Día Cinco…
~~*****~~
Abigail esperó el momento adecuado antes de hacer un movimiento. Habían pasado veinte minutos pero el guardia continuaba moviendo el cuerpo de la ayudante de cocina sobre esa mesa.
—Uhmm Ooh, Ooh, Aaah Aaah~ —sus gemidos resonaban dentro de la caseta del guardia mientras el hombre la penetraba entra y sale de ella de manera brusca.
Él había sido afectado por la droga afrodisíaca que había perdido el control de sí mismo. Ambos ya habían alcanzado su clímax, pero el guardia todavía estaba muy duro y ávido. Estaba listo para otra ronda.
La ayudante de cocina fue trasladada a la pequeña cama. Esta vez incluso su ropa superior había sido removida. Su espalda ahora yacía sobre el colchón y el guardia le separó las piernas tan ampliamente, enganchando su pierna derecha en su hombro.
—C-Cariño… Ha... Ha… d-despacio —ella dijo, intentando recuperarse del abrumador orgasmo.
Entre dientes, él le dijo: