—¿Por qué? Ella atacó a mi pareja —arguyó Jax. Ryder se volvió para mirarlo, se preguntaba qué había visto Ava en este tonto.
—Por una vez en tu vida Jax, deja de ser tan molesto —le dijo y se alejó.
Fue a su habitación, Evena ya había preparado todo para el ritual.
—¿Estás listo? —preguntó Evena.
Ryder cerró la puerta con llave.
—Estoy listo —respondió.
Evena y Ryder se acostaron en la cama, las velas estaban encendidas y ardían a su alrededor. Lavanda se sentó en una silla al lado de ambos.
—¿Y ahora qué? —preguntó Ryder.
—Ahora realizaré el ritual —respondió Evena.
Levantó el mechón de cabello y el frasco de sangre, lanzó algunos hechizos. Inmediatamente, los objetos se incendiaron.
Ryder se sintió mareado y pronto se quedó dormido.
Cuando abrió los ojos, estaba en una habitación oscura. Evena estaba a su lado.
—¿Dónde estamos? —preguntó.
—Estamos en su cabeza —respondió Evena.
—¿Entonces cómo sabemos a dónde ir?
—¿A dónde quieres ir? —preguntó Evena.
