Ren Zexi logró colarse con éxito en la habitación de Lu Yizhou y ocupar la cama del hombre. Se acostó nervioso, con la mirada desviándose hacia la puerta del baño. El sonido del agua provenía de adentro y vapores cálidos salían flotando por las brechas debajo de la puerta.
Lu Yizhou no tardó mucho. Unos minutos después, salió con el cabello húmedo, una toalla sobre su hombro. Solo llevaba una bata de baño que se quitó después de sentarse al lado de la cama.
Los ojos de Ren Zexi estaban fijos en las gotas de agua que resbalaban por la nuca del hombre. La luz tenue de la lámpara de la mesita de noche iluminaba sus perfiles, haciéndolo parecer pálido y suave por todos lados. —Tío Lu... ¿no vas a secarte el cabello? —murmuró.
—Se secará solo. —Lu Yizhou lanzó la toalla a la silla y procedió a acostarse derecho, cerrando los ojos.
Desde esta distancia, Ren Zexi podía ver su pecho ligeramente ondulante y su rostro impecable y sin defectos. Lu Yizhou era tan diferente en comparación a Papá. No tenía pelo en el pecho, ni olía a humo. Tampoco le gustaba reír o jugar con él. Ren Zexi podía decir que era originalmente frío y estoico, uno que no tenía muchos sentimientos para empezar.
Pero a Ren Zexi le gustaba. Le gustaba mucho el Tío Lu.
No sabía por qué… ¿era porque Lu Yizhou era la persona que lo había sacado de aquel lugar? Intentó imaginar el escenario donde no era Lu Yizhou sino alguien más y su corazón se contrajo dolorosamente al instante. No… Ren Zexi no podía imaginar a otra persona aparte de Lu Yizhou. Era como si no hubiera sido Lu Yizhou, entonces nadie lo habría salvado.
—¿Todavía no duermes? —preguntó Lu Yizhou sin abrir los ojos.
Ren Zexi se sobresaltó y rápidamente cerró los ojos y calmó su respiración. Un leve susurro se escuchó desde el lado y pudo sentir a Lu Yizhou girándose de lado.
—No fingas más. —Lu Yizhou le pinchó la frente—. Tus globos oculares están dando vueltas como locos.
Ren Zexi abrió los ojos lentamente, sintiéndose culpable. —Perdón, Tío Lu…
—Hay algo más que tienes que recordar mientras estés aquí. —De repente dijo Lu Yizhou—. No necesitas decir perdón si no has cometido ningún error.
Ren Zexi suprimió la disculpa que casi se le escapa de la lengua y asintió con timidez. —Está bien… —No obstante, sus ojos estaban bien abiertos, mirando fijamente a Lu Yizhou como si anticipara algo.
[¿Qué estará pensando?]
[666: Lo siento, Anfitrión. 666 no está equipado con la habilidad de leer mentes~]
[Entonces escanea esa biblioteca inútil tuya.]
Los gritos de 666 resonaron en su mente. Como un buen sistema, aún ayudaba a su Anfitrión con todo el corazón mientras sollozaba. —En... En la Biblioteca del Dios Administrador, hay un libro titulado "Qué hacer si tu niño no puede dormir". Se afirma que primero, asegúrate de que tus hijos usen la cama que les es familiar. Umm, ¿deberíamos traer la cama de Ren Zexi aquí?
Lu Yizhou apretó los dientes. —Siguiente.
—O—Oh! Siguiente... asegúrate de que el dormitorio sea cómodo y trata de mantener el mismo horario de sueño —dijo 666.
—¿No puedes encontrar algo útil?
—QAQ ¡El Anfitrión es tan malo... Oh, esto! ¡Esto debería ser! ¡Pasar tiempo de calidad juntos! ¡Deberías cantarle una canción de cuna o contarle cuentos antes de dormir, Anfitrión! —exclamó 666.
—Siguiente.
—¡No hay másss ヽ(≧Д≦)ノ! ¡El Anfitrión es tan denso en momentos como estos! ¡Deberías elegir una entre las opciones! —se quejó 666.
Lu Yizhou se presionó la sien y frunció el ceño.
