Evil Victor, mientras esquivaba los rápidos ataques de Sam, soltó con desdén: "¡Este estúpido también se adapta!" Su rostro mostraba una mezcla de frustración y sorpresa al ver cómo Sam, en su forma de shikigami y Lovecraftiana, lograba anticipar sus movimientos y contrarrestar sus ataques.
Sam, con sus movimientos fluidos y precisos, aprovechó cada instante para lanzar golpes rápidos y certeros. "No subestimes el poder de la adaptación," respondió, su voz resonando con un eco sobrenatural. "He venido a corregir lo que has deshecho."
Evil Victor apretó los dientes y contraatacó con un ataque de energía oscuro, lanzándolo hacia Sam. "No me detendrás, shikigami. He superado a todos los que se han interpuesto en mi camino, y tú serás solo otro obstáculo."
Pero Sam, anticipando el movimiento, se desvió con agilidad, esquivando el ataque y acercándose a Evil Victor. Con un rápido movimiento, lanzó un golpe directo hacia su torso, impactando con fuerza.
Evil Victor se tambaleó hacia atrás, sintiendo el dolor del impacto, pero rápidamente recuperó el equilibrio. "No importa cuántos golpes me des, no puedes detenerme. Estoy más allá de lo que puedas imaginar," dijo con una risa maniaca, preparándose para lanzar un nuevo ataque.
La batalla continuaba en el bosque, con el eco de sus intercambios resonando entre los árboles, mientras Dariel y Victoria se acercaban a la escena, listas para unirse a la confrontación.
La batalla entre Sam y Evil Victor se intensificó en el bosque. Sam, utilizando sus múltiples tentáculos, lanzó una ráfaga de ataques, cada golpe resonando con una fuerza poderosa que hacía temblar el suelo. Evil Victor, frustrado por la resistencia de Sam, se movía rápidamente, esquivando y contraatacando con cortes precisos y peligrosos.
"¡Este estúpido también se adapta!" gruñó Evil Victor, irritado por la habilidad de Sam para anticipar sus movimientos. Pero, a medida que Sam lanzaba sus ataques, se dio cuenta de que la adaptabilidad de su oponente no era suficiente para detenerlo.
Con una serie de movimientos fluidos, Sam extendió varios tentáculos hacia Evil Victor, golpeándolo en una combinación rápida. Los tentáculos, cargados de energía, impactaron contra su enemigo, haciendo que retrocediera momentáneamente. Sin embargo, Evil Victor no se quedó de brazos cruzados. Con un grito de frustración, lanzó un corte de patada directo al cuello de Sam.
El golpe impactó, pero para sorpresa de Evil Victor, Sam se adaptó al ataque. Las heridas que deberían haberlo debilitado parecían curarse casi al instante, y su forma Lovecraftiana se mantenía firme. "¿Creías que eso sería suficiente para detenerme?" retó Sam, sus tentáculos girando a su alrededor con una energía ominosa.
"¡No puedes ser invencible!" exclamó Evil Victor, sintiendo cómo la ira comenzaba a nublar su juicio. Con renovada determinación, reunió su poder, preparándose para lanzar un ataque devastador, mientras el ambiente a su alrededor comenzaba a vibrar con la energía de su frustración.
Ambos combatientes sabían que la batalla apenas comenzaba, y cada uno estaba dispuesto a usar todos sus recursos para salir victorioso.
Sam, en su forma híbrida de shikigami y criatura lovecraftiana, se movía con agilidad, esquivando las explosiones de energía que Evil Victor lanzaba a su alrededor. Cada vez que una onda de choque estallaba, el terreno se sacudía, pero él parecía tener un control absoluto sobre su forma, adaptándose a las circunstancias en cada instante.
"Este estúpido también se adapta," murmuró Evil Victor, frustrado por la resistencia de su oponente. Decidido a no ser superado, comenzó a lanzar una serie de ataques más sofisticados. Con un gesto rápido de sus manos, conjuró esferas de energía de diferentes tamaños, cada una destinada a explotar en el punto más cercano a Sam.
Sam, observando los movimientos de Evil Victor, utilizó su habilidad para anticipar y adaptarse a los patrones de ataque. Con un salto ágil, esquivó una de las esferas que estalló justo detrás de él, enviando fragmentos de escombros volando en todas direcciones. Al caer, giró y lanzó un golpe directo a la cara de Evil Victor, quien se vio obligado a retroceder.
