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Chapter 7 - Dirección

Tras el almuerzo no regresé a clases, me encuentro encerrado en mi habitación. La adrenalina en mi cuerpo ya ha pasado, pero ¿por qué me siento mal? ¿Es por la reacción que vi en Emily? ¿Por qué me ignoró? Y, sobre todo, ¿por qué me duele?

Estoy acostado en mi cama en una posición fetal. Siento que conseguí ponerle un alto a la maldita mafia de poder que hay en este lugar, odio a los abusadores, y ese sujeto se merecía lo que le hice, sin embargo, ¿realmente tenía que hacerlo tan intenso?

No he recibido ningún castigo, pensé que me llevarían a dirección o algo por el estilo, pero he recibido todo lo contrario. Mi corazón se aceleró demasiado y en consecuencia sufrí algunas punzadas durante ese momento.

Emily… ¿Por qué me ignoraste?

Trueno mi boca y llevo mis manos a mi rostro.

"Mierda", digo.

Las horas pasan, puedo ver un cielo en tonos naranjas asomándose por la ventana, deben ser cerca de las seis de la tarde. Mi teléfono suena y lo observo, entonces, puedo ver que la persona que me ignoró me ha mandado un mensaje.

"¿Estás bien?", pregunta Emily por la aplicación de mensajería.

¿Me está escribiendo? ¿Qué pasó?

"Eso mismo me pregunto, ¿estás bien, Emi?", pregunto.

Ella tarda un poco en contestar, pero finalmente lo hace.

"Sí, lo estoy, la verdad es que solo me lastimó las piernas, pero la doctora Fabiola me curó rápidamente", responde.

Emily parece ser menos tímida por redes sociales que en persona, bueno, al final no tiene que hacer contacto con nosotros ni vernos a los ojos, debe ser más fácil para ella así.

"Me alegro mucho, qué bueno", respondo.

"¿Y tú? Te noté algo mal hace rato y no regresaste a clases", dice.

La verdad es que me viste así porque tú tenías la culpa, pero ahora me siento mucho mejor.

Me siento rápidamente en mi cama y mi rostro sonriente regresa, es como si en realidad hubiera estado deseando que ella me buscara.

"Descuida, pensé que estabas molesta conmigo y me sentí mal", digo.

Ella no responde, se desconecta de la aplicación y me deja colgado del mensaje.

¿Eh? ¿Por qué me deja así? ¿Un visto? Probablemente está ocupada.

Tras diez minutos me doy cuenta de que algo anda mal, ella simplemente 'me clavó un visto' y me dejó así.

Mierda, no debí decir eso.

Llevo mis manos a mi cabeza y comienzo a enmarañar mi cabello por desesperación mientras me pongo de pie y me retuerzo.

"¡Tonto! ¡Tonto! ¡Idiota! ¡Lo arruinaste!", exclamo.

Entonces, alguien toca mi puerta tres veces.

¿Eh?

Camino hacia mi puerta y a través del lente y solo puedo ver la cima de la cabeza de una mujer.

"¿Emily?", digo, abriendo la puerta lentamente.

En cuanto la abro, puedo ver el rostro sonrojado de una dulce chica de 17 años. Su nariz enrojecida, una expresión llena de tristeza con sus ojos entrecerrados, sus labios temblando, y una mar de lágrimas escurriendo de sus ojos me hacen darme cuenta de que ella no estaba enojada conmigo.

Su cabello ligeramente enmarañado en su rostro y algunos cuantos enredados que sobresalen de su preciosa melena.

"Yo… no puedo enojarme contigo", dice, con una voz dulce mientras solloza.

La verdad es que me encuentro perplejo para este momento, jamás pensé que ella podría venir a verme directamente.

"Eh… pasa, por favor", digo.

Ella lentamente pasa a mi dormitorio y cierro la puerta.

