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Chapter 3 - CAPÍTULO 2: PROPUESTA DEL ERMITAÑO GRULLA

[Punto de vista en tercera persona]

Con la sorpresa grabada en su rostro, Shingen tenía la mente en blanco debido a la presencia del ermitaño Grulla en el monasterio. Interrumpido en su línea de pensamiento, Tsuru saludó con una pequeña sonrisa y una actitud un poco soberbia.

—Saludos, jovencito. Soy el señor Tsuru, o también puedes llamarme ermitaño Grulla. Soy el maestro de la escuela de artes marciales de la grulla —declaró el anciano con un marcado acento chino.

La presencia del anciano hizo que los niños que pedían consejos a Shingen se alejaran, pero en vez de sentir miedo, Shingen sintió curiosidad por este personaje tan interesante.

Aunque en la serie solo se mostró su fuerte rivalidad con Roshi y su carácter malvado y mezquino hacia otros artistas marciales, Shingen se levantó rápidamente del suelo y realizó una reverencia muy pronunciada para devolverle el saludo. Al mismo instante, se disculpó por la manera en que había actuado hacía un momento.

—Saludos para usted también, maestro Tsuru. Lamento mucho la manera en que actué hace un momento en su presencia —dijo el joven mientras agachaba todavía más la cabeza.

El anciano, al ver el nerviosismo del joven y escuchar cómo lo llamaba maestro Tsuru, sintió su ego elevarse y aumentó su favorabilidad hacia él.

—Vaya, aprecio el gesto, muchacho. No te preocupes, no estoy enojado por la manera en que te tiraste al suelo cuando me viste —se rió entre dientes el anciano—. Por la forma en que juzgaste tus acciones y las enmendaste a tiempo, dice mucho de la buena educación que recibiste en este lugar.

Por otra parte, Shingen estaba aún más confundido debido al tono y las palabras que le decía el anciano. Creció con la idea de que este viejo no era más que un abusivo y algo odioso.

Aunque esta primera impresión de Tsuru era poco parecida a la mostrada en el anime de Dragon Ball, la vida le había enseñado a no confiar totalmente en una persona que apenas conoces. Sabiendo esto, el joven dejó de dudar y preguntó.

—Aprecio mucho sus palabras, maestro Tsuru. Si me lo permite, ¿puedo preguntar la razón de su visita al monasterio, señor? —preguntó el joven con notoria curiosidad.

Evaluando cuidadosamente el rostro y las palabras del muchacho, Tsuru pensó que el chico estaba buscando su favor y deseaba tener el gran honor de volverse su discípulo.

Más allá de sus expectativas, Tsuru reflexionó más profundamente y notó que este muchacho parecía saber de él desde mucho antes y tenía una idea equivocada de quién era. Pensando aún más, el viejo maestro razonó que el niño podría haber oído hablar de él por otros adultos. En este monasterio, había varias personas que conocían su verdadero carácter, el cual escondía al público para mantener las apariencias.

Después de pensar en lo que iba a decir, el viejo maestro optó por decir algo simple y vago para que el chico no se hiciera muchas preguntas.

—Para nada importante, joven —dijo sonriendo—. Solo estoy aquí para reunirme con un viejo amigo, nada más —añadió el maestro con voz tranquila—.

Cuando escuchó la respuesta del maestro, Shingen supo de inmediato que el astuto anciano no diría nada más.

Después de eso, Shingen pensó en ofrecer llevar a Tsuru al lugar donde estaban los ancianos del monasterio, ya que ellos podrían saber a qué "viejo amigo" estaba buscando Tsuru.

—Ohh, entiendo. Entonces, déjeme llevarlo con los ancianos del monasterio para que ellos le puedan ayudar a buscar a su viejo amigo —propuso Shingen mientras mostraba una cálida sonrisa.

Habiendo aceptado la propuesta del muchacho, Tsuru siguió al joven, y juntos llegaron a las oficinas donde los ancianos meditaban.

