—Esta cosa es aterradora —Luo Huian miró su teléfono, que no paraba de sonar. Y porque no paraba, saltaba de arriba abajo como si fuera algún tipo de animal retorciéndose. Por no mencionar que la música rock siniestra que Pan Delan había puesto como tono de notificación no ayudaba.
Por otro lado, Luo Qingling miró a Luo Huian, quien estaba sentada en la esquina del sofá mientras su teléfono estaba tirado en el otro extremo. Al verla así, Luo Qingling se recordó de un conejo cauteloso que una vez tuvo.
Aunque el conejo era una criaturita feroz, siempre se asustaba con las cosas nuevas.
—¿Tal vez para Huian, que lo olvidó todo, esto también fuera una prueba aterradora? —Luo Qingling de repente sintió aún más lástima por su hermana menor.
Si hubiera sabido que algo así le pasaría a Luo Huian, hubiera enviado a un cazador de rango B para proteger a Luo Huian, ya que el de rango C la dejó sola en varias ocasiones. Una de esas veces fue cuando Luo Huian fue atropellada por un camión.