas así de mí. Este es un día muy memorable para mí. Después de todo este tiempo, Rika me ha reconocido. ¡Ya sé! Debería llamar a tu hermano y compartir estas buenas noticias. —Rocxx sacó su teléfono, y Rika inmediatamente sintió que un bloque de miedo atravesaba su corazón.
Su hermano era la última persona a quien Rika quería que supiera lo que había pasado. Se enfadaría y exigiría que Rika volviera.
—Rocxx, ¿podemos hablar de esto? ¿Qué tal si te hago un favor si no le dices a mi hermano lo que sucedió aquí? ¿Qué dices? ¿Tenemos un trato? —Rika preguntó en un tono casi desesperado. Necesitaba que Rocxx se pusiera de su lado aquí.
—¡Eh! Bueno, esto seguro es algo que no esperaba que sucediera. Pero ya que Rika me está pidiendo un favor, ¿cómo puedo rechazarlo? No le contaré a tu hermano nada de lo que sucedió aquí. —Esas palabras hicieron que Rika suspirara aliviada.
—Ahora, no creo que estar aquí afuera donde cualquiera puede vernos sea una buena idea. Vamos a entrar a la tienda de la viejecita Isana. No le importará que irrumpamos en su casa y nos sintamos como en la nuestra. —Rika estaba disgustada por la idea de irrumpir en la casa de una anciana, pero a Rocxx no parecía importarle.
—Vieja Isana, tomaremos la sala trasera para nuestra charla. Por favor, avísame si alguien viene a buscarme. —Rocxx le pidió a la anciana, y ella asintió sin mirarlos.
Por lo que parecía, la Vieja Isana era una omega, y confiaba en su sentido del olfato para verificar dónde estaban las personas. Cuando Rika se dio cuenta de esto, entendió que no podía trabajar con la anciana.
«¡Ah, qué contratiempo! Tenía muchas ganas de por fin conseguir un trabajo que me gustara». Rika siguió al alfa hacia la cabina trasera, y Rocxx cerró inmediatamente la puerta detrás de Rika y Charon.
—¿Qué estás haciendo? ¿Quieres hacernos daño? ¡No te acerques más! Puede que no lo parezca, pero sé cómo defenderme. —Charon fingió que lucharía contra Rocxx, pero el alfa solo se rió de sus adorables esfuerzos.
—¡Ay, esto es demasiado lindo! ¿Quieres intentar luchar contra mí? Me temo que no tendrás mucha suerte si lo haces. —Rocxx sonrió a Charon, pero había algo en sus ojos que hizo que Charon retrocediera con miedo.
—¡Tsk! Esto no es justo. Ese hombre está usando feromonas para hacerme retroceder. ¡Esto no es justo! —Charon se quejó en voz baja, lo que fue la única razón por la que Rika supo que estaban involucradas las feromonas.
—Entonces, ¿qué trae a alguien como tú a mi territorio, Rika? ¿Viniste a verme? Apuesto a que mi prima estaría celosa una vez que le cuente. —Rika necesitaba detener a Rocxx antes de que llamara a Emily.
Su amiga, Emily, estaría aquí en las próximas horas.
Quizás Rocxx notó o vio su expresión preocupada, pero dejó su teléfono y no hizo la llamada.
—¡Solo bromeaba! De ninguna manera llamaré a Emily aquí. Ella me haría la vida mucho más difícil si la llamara ahora. Así que, ahora es tiempo de que respondas a mis preguntas —dijo Rocxx.
Charon respondió antes de que Rika pudiera.
—No necesitamos decirte nada solo para aumentar tu ego. Rika, tal vez esto no fue una buena idea. Regresemos por hoy. Podemos volver a ocuparnos de nuestros asuntos otro día —sugirió Charon.
Charon agarró el brazo de Rika y la sacó hacia afuera, pero esta no era una solución permanente a su problema.
Ahora que Rocxx sabía de la presencia cercana de Rika, aprovecharía al máximo y vendría tras ella. Ya no tenía sentido esconderse de él.