"¡No soy tan fácil de derribar!" exclamó Sam, su voz resonando con una mezcla de poder y determinación.
Evil Victor, sintiendo la presión, apretó los dientes. "No puedes detenerme, Sam. He superado a todos los que se han cruzado en mi camino." Con un movimiento rápido, utilizó su habilidad de "Ira Dansandankai" al nivel 3, desatando una oleada de energía oscura que envolvió su cuerpo.
El aire se volvió tenso mientras ambos luchadores se preparaban para el siguiente intercambio. Sam se posicionó, listo para contraatacar, mientras Evil Victor se reponía y se preparaba para lanzar su ataque más devastador hasta el momento. La batalla prometía ser aún más feroz y peligrosa, y el destino de todos dependía del resultado de su enfrentamiento.
Sam, al percibir el ataque inminente de Evil Victor, reaccionó rápidamente. Con su agilidad sobrenatural, se lanzó hacia un lado justo cuando la flecha de fuego "Infernal King" fue disparada. La explosión que siguió fue colosal, creando una onda expansiva que iluminó el bosque y levantó una nube de polvo y escombros.
Sin embargo, Sam, al estar en su forma de shikigami y Lovecraftiano, tenía la capacidad de adaptarse a la situación. Con su esencia amorfa, se reformó y esquivó la mayor parte de la explosión, aunque el calor intenso le hizo sentir un ardor en su cuerpo.
"¡Eres un payaso, Evil Victor!" gritó Sam mientras se reconfiguraba, transformando su brazo en una forma alargada y afilada para atacar. "Si crees que tus trucos de fuego me asustarán, te equivocas."
Evil Victor sonrió con malicia. "Me alegra que estés disfrutando del espectáculo. Pero no me subestimes; tengo mucho más en mi arsenal." Con un gesto, comenzó a reunir más energía, creando una esfera de fuego en su otra mano.
Sam, percibiendo el aumento de poder de su oponente, se lanzó hacia adelante, realizando una serie de movimientos rápidos. Con cada golpe, intentaba encontrar una apertura en la defensa de Evil Victor, pero este parecía anticipar sus movimientos, esquivando y contraatacando con ataques de fuego.
"¡Sufre!" gritó Evil Victor mientras lanzaba otra ráfaga de llamas hacia Sam. Esta vez, las llamas tomaron la forma de serpientes ardientes, que se lanzaron hacia él con velocidad.
Sam rápidamente extendió sus manos, invocando su poder interno. "Sombras del pasado, escóndeme." En un instante, se envolvió en una neblina oscura, que le permitió desvanecerse y evitar las serpientes de fuego. Apareció detrás de Evil Victor, golpeándolo en la espalda con fuerza.
Evil Victor giró, sorprendido. "¿Qué? ¡Eso no es justo!" se quejó, mientras intentaba contraatacar. Sam, sintiendo la ventaja, siguió atacando, moviéndose con rapidez y gracia, tratando de desgastar a Evil Victor antes de que pudiera usar su poder una vez más.
Mientras la batalla continuaba, la tensión aumentaba y ambos combatientes se daban cuenta de que el destino de la lucha dependería de quién pudiera adaptarse y superar al otro en ese intenso juego de poder.
Sam, con una concentración feroz, sintió la energía del blaster solar acercándose a él. Con una sonrisa confiada, alzó sus manos y absorbió la energía del ataque, transformando su forma en una manifestación oscura y poderosa. "Parece que no eres el único que puede adaptarse," dijo Sam, su voz resonando con un eco ominoso.
Evil Victor observó con incredulidad cómo su poderoso ataque era contrarrestado. "¡Imposible! ¡No deberías poder hacer eso!" gritó, intentando redirigir su energía hacia el ataque de Sam, pero la concentración de este era inquebrantable.
Con un movimiento decidido, Sam liberó la energía absorbida, lanzando una esfera de poder hacia Evil Victor. La esfera creció rápidamente, iluminando el bosque con un brillo intenso mientras se acercaba. "Este es el verdadero poder de un amigo perdido. ¡Demuéstrale tu verdadero yo, Evil Victor!" gritó Dariel, alentando a Sam mientras ella y Victoria se mantenían al margen, listas para actuar.