Tras tocar la puerta varias veces, una voz se escuchó desde adentro.

—Adelante… —invitó alguien desde dentro.

Con el permiso de las personas dentro, el maestro Tsuru agradeció al muchacho y lo despidió con una sonrisa adornando su rostro.

Claramente daba a entender que Shingen tenía que irse, ya que lo que sea que él y los ancianos del monasterio fueran a hablar era algo sumamente importante y no tenía relación con un "viejo amigo".

Suspirando profusamente, Shingen salió de la edificación y se dirigió a su dormitorio. Allí se podía ver una cama pequeña acolchonada con paja, una mesa de madera junto a una silla y una estantería de libros con distintos y muy variados temas de estudio.

Tras sentarse en la silla, sacó un pequeño cuaderno en donde anotaba todo lo importante que pasaba mientras estaba en ese monasterio. Había tomado ese hábito después de cada entrenamiento, que en ese entonces no era muy cansado para su cuerpo. El joven decidió dejar volar su imaginación y trató de combinar técnicas de lucha de su vida pasada con las técnicas que aprendía en el monasterio. Tras haber aprendido lo poco que sabían del KI por parte de su maestro y superiores, Shingen intentó usar el KI para mejorar varias técnicas de lucha que él usaba en su anterior mundo. Después de varios intentos, supo que las artes marciales que más se beneficiaban del KI para golpear y esquivar eran el:

*Boxeo

*Bokator

*Karate

*Taekwondo

*Muay Thai

Entre otras disciplinas, las que dependían únicamente del barrido o de técnicas de estrangulamiento no eran del todo efectivas contra alguien que usaba el KI. Si este era un poco más fuerte, no solo podía liberarse del agarre, sino también contraatacar con alguna técnica de energía a muy corta distancia.

Después de pasar el día pensando en nuevas formas de combinar distintas disciplinas marciales, alguien abrió la puerta de la habitación de Shingen y le pidió que viniera con él. El joven, al verlo, supo de inmediato que era su maestro Mito, y el hecho de que viniera a verlo personalmente era de suma importancia.

Tras acompañar a su maestro hacia el patio de entrenamiento, Shingen no pudo evitar notar que en medio del patio se encontraba el viejo Tsuru, quien parecía estarlo esperando por algún motivo. Al llegar, el anciano del monasterio habló con voz ronca pero audible.

—Traje al muchacho como pidió maestro Tsuru. Espero que las habilidades de Shingen estén dentro de sus expectativas —dijo muy educadamente el profesor Mito.

Mientras miraba cómo su maestro se alejaba para sentarse en las gradas junto a los ancianos del monasterio, Shingen aún no comprendía del todo lo que estaba sucediendo. Tsuru decidió explicarle la situación al joven, quien en ese momento tenía una mirada atónita en el rostro.

—Escucha, Shingen, tu maestro y los ancianos del monasterio me enviaron una carta de recomendación a mi escuela de la grulla. En ella, detallaban todos tus logros y básicamente describían tus capacidades físicas y tu control de KI —dijo mientras mostraba la carta entre sus dedos—.

—Francamente, los detalles de tus proezas plasmadas en la carta me dejaron sumamente asombrado. Aprender todas las técnicas de lucha existentes en el monasterio y usarlas de maneras tan creativas te ha convertido en alguien casi invencible en combate entre tus compañeros —añadió, esta vez con un tono de voz burlón al final de la oración.

Al escuchar cómo Tsuru menospreciaba las artes marciales enseñadas por el monasterio y sus monjes, el profesor Mito y los ancianos fruncieron el ceño y cada uno insultó a Tsuru en su mente.

Cuando Shingen intentó decir algo, Tsuru lo interrumpió y continuó exponiendo sus pensamientos.