—Está bien, Charon. Ya no podemos correr ni escondernos. ¿No puedes decirlo al mirar la cara de Rocxx? No tiene intención de dejarnos ir —dijo Rika con resignación.
Las ganas de maldecir se acumulaban en el cuerpo de Charon. Rika podía ver el momento en que Charon cometería un error que captaría el interés de Rocxx.
Por eso Rika agarró el brazo de Charon y la obligó a sentarse de nuevo.
—No creo que este hombre nos quiera hacer daño. Si quisiera que estuviéramos muertas, ya lo estaríamos —afirmó Rika.
Rika no bromeaba cuando dijo eso. Rocxx controlaba este territorio, y eso era un hecho.
Vamos, incluso si este hombre se comportara como un niño inútil la mayor parte del tiempo, su estatus como uno de los alfas más peligrosos en la estructura actual de su organización no cambiaba.
—¡Ay, me siento honrado de recibir todo este elogio de ti, Rika! Ya que estoy de tan buen humor, escucharé lo que quieras. ¡Vamos! Dime cuál es tu deseo —dijo Rocxx con una sonrisa socarrona.
Rocxx hizo la pregunta, y Rika no vio motivo para ocultarle lo que quería.
—Vine aquí buscando un trabajo. Escuché que la florista estaba contratando gente para ayudarla. Sin embargo, ahora que veo la condición de la viejecita, no creo que sea una buena idea —explicó Rika.
Rika concluyó, y Rocxx tenía una mirada entendida en su rostro.
Charon se alejaba poco a poco hacia la puerta del portón y arrastraba a Rika tras ella.
—Hmm, ahora que lo dices, la Vieja Isana necesita jubilarse. Pediré a alguien que se haga cargo de este negocio para que ella pueda descansar ahora. ¿Resolverá tu problema también, Rika? —preguntó Rocxx, y Rika maldijo en su interior.
El alfa mayor estaba haciendo que cada vez fuera más difícil para ella rechazar.
En definitiva, Rika sabía que no podía retractarse de este trato. Sabía que su destino estaba en sus manos desde el segundo en que fue descubierta.
Rocxx también lo sabía, y su sonrisa lo decía todo.
—Si necesitas tiempo para considerar tus opciones, puedes tomarlo. El trabajo comienza mañana. Espero verte entonces.
Al final, Rika sí encontró un trabajo. Pero ninguno de sus deseos relacionados con él se hizo realidad.
—¡Pero qué demonios...! ¿Puedes creer lo grosero que fue ese hombre? Esperaba que hiciéramos lo que él quería solo porque era un alfa. ¡No hay manera en el infierno de que trabajes aquí a partir de mañana! ¿Me escuchaste? Encontraremos un nuevo trabajo para ti —Charon habló con confianza. Pero era un pensamiento ilusorio de su parte.
Rika estaba segura de que Charon había reconocido las marcas de estos matones.
—Está bien, Charon. No estoy tan deprimida como esperarías. Me acostumbraré a este trabajo pronto. Además, ahora que esta gente sabe que tengo protección, no se meterán conmigo —esa era la única ventaja en toda esta situación.
Charon arrastró a Rika a muchas ofertas de trabajo para encontrar una decente. Pero la mayoría de estos lugares tomaban una bocanada de aire alrededor de Rika y decidían retirarse.
Eso dejó claro a Rika que no tenía más opción que hacer lo que se le pedía.
—¡Mierda! Solo quería alejarme de mi familia. ¿Quién iba a saber que esta simple tarea resultaría ser tan difícil? —Rika maldijo mientras abría la puerta de la tienda frente a ella.
Del otro lado, la dueña anterior, la viejecita, la esperaba. Junto a ella estaban Rocxx y un hombre que Rika nunca había visto antes.
El hombre desconocido parecía casi un alfa con su colosal figura y gestos intimidantes, pero de alguna manera, Rika no tenía miedo.