Evil Victor, en un intento desesperado, creó un escudo de energía a su alrededor, pero no fue suficiente. La esfera de poder impactó contra el escudo, causando una explosión que reverberó por todo el bosque. Las ramas se rompieron y el suelo tembló bajo la fuerza del ataque.
Mientras la explosión iluminaba la oscuridad, Dariel y Victoria sintieron el aire caliente golpeando sus rostros. "¡Tenemos que ayudarlo!" exclamó Dariel, pero Victoria la detuvo con un gesto. "No, déjalos pelear. Sam necesita demostrar su poder, y Evil Victor debe enfrentar las consecuencias de sus actos."
La explosión se disipó, y cuando el humo se aclaró, Sam se mantuvo en pie, con una expresión decidida en su rostro. Evil Victor, aunque aturdido, se levantó con rabia. "¡No dejaré que te salgas con la tuya! ¡Voy a acabar contigo, Sam!"
"Esta vez, no seré un espectador," respondió Sam, listo para lanzar otro ataque, con Dariel y Victoria observando desde un lugar seguro. La batalla apenas comenzaba, y la determinación de todos los presentes se volvía palpable en el aire.
Darién paro su invocación y luego observo a Victoria. "Todo bien". Observo a la esposa de Evil Victor.
Victoria, con una expresión de furia y determinación, agarró a Evil Victor de las orejas, forzándolo a acercarse a Dariel.
"¡Tú, monstruo!" exclamó Victoria, su voz llena de rabia. "¡No puedes seguir así! Has causado demasiado dolor y sufrimiento. Es hora de que enfrentes las consecuencias de tus acciones."
Evil Victor, aún con una sonrisa arrogante en su rostro, intentó liberarse, pero la fuerza de Victoria lo mantenía en su lugar. "¿De verdad crees que esto puede detenerme? No entiendes el poder que tengo," respondió, pero su tono comenzó a tambalearse, revelando un atisbo de inquietud.
Dariel, observando la escena, sintió que la tensión aumentaba. "No solo has hecho daño a los demás, sino que también has manipulado a la gente que te quiere. ¡Es hora de que pagues por lo que has hecho!" Su mirada se endureció mientras se acercaba a ellos.
Victoria, sintiendo la presión de la situación, giró su cabeza hacia Dariel. "¿Qué vamos a hacer con él?" preguntó, dejando entrever su propio conflicto interno. "No quiero lastimarlo, pero no puedo dejar que siga causando caos."
"Necesitamos sacarle el poder que ha robado," dijo Dariel, con firmeza. "Si podemos neutralizar su fuerza, tal vez podamos devolverlo a la razón y hacer que enfrente su pasado. Debemos encontrar la manera de separarlo de la oscuridad que lo controla."
Evil Victor, al escuchar esto, soltó una risa burlona. "¿De verdad piensan que pueden detenerme? ¡Soy más poderoso de lo que imaginan!"
Dariel se adelantó y le dijo, "No estás solo en esto. Aún tienes la oportunidad de redimirte, de ser el Victor que alguna vez conocimos."
Con determinación renovada, Victoria apretó su agarre, dispuesta a hacer lo necesario para detener a su esposo y salvarlo del abismo al que había caído.
Evil Victor se detuvo un momento, aturdido por el golpe de Victoria. Su expresión se tornó de desprecio a confusión. "¿Disculpas? ¿Por qué debería disculparme por querer alcanzar mi verdadero poder?" replicó, intentando recuperar su compostura.
"Porque has cruzado una línea que no se puede borrar," respondió Victoria, su voz llena de furia. "Tus acciones han tenido consecuencias terribles. La vida de esa chica, de Sam, y de todos a los que has herido. ¡Eres mi esposo, pero no reconozco al monstruo en el que te has convertido!"
Evil Victor se rió despectivamente, aunque la risa tenía un tono nervioso. "¿Tú crees que puedo pedir disculpas por ser más fuerte? Este mundo no tiene lugar para la debilidad. ¿Te crees capaz de cambiarme?"
