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Chapter 8 - La operación encubierta

La noche había caído sobre Sky City, y la atmósfera estaba cargada de una tensión palpable. Las luces brillaban con intensidad en la sede de CHO Corp, proyectando sombras alargadas que se movían como espectros en las calles desiertas. En una de las azoteas cercanas, los Cuervos se reunían para su primera operación encubierta juntos. Los últimos ajustes se realizaban con una mezcla de nerviosismo y determinación.

Celia estaba conectada a su computadora portátil, ajustando los detalles de la infiltración, mientras Kuro observaba a su equipo desde un punto elevado. Los hermanos Alter y Ego se movían inquietos, mientras Alicia, Killer Zero, afilaba una de sus cuchillas con calma aparente.

—"¿Todo listo?" —preguntó Kuro, su voz firme, pero sin perder su calma característica.

Celia levantó la mirada de su equipo y asintió.

—"Listo. Los sistemas de seguridad tienen ventanas de vulnerabilidad. En cinco minutos, podré infiltrarme en el sistema central, pero solo tendré un margen de maniobra de unos diez minutos antes de que se den cuenta."

Kuro asintió y miró a los demás.

—"Esto va a ser rápido y peligroso. Alter, Ego, ustedes se encargarán de distraer a las patrullas en el perímetro. Causen el mayor caos posible sin llamar demasiado la atención hacia nosotros. Celia, Alicia y yo iremos directamente al laboratorio. Según lo que sabemos, ahí es donde están haciendo los experimentos más inhumanos."

Alter, siempre ansioso por la acción, dio un salto en su lugar y lanzó un puñetazo al aire.

—"¡Perfecto! Esto va a ser divertido."

Ego, como siempre, sonrió al verlo emocionado y lo imitó, levantando sus puños.

—"¡Sí! Vamos a causarles un buen lío."

Kuro les dedicó una última mirada seria antes de bajar su visor de combate.

—"Todos saben lo que tienen que hacer. Nos vemos del otro lado."

El equipo se dispersó en silencio, como sombras moviéndose entre las grietas de la ciudad. Alter y Ego se deslizaron por las calles, tomando posiciones en los puntos clave del perímetro. Una vez en posición, comenzaron su parte del plan: saboteos silenciosos que desviarían la atención de los guardias.

Alter colocó una pequeña bomba de humo en un callejón mientras Ego desactivaba una cámara de seguridad con un dispositivo portátil. Ambos se miraron y, con una sonrisa cómplice, se alejaron corriendo antes de que el caos comenzara. Al cabo de unos segundos, una densa nube de humo gris llenó la calle y las alarmas de las cámaras comenzaron a fallar.

Mientras tanto, Celia, Kuro y Alicia se movían sigilosamente hacia la entrada lateral del complejo. Celia iba a la cabeza, revisando las cámaras y desactivando los sensores de movimiento en su camino. Sabía que tenía poco tiempo antes de que alguien en la central de seguridad notara las irregularidades.

Llegaron a una puerta de acceso protegida por un sistema de seguridad de última generación. Celia se arrodilló frente al panel, sus dedos volando sobre su equipo de hacking. Unas luces verdes parpadearon en el sistema, y la puerta se abrió con un leve clic.

—"Estamos dentro," susurró, con un deje de satisfacción en su voz.

Kuro y Alicia entraron primero, sus armas listas en caso de que hubiera algún guardia. El interior del laboratorio estaba desierto, salvo por el suave zumbido de las máquinas en funcionamiento. El equipo avanzaba con cautela, sabiendo que no podían permitirse ningún error.

A medida que se adentraban en el laboratorio, comenzaron a notar detalles inquietantes. Había grandes cápsulas de vidrio alineadas contra las paredes, cada una conteniendo algo que parecía moverse dentro. Alicia, normalmente despreocupada, frunció el ceño al observar las siluetas oscuras en los tanques.

—"¿Qué diablos es esto?" —murmuró, observando más de cerca una de las cápsulas.

Dentro, una figura humana distorsionada y mutada flotaba en un líquido espeso. La piel estaba cubierta de cicatrices y marcas, y el rostro era una máscara de sufrimiento congelado. Claramente, los sujetos de experimentación no habían sido tratados como personas, sino como monstruos.

Celia, mientras tanto, había conectado su equipo a una terminal cercana. Los datos que comenzaban a aparecer en la pantalla eran perturbadores.

—"CHO Corp no solo está creando armas," dijo en voz baja, "están modificando humanos a nivel genético. Están combinando ADN humano con tecnología biotecnológica avanzada. Estos experimentos son... inhumanos."

Kuro, con el ceño fruncido, observaba la escena con una mezcla de furia y asco. Esto era peor de lo que habían imaginado. Los sujetos en las cápsulas no eran solo víctimas; eran una advertencia de lo que CHO Corp estaba dispuesto a hacer para mantener el control de Sky City.

—"Tenemos que sacar esta información y exponerla," dijo Kuro, mientras se volvía hacia Celia. "¿Puedes obtener todo lo que necesitamos?"

Celia asintió, con los ojos fijos en la pantalla.

—"Dame un minuto. Estoy copiando los archivos."

El tiempo corría, y Kuro sabía que no tenían mucho margen antes de que las patrullas en el exterior comenzaran a investigar el caos causado por Alter y Ego.

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El enfrentamiento

Justo cuando Celia terminaba de transferir los archivos, una alarma se activó. Las luces en el laboratorio comenzaron a parpadear en rojo, y el sonido de pasos apresurados llenó los pasillos.

—"Nos encontraron," dijo Alicia, con una sonrisa ladeada mientras desenfundaba sus cuchillas. "Hora de la acción."

Kuro asintió y se preparó, ajustando sus armas. Sabía que esto era inevitable, pero no podía permitirse perder la información que habían recopilado. Miró a Celia.

—"¿Tienes todo?"

Ella asintió, desconectando su dispositivo justo cuando los primeros guardias entraban en el laboratorio.

—"¡Alto ahí!" —gritó uno de los guardias, levantando su arma.

Pero antes de que pudiera disparar, Alicia ya estaba sobre él. Con una velocidad impresionante, lo desarmó y lo noqueó con un golpe rápido. Sin embargo, más guardias llegaron, armados y listos para atacar.

Kuro disparó hacia los que se acercaban desde el otro lado, cubriendo a Celia mientras ella buscaba una salida alternativa en el sistema.

—"Hay un conducto de ventilación detrás de esas cápsulas," gritó, apuntando hacia una esquina del laboratorio. "Es nuestra única salida."

Kuro asintió y lanzó una granada de humo, cubriendo su retirada mientras corrían hacia el conducto. Alicia se encargó de despejar el camino, mientras Celia se apresuraba a abrir la tapa del conducto.

—"¡Rápido, entren!" —dijo, mientras los sonidos de los guardias se acercaban cada vez más.

El equipo se deslizó por el conducto, desapareciendo en las sombras justo cuando los guardias irrumpieron en el laboratorio completamente cubierto de humo.

Una vez fuera del edificio, el equipo corrió hacia un callejón cercano, donde Alter y Ego ya los esperaban, riendo por el caos que habían causado en el exterior.

—"¡Lo hicimos!" —dijo Alter, todavía eufórico.

Pero Kuro no compartía su entusiasmo. Sabía que, aunque habían logrado infiltrarse y obtener la información, esto solo era el principio. Lo que habían visto en ese laboratorio era solo una pequeña muestra de los horrores que CHO Corp estaba creando.

—"Esto es solo el comienzo," murmuró para sí mismo, mirando hacia las luces distantes de la ciudad. "La verdadera batalla apenas empieza."