Kevin, al escucharlo decir tan casualmente que iba a tener que pasar mucho tiempo con otro hombre que no fuera él, sintió una furia sin nombre que lo invadió instantáneamente.
De repente, la parte racional de su cerebro le recordó un dato que parecía muy importante:
—¿Erik? ¿El novio de Alan?
Axel asintió y Kevin se vio aliviado:
—¡Entonces no hay problema! Cuando tenga tiempo iré a verlo en su entrenamiento para ver qué tan bueno es y veré cómo puedo ayudarlo.
Axel entonces le preguntó curioso por su reacción:
—¿Qué pasa, Kev? ¿Por qué te aliviaste de que fuera el novio de Alan?
Kevin le respondió con sinceridad:
—Bueno, acabas de decirme que ibas a tener que pasar mucho tiempo con otro hombre, el hecho de que sea el novio de Alan me evitará querer cortarle el cuello cada vez que lo vea contigo.
Axel soltó una carcajada pero su risa se detuvo cuando vio que Kevin parecía realmente serio:
—Cariño, no puedes estar hablando en serio, ¿verdad?