Mientras tanto, Sam continuaba esquivando y atacando con velocidad, golpeando a Evil Victor en cada oportunidad. "Eres un necio si piensas que esto terminará bien," dijo Sam, mientras lanzaba un golpe directo hacia el abdomen de Evil Victor, quien apenas logró apartarse a tiempo, aunque la fuerza del ataque lo hizo tambalear.
Victoria, viendo la oportunidad, se acercó a su esposo y lo miró a los ojos. "Lo que estás haciendo no es fortaleza, es cobardía. Utilizar el poder para dominar y destruir es el camino más bajo que puedes tomar. No tienes que ser este ser que has creado. Regresa a quien eras. ¡Hazlo por nosotros, por nuestra familia!"
Evil Victor, aunque en un estado de furia, pareció dudar por un instante, el destello de la persona que una vez fue surgiendo por debajo de la superficie oscura. Pero su ego y deseo de poder luchaban contra esos recuerdos. "¿Y si ya no puedo volver?" murmuró, su voz más suave, aunque con un matiz de desesperación.
"Puedes, si lo decides," dijo Victoria, su voz firme pero llena de compasión. "Pero primero, debes enfrentar lo que has hecho. Tienes que pedir disculpas, no solo a Dariel, sino a todos los que has lastimado. Es el primer paso para redimirte."
Sam se movió con agilidad, intentando aprovechar el momento de duda de Evil Victor, lanzando un ataque rápido hacia él. "¡No te escondas detrás de tus excusas! Si realmente quieres redimirme, demuéstralo enfrentándote a las consecuencias de tus actos!"
Evil Victor, recuperando la compostura, se preparó para contraatacar, pero el conflicto interno se reflejaba en su rostro. La lucha no era solo física; era una batalla de voluntades, y el resultado de esta pelea podría definir no solo su destino, sino también el de aquellos a quienes había herido.
Dariel, sintiendo la presión de la situación y la necesidad de controlar el caos, concentró su energía y levantó ambas manos hacia Sam, invocando la palabra de desactivación. "¡Desactivación total de Sam!" gritó, enfocando su voluntad en revertir la invocación.
Sin embargo, al no notar el efecto inmediato, se preocupó. "¡Vamos, Sam! ¡Regresa! Necesito que te detengas y me escuches!"
Victoria se plantó firme, sus ojos destilando una mezcla de dolor y rabia. La imagen de Dariel, herido y vulnerable, llenaba su mente mientras se acercaba a Evil Victor, quien había sucumbido a la oscuridad y se había convertido en un monstruo.
Con cada paso, el aire se volvía más denso, como si la misma atmósfera presenciara la batalla interna de Victoria. "¡Esto es por Dariel!", gritó, y con una fuerza que parecía sobrehumana, lanzó un golpe devastador hacia su esposo. El impacto fue ensordecedor; la energía del golpe resonó como un trueno en la noche. Evil Victor, sorprendido por la furia de su esposa, retrocedió, su expresión de arrogancia transformándose en una mezcla de confusión y desdén.
El eco de su golpe reverberaba en la distancia, y por un momento, el tiempo se detuvo. Victoria sintió cómo el dolor y la traición de sus recuerdos compartidos la atravesaban. "¿Qué te ha pasado?", susurró, la vulnerabilidad asomando entre su furia. "Eras mi todo, y ahora… ahora eres solo un reflejo de lo peor".
Evil Victor, con su mirada fría y vacía, se reagrupó, aunque había algo más en su mirada: un destello de conflicto, un atisbo del amor que alguna vez había sido. "No sabes lo que dices, Victoria. Este mundo es más cruel de lo que crees, y yo soy la única respuesta", respondió, su voz un eco de dolor y desesperación.
Ambos se enfrentaron, la tensión palpable, y en el fondo, Victoria se preguntaba si había alguna posibilidad de recuperar al hombre que había amado. La lucha no solo era entre ellos, sino también una batalla entre la luz y la oscuridad que habitaba en el corazón de Evil Victor. Mientras tanto, la sombra de su pasado y los gritos de Dariel resonaban, convirtiendo este encuentro en un clímax de emociones. ¿Podría el amor todavía encontrar un camino en medio de la devastación?
Victoria, con el corazón palpitante de rabia y dolor, miró a Evil Victor, quien aún temblaba tras su golpe. Su voz, enérgica y cargada de emoción, cortó el silencio: "¡Pídeles disculpas a Dariel! ¡Pídeles disculpas por lo que le hiciste!"