"Nunca pienses que podría enojarme contigo… ¿cómo podría? Has sido el único que ha intentado hablar conmigo de verdad, y sobre todo… te metiste en problemas por mí", dice ella, cubriendo su rostro con sus manos para romper en llanto y caer sentada en mi cama.

Para este punto sé que estoy frito, no entiendo qué está pasando, ella debió haberla pasado muy mal sola todo este tiempo. No sé qué debo hacer, abrazarla, consolarla, mi cuerpo está inmóvil.

"Siempre termino metiendo en problemas a mis seres queridos… perdóname, Eric, de verdad, lo siento mucho", dice.

¿Eh? ¿Por qué se disculpa?

Finalmente, mi cuerpo reacciona y camino hacia ella para poner una mano en su hombro y acariciarla.

"Descuida, no solo lo hice por ti, yo quería darle una lección a ese maldito, además, nada de esto es tu culpa, no te dejaré sola nunca, siempre estaré para ti", digo.

Ella levanta su rostro y puedo ver su precioso rostro cubierto en lágrimas, así mismo, sus ojos rojos de tanto llorar brillan como nunca, y tras contenerse, rompe en un llanto desconsolado.

Emily hunde su rostro en mi abdomen y me abraza con fuerza.

"¡Perdón!", exclama repitiéndolo en muchas ocasiones.

"Tranquila, Emi. Todo está bien, todo está bien…", digo, abrazándola y acariciando suavemente su cabello.

Sin darnos cuenta, el tiempo transcurrió rápidamente, el cielo se oscureció por completo, era hora de ir por la cena.

"¿Crees que deberíamos ir a cenar?", pregunto.

Ella me suelta lentamente y limpia su rostro con sus manos.

"Sí, vamos", dice entre sollozos.

No puedo evitar iluminar mi rostro con una sonrisa gentil, la verdad es que me siento mejor de verla así, expresando sus emociones. Muchas veces es lo que una persona necesita, sacar lo que siente.

Emily se pone de pie y entonces salimos de mi habitación, para nuestra sorpresa, el pasillo está lleno de chicos, y claro, en cuanto me ven salir se callan dejando un ambiente incómodo, sin embargo, nada ocurre hasta que comienzan a murmurar cosas al verme salir con Emily.

Ella se da cuenta de esto y agacha su rostro de manera inmediata mientras se ilumina en un rojo intenso.

"¿Está saliendo con la rarita?".

"¿Crees que estaban haciendo esas cosas?".

"Por algo tenía que protegerla como lo hizo".

Murmuran a nuestro alrededor, sin embargo, a mí no me afecta en absoluto, pero a Emily sí, por lo que la tomo del brazo y me la llevo a un paso veloz del lugar, finalmente salimos de los dormitorios y la suelto.

"No les hagas caso, no tiene que molestarte nada de lo que digan, basta con lo que tú pienses" digo, mirándola con una gran sonrisa.

Ella me mira a los ojos en un solo instante y mira hacia la nada, como siempre, no puede mantener contacto fijo.

Así, caminamos hasta el comedor y ordenamos nuestra cena, Rodrigo y las demás se nos acercan en la mesa y nos sentamos juntos.

"¿Estás bien, Eric?", pregunta Diana.

"Sí, no te preocupes, estoy muy bien", digo.

"Qué bueno, porque el director quiere verte mañana a primera hora", dice.

¿El director? Bueno, parece que entones sí tendré un castigo.

"Gracias por avisarme", digo.

Terminamos de cenar y regresamos a los dormitorios. En todo este tiempo no pude ver a David por ningún lado. Debe estar castigado o algo. Camino entre todos los varones en los dormitorios, parece ser que soy el centro de atención, todos me miran con curiosidad mientras murmuran cosas como "Él se atrevió a hacerle frente a David", o "Él está saliendo con la rarita de los novatos".

Sin embargo, nada de lo que digan me molesta, la fama que me hacen en realidad me viene muy bien. Llego a mi habitación, entro y cierro la puerta con seguro, así mismo, enciendo el televisor y me retiro por completo el uniforme para ponerme un pants gris y una playera azul. Me pongo mis sandalias y me siento en mi cama mientras que con el control del televisor busco algo interesante para ver.