—Aunque para serte sincero, no me interesa si aprendiste todos los estilos de pelea de este monasterio. Al final, el estilo de lucha de la escuela Grulla es mil veces mejor que el que enseñan aquí. Pero lo que sí me interesó es que me hayan dicho que sabes usar la energía KI sin ningún problema. ¿Me equivoco? —cuestionó Tsuru, muy interesado..

Escuchando cómo Tsuru menospreciaba las artes marciales enseñadas por el monasterio y sus monjes, el profesor Mito, junto a los ancianos, frunció el ceño y cada uno insultó a Tsuru en su cabeza.

Al momento en que Tsuru dijo eso, Shingen sabía que era su oportunidad de impresionar al mundialmente conocido rival de Roshi. Según lo visto en la serie original, el entrenamiento de Tsuru era casi tan bueno como el de Roshi, pero a diferencia de este último, el entrenamiento en la escuela Grulla ofrecía la oportunidad de aprender muchísimas más técnicas que las enseñadas en la escuela Tortuga.

—Así es, maestro. Empecé mi entrenamiento en el uso del KI el año pasado, y tras aprender todos los conceptos básicos, puedo imbuir mi cuerpo con él, fortaleciéndolo. Además, puedo lanzar decenas de ráfagas de KI sin llegar a cansarme —hablaría Shingen como si estuviera vendiendo algo, y Tsuru fuera el cliente.

Al terminar de autopromocionarse, Tsuru reflexionaría seriamente sobre cómo debería probar si las habilidades del joven eran verdaderas. Mientras tanto, Shingen empezaba a soñar despierto.

El hecho de entrenar al lado de Ten Shin Han simplemente lo emocionó. Aunque Ten fue ampliamente superado por los saiyajins o Piccolo, nunca se rindió y entrenó toda su vida. Para Shingen, era un ídolo a seguir e incluso superar. A pesar de las derrotas que recibía de los enemigos, nunca se dio por vencido. No se podría decir lo mismo de Krillin y Yamcha.

Especialmente de este último, para Shingen, Yamcha era alguien muy lamentable. Tiró la toalla demasiado pronto sin alcanzar su verdadero potencial.

—Qué desperdicio de potencial —pensaría Shingen, un poco decaído.

Pasados unos pocos segundos, Tsuru finalmente sabría qué hacer. Pero lo que dijo con una sonrisa burlona en su cara fue lo siguiente:

—Muy bien, muchacho. Ciertamente quiero creer que dices la verdad, pero las dudas siempre están allí. Para solucionar eso, te daré un reto: quiero que me quites el sombrero de mi cabeza. Cuando lo hagas, habrás ganado y te convertirás instantáneamente en mi discípulo —propuso Tsuru mientras daba una sonrisa desafiante.

Tras escuchar la forma en que Tsuru probaría las habilidades de Shingen, todos los presentes se miraban entre sí confusos. Pero no Shingen; este último tomó el reto en serio y se preparó tanto física como mentalmente para lo que iba a pasar.

Decidido, Shingen se posicionó en una pose de pelea mientras miraba atentamente a Tsuru. Este último, al sentir la intensidad de la mirada del joven, no pudo evitar reír para sus adentros.

—Vaya, vaya, así que decidiste aceptar el reto. Me conmueve tu determinación en querer volverte mi discípulo, pero sabes que solo sucederá si me quitas el sombrero —concluyó Tsuru mientras invitaba con la mano a Shingen a hacer el primer asalto.

Tras esta ligera provocación, Shingen se tensó y, con todo su poder y una emoción palpitante, saltó hacia adelante con destino al sombrero de Tsuru.

[FIN DEL CAPÍTULO N°2]

[NOTAS DEL AUTOR]: Hola a todos, espero que les haya gustado el capítulo de hoy. En esta historia, decidí no cambiar demasiado la personalidad de Tsuru, o al menos no en este capítulo. Quién sabe si este rival de Roshi llegue a cambiar en el futuro.

[NIVELES DE PODER]

SHINGEN: 20

MAESTRO MITO: 35

TSURU: 120