Evil Victor se quedó en silencio, su expresión endurecida por el resentimiento, pero en sus ojos brillaba una chispa de confusión. "¿Por qué debería hacerlo? Este mundo no tiene lugar para la compasión. ¡Soy más fuerte que eso!" replicó, su voz resonando con una arrogancia que en el pasado había encontrado atractivo.
"¡Eso no es fuerza, Victor! ¡Es cobardía! ¡Te has dejado consumir por la oscuridad!" Victoria gritó, la furia desgarrando su voz. "Dariel no era solo un objetivo. Era una persona, y tú lo mataste sin piedad. ¿Es eso lo que querías ser? ¡¿Es eso lo que quieres?!"
La tensión entre ellos creció, electrificando el aire a su alrededor. Victoria sintió el peso de sus recuerdos compartidos, los momentos felices que se desvanecían ante la realidad de lo que su esposo había hecho. "Tienes que reconocer lo que hiciste. Tienes que sentir el peso de tus acciones. Solo así podrás ser verdaderamente fuerte, ¡solo así podrás redimirte!", insistió, su voz temblando con la urgencia de un amor que aún se negaba a morir.
Evil Victor, aunque se mantenía firme, empezó a tambalearse en su convicción. Un destello de duda cruzó su rostro, pero rápidamente lo ocultó bajo una capa de frialdad. "No puedo pedir perdón a alguien que ya no está. No puedes esperar que lo haga", dijo, su voz un susurro de desafío.
"¡No me importa si no está! ¡Te exijo que lo hagas! Aunque solo sea un gesto, aunque solo sea por mí. La humanidad que aún queda en ti debe ser capaz de reconocer el daño causado. Si hay algún rastro del Victor que amé, ¡debes hacerlo! Pide perdón, o perderás para siempre todo lo que una vez fuiste", expresó Victoria, su voz quebrada pero firme, con lágrimas asomando en sus ojos.
La atmósfera se tornó densa y pesada, y el silencio se convirtió en un grito ensordecedor de emociones no resueltas. ¿Podría Evil Victor enfrentar la verdad de su propia oscuridad, o se quedaría atrapado en las sombras de su propia creación?
La rabia de Victoria alcanzó su punto de ebullición. Sin poder contenerse más, con un grito feroz que resonó en el aire, lanzó a Evil Victor al suelo con una fuerza abrumadora. El impacto fue brutal, el sonido retumbó como un trueno en la noche silenciosa.
"¡Te dije que pidas disculpas!", vociferó, su mirada fija en él con una intensidad que desbordaba dolor y determinación. La furia ardía en sus ojos, una mezcla de amor y desesperación que la empujaba a actuar con tal ferocidad. "¡No puedes simplemente escapar de las consecuencias de tus actos! ¡No puedes ignorar lo que le hiciste a Dariel!"
Evil Victor, aturdido y con la mirada de desprecio habitual, trató de levantarse, pero la fuerza de Victoria lo mantenía en el suelo, como si la gravedad de sus acciones lo pesara aún más. "¿Y qué quieres que haga, Victoria? ¿Que me arrastre ante un fantasma y pida perdón? ¡Es absurdo!", respondió, su voz entrecortada por la mezcla de indignación y vulnerabilidad.
"No es absurdo, es necesario. ¡Es lo mínimo que puedes hacer! ¡Dariel merece saber que lo que hiciste no fue solo un acto de poder, sino una monstruosidad!", insistió, sintiendo cómo la adrenalina corría por sus venas.
Con cada palabra, el corazón de Victoria se rompía un poco más, mientras se preguntaba si realmente había alguna esperanza de recuperar al hombre que había amado. "No solo por él, sino por ti mismo. Si todavía queda un atisbo de la persona que fuiste, debes enfrentarlo. ¡Pídeles disculpas o seguirás siendo este monstruo!"
La tensión entre ellos era palpable, un enfrentamiento de amor y oscuridad, donde el futuro de su relación pendía de un hilo. ¿Podría Evil Victor encontrar el valor para enfrentar su pasado y redimirse, o se quedaría atrapado en su propio tormento?
