Para la mayoría de la vida de Derek, muchas cosas habían cambiado. Había pasado de ser un bebé, a ser un niño, y luego a un adulto. Había pasado de tener dos padres vivos a solo uno, de hablar cara a cara con su padre a visitar su tumba una vez al año. Esos eran cambios con los que podía lidiar. Cambios que ocurrían en la vida de todos. Pero había una cosa que nunca había cambiado para él a lo largo de los años.
Y esa constante en su vida era que Derek daba las órdenes y la gente las seguía. Y por gente no incluía a su madre, el día que esa mujer siguiera una orden proveniente de Derek. Ese mismo día estarían cavando su tumba y enterrándolo sin preguntas.
Nadie le daba órdenes a ella. Y aparte de ella, nadie le daba órdenes a él. Por eso Derek quedó absolutamente impactado al tener a su PA ordenándole cosas, y no solo eso, sino que él la obedecía sin oponer resistencia.