Al ver eso, Ren Zexi se preocupó nuevamente, especialmente cuando Lu Yizhou parecía un poco incómodo al mediodía anterior. —Tío Lu, ¿estás enfermo?
—No —dijo secamente—. Ya tengo sueño. A dormir.
—Oh… —Ren Zexi se inquietó, luego como si hubiera tomado una gran decisión, inhaló—. Tío Lu, ¿puedo pedirte algo?
—¿Qué es?
—Umm… ¿puedo… pedir prestada tu mano? —Su voz se fue haciendo más y más baja y la última palabra cayó totalmente en un susurro inaudible. Afortunadamente o no, Lu Yizhou había escuchado todo.
—¿Mi mano? ¿Para qué la quieres usar? —preguntó extrañado.
—No, no es nada raro. S—A veces, cuando no puedo dormir, Papá me dejará sostener su mano durante toda la noche… —Ren Zexi mentía. Si no podía dormir, directamente se subía a la cama de sus padres y se acostaba en el medio. Le gustaba estar rodeado de calor y de su abrazo. Sin embargo... no podía pedirle algo así a Lu Yizhou.
Lu Yizhou asintió directamente, para sorpresa de Ren Zexi. Si este último supiera que sostener la mano era una opción mucho mejor que cantar una canción de cuna o contar historias, las cuales Lu Yizhou estaba contemplando, se desconoce cuál hubiera sido la reacción de Ren Zexi.
Tomó con cuidado los dedos de Lu Yizhou, y una sonrisa se dibujó en su rostro. Esta era una habitación desconocida y una persona desconocida yacía a su lado. Ren Zexi pensó que no habría podido dormir, pero cuando cerró los ojos y olió el suave aroma del gel de baño de Lu Yizhou, la tranquilidad lo inundó al instante y se quedó dormido enseguida.
Lu Yizhou observó la suave y larga respiración del niño y soltó un suspiro. —666, dame unas pastillas para dormir.
—¿Qué?! ¿P—Para qué? —preguntó 666 alarmado.
—No puedo dormir —Lu Yizhou frunció el ceño—. Aunque actualmente seguía con vida y energía, para él su vida había terminado ayer. Cuando cerraba los ojos, aún podía sentir el frío cortante de la nieve alrededor de su cuerpo, el silbido de la ventisca y el alivio que sintió al cerrar los ojos. Pensó que finalmente había dejado todo atrás… pero luego despertó otra vez y estaba atado con este estúpido sistema.
—¡Anfitrión! —llamó 666.
—El chillido penetrante de 666 dispersó la niebla en su mente y abrió los ojos de golpe. Solo entonces se dio cuenta de que sus dientes castañeteaban y gotas de sudor frío se formaban en su frente. Su corazón latía irregularmente y su pecho dolía como si alguien estuviera pinchándolo con agujas.
Lu Yizhou frunció el ceño y se tumbó boca arriba, respirando débilmente. —[¿Qué pasa con este cuerpo? ¿Por qué es tan débil?]
—[666: Bueno, Anfitrión... El Lu Yizhou de este mundo ya se puede considerar saludable para alguien con enfermedad cardíaca congénita. Poder vivir hasta los 30 años ya es un milagro. Síntomas leves como estos son cosa de todos los días.]
—[¿Quieres decir que tengo que vivir más de la mitad de mi vida aquí, en este mundo, con este tipo de dolor hasta que muera? ¿Estás seguro de que no me estás incitando a otro suicidio?]
666 percibió el ambiente cada vez más sombrío alrededor del cuerpo de su Anfitrión y tembló. Cambió de tema instantáneamente. —[¡P—Pastillas para dormir se pueden encontrar en la tienda del sistema! ¡Solo 5 puntos por pastilla y el efecto es instantáneo! ¿Quieres comprar una?]
—[Dame cien.]
—[666: ¡Sí, está bien pero... ¿¡QUÉ!¡?]]
—[Cien. Tengo que pasar 5475 días en este mundo, menos hoy, entonces son 5474. ¿Crees que con unas pocas pastillas es suficiente?]