Atrapado bajo el peso de las palabras de Victoria, Evil Victor sintió cómo su fortaleza comenzaba a desmoronarse. Su mirada se tornó vacía, el fuego de la arrogancia apagándose lentamente mientras la realidad de sus actos lo envolvía.
Finalmente, tras un profundo suspiro que resonó como una tormenta interna, dejó caer la cabeza. "Está bien…", murmuró, su voz apenas un susurro. "Lo haré."
Victoria, sorprendida por su respuesta, lo miró con incredulidad. "¿Qué… qué dijiste?"
"Pido disculpas", continuó Evil Victor, su tono más serio, aunque tembloroso. "Pido disculpas a Dariel. Por todo lo que hice. Sé que no puedo deshacer el daño, pero lo siento. Lo siento profundamente."
Las palabras flotaron en el aire, y Victoria sintió una mezcla de alivio y dolor. No era suficiente para sanar todas las heridas, pero era un paso hacia la redención. Se apartó un poco, permitiendo que el peso de la confesión se asentara entre ellos. "¿De verdad lo sientes?" preguntó, su voz temblando entre la esperanza y la duda.
"Lo siento, Victoria", dijo él, levantando la mirada. "Lo siento por lo que me he convertido, por lo que le hice a Dariel, por haber arrastrado a todos los que amo a este caos. Nunca debí dejarme llevar por la oscuridad."
Victoria sintió una mezcla de emociones mientras lo observaba. La rabia aún burbujeaba dentro de ella, pero también había un destello de comprensión. "Es un comienzo, Victor", respondió, su voz más suave pero firme. "Pero necesitarás demostrarlo. Las palabras solo son el primer paso. Necesitas enfrentar las consecuencias de tus acciones."
Evil Victor asintió, su expresión ahora reflejando una mezcla de resolución y tristeza. "Lo haré. Haceré lo que sea necesario para enmendar mi error. Haré lo que pueda para proteger a aquellos a quienes he dañado. A ti… y a Dariel".
La atmósfera comenzó a cambiar, aunque el camino hacia la redención sería largo y complicado. Victoria sintió una chispa de esperanza, un pequeño resplandor en medio de la oscuridad. ¿Podría su amor ser suficiente para guiar a Evil Victor de vuelta a la luz, o el camino estaría lleno de más pruebas y sacrificios?
Victoria, sintiendo una mezcla de alivio y determinación, esbozó una pequeña sonrisa, aunque aún cargada de emociones. "Así me gusta", dijo, su voz llena de firmeza y una chispa de esperanza. "Me gusta escuchar que estás dispuesto a enfrentar lo que has hecho. Eso significa que aún hay algo de ti que puede ser salvado".
Evil Victor, aún en el suelo, se sintió aliviado por la reacción de Victoria. Su mirada, antes fría y distante, comenzó a mostrar un rayo de humanidad. "No será fácil", respondió con una voz más suave, "pero estoy listo para luchar por ello. Por nosotros y por aquellos a quienes he lastimado".
Victoria se agachó, quedando a la altura de su esposo, y le tomó la mano, un gesto de conexión que resonaba con el amor que alguna vez habían compartido. "Siempre he creído que la redención es posible, incluso para los más perdidos", dijo con sinceridad. "Pero debes estar dispuesto a hacer lo que sea necesario. A enfrentar las consecuencias, sin importar cuán dolorosas sean".
El ambiente entre ellos comenzó a transformarse, la tensión aflojándose lentamente. "Voy a buscar a Dariel y pedirle disculpas", afirmó Evil Victor, levantándose lentamente. "No puedo cambiar el pasado, pero puedo hacer todo lo posible para asegurarme de que el futuro sea diferente".
Victoria sintió una mezcla de emoción y gratitud. "Eso es un comienzo, Victor. Juntos podemos enfrentar cualquier desafío. Pero debes recordar que el cambio comienza desde adentro. No es solo lo que dices, sino lo que haces lo que contará".
Evil Victor asintió, sintiendo el peso de sus palabras. En ese momento, un destello de esperanza iluminó el oscuro camino que había estado recorriendo. Juntos, decidieron que su viaje hacia la redención apenas comenzaba, pero el amor que compartían podría guiarlos a través de la tormenta. ¿Sería suficiente para superar los desafíos que aún estaban por venir?
Fin.