—[666: ¡Y—Y—No puedes consumir pastillas para dormir tan a menudo! ¡Es insalubre para tu cuerpo, Anfitrión!]
Lu Yizhou soltó una risa desdeñosa. —[¿Cuál es el problema? De todos modos no puedo morir.]
—Hmm... —Como si percibiese la agitación de la persona a su lado, Ren Zexi se movió y lentamente se giró hasta quedar acurrucado al lado de Lu Yizhou. Se chupó los labios, con lágrimas colgando de sus pestañas húmedas. —Mamá... Papá...
Las manos de Lu Yizhou, que estaban listas para apartarlo, se detuvieron a medio aire. Suspirando, finalmente se rindió a su destino y acarició la espalda del niño. Con cuidado, con vacilación.
Calmado, una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Ren Zexi y acercó su cabeza aún más, aferrándose fuertemente al brazo de Lu Yizhou. —Me gusta… Tío Lu... —Murmuró en su sueño.
—[666: Awwwww~ ¡mira a este encanto! ¡Acaba de decir que le gustas, Anfitrión!]
Lu Yizhou miró la cara de Ren Zexi con una mirada perpleja. —[¿Cómo? Solo nos conocimos hoy. ¿Y si soy una mala persona con segundas intenciones?]
—[666: *susurra* Bueno, ¿no es eso cierto?]
—[¿Qué has dicho?]
—[666: ¡No! ¡Nada! Dije que Ren Zexi es verdaderamente tan puro. Anfitrión, has sido tan amable con él. ¡Por eso le gustas!]
—[¿Amable con él?] —Por más que lo pensaba, Lu Yizhou no podía recordar el momento en que fue amable. Siempre había tratado a Ren Zexi con normalidad, a veces... incluso como una mascota.
—666:
—Err... 666 tampoco está seguro. El Anfitrión debería preguntarle cuando esté despierto más tarde.
—[Olvídalo.] —Lu Yizhou cerró los ojos. La interrupción repentina de Ren Zexi había distrado su mente, más o menos.
No estaba tan decidido a comprar 100 pastillas para dormir otra vez. ¡Caray, eran 500 puntos en total! ¿Gastar la mitad de los puntos iniciales solo en pastillas para dormir? ¡Esta era la primera vez que 666 escuchaba que un humano podía ser tan loco! Echó un vistazo a su Anfitrión y discretamente se fue al foro del sistema, creando una cuenta nueva y haciendo una publicación. —[¡Ayuda! Mi Anfitrión parece ser un drogadicto en su vida real. ¿Qué hacer?]
Afortunadamente, Lu Yizhou no tenía la más mínima idea de lo que 666 hacía a sus espaldas. Mantuvo su forma relajada pero el sueño no lo vencía. Por muy cálida que fuera la habitación en la que estaba, había un frío penetrante en lo profundo de sus huesos que no se podía borrar. La única fuente de calor que podía sentir vívidamente venía de... su lado — el brazo que Ren Zexi abrazaba.
El chico olía al mismo gel de baño, pero también había un toque de aroma a leche que era medio reconfortante. La respiración rítmica de Ren Zexi era como un ancla para que Lu Yizhou centrara su atención.
Nunca había sabido que tener a alguien durmiendo a su lado inesperadamente... no estaba tan mal. Inconscientemente, se giró y trajo al pequeño calefactor a su abrazo, su respiración se profundizó.
Al final, se quedó dormido justo así.
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Mini teatro
Ren Zexi descubrió que Lu Yizhou se reía secretamente de él mientras bebía leche antes de irse a la cama. Más tarde, se enteró de la razón. Era por su bigote de leche.
Por eso, desde entonces Ren Zexi se aseguraba deliberadamente de tener un bigote de leche después de beber y desfilaba frente a Lu Yizhou, fingiendo ignorancia.
Una vez, Lu Yizhou todavía se reía y le ayudaba a limpiar la boca.
Dos veces, sacudía la cabeza, divertido.
Tres veces, no volvió a reír.
La cuarta vez, Ren Zexi fue regañado porque seguía manchándose la cara al beber leche.
Desde entonces, Ren Zexi tuvo una mala relación con los bigotes de leche.