"La verdad es que esto no está tan mal", digo.

Pensándolo bien, realmente es así. No tengo peligros externos, tengo comida, cable, internet, techo, aire acondicionado, escuela, biblioteca, tienda, y un centro deportivo, todo esto en un solo lugar sin tener que moverme largas distancias como en la ciudad. Parece que sin darme cuenta poco a poco me acostumbro a este lugar.

Me lanzo a mi cama y sin darme cuenta me quedo dormido con el televisor encendido, es mi alarma la que me despierta abruptamente. Me levanto, apago la alarma y entro a la ducha como lo he hecho hasta ahora antes de ir a clases.

Tras alistarme, salgo de mi dormitorio, todo mundo se encuentra rumbo a tomar su desayuno como todos los días. Esta vez voy rápido, tomo mi desayuno que está formado por cuatro panqueques, un huevo, dos pedazos de tocino, una taza de café y un vaso de jugo de naranja.

Puede que lo que pasó con David ahora sea excesivo ya que, todos me miran como deseando que me siente en sus mesas, sin embargo, busco una vacía y me dispongo a desayunar solo.

Comienzo a masticar mis panqueques los cuales tienen una excelente consistencia, saben deliciosos, y no están resecos como suelen hacerlos en muchos lados. Me encuentro por terminar cuando llega Rodrigo para sentarse conmigo.

"Buenos días, viejo", dice, sentándose en la silla y colocando la bandeja en la mesa.

"Buenos días", digo, dando el último bocado de mi desayuno.

Rápidamente me pongo de pie y tomo mi bandeja.

"¿Ya te vas?", pregunta.

"Sí, Diana dijo que el director quería verme a primera hora", digo.

Sin más, camino hasta la barra, dejo mi bandeja y me retiro del comedor para ir a la dirección. Subo las escaleras del edificio de clases principal, la dirección se encuentra en el último piso según veo los letreros. Al llegar puedo ver un pasillo largo, aquí se encuentra la dirección escolar, dirección de actividades deportivas y la sala del consejo escolar.

Camino hasta la dirección y toco la puerta.

"Dr. Noel A. Rebolledo Sánchez", es lo que dice el letrero de la puerta.

"Adelante", escucho que alguien dice desde el otro lado.

Sujeto la perilla y la giro para abrir la puerta.

Al abrir la puerta puedo ver a un hombre sentado en una silla de oficina detrás de un escritorio. Se encuentra realizando algo en una computadora MAC Pro. El hombre se ve algo grande, debe tener cerca de 45 años, su cabello es gris, aparentemente las canas están brotando y optó por ese tinte para disimularlo, su piel es ligeramente clara, tiene rastros de barba lo que indica que suele ser alguien que se afeita a diario.

Sus cejas son negras y pobladas, su físico es particularmente normal, no parece que sea algún mutante. Su vestimenta es similar a la nuestra, solo que usa un saco todavía más elegante que el nuestro.

A su lado se encuentra otro hombre, un sujeto de unos 30 años, 170 centímetros de altura, cabello negro y largo hasta los hombros, incluso su fleco cubre parte de su rostro. Su piel es morena, usa una camisa blanca manga larga, un pantalón negro de vestir y guantes blancos de algodón. Sus ojos son marrones y sus labios algo gruesos.

"Ah, veo que eres el joven Eric", dice el hombre tras el escritorio, levantando su mirada y dejando de teclear en el ordenador. Su voz es gruesa e imponente pero muy serena.

Su mirada se fija sobre mis ojos, los suyos son azules, pero un azul tan claro que podrías decir que estás viendo una estrella de neutrones en sus iris.

"Por favor, Eric, toma asiento", dice.

Yo camino hasta el lugar frente a él y me siento, la silla es una de madera de cedro con cojines, muy elegante. Toda la oficina es elegante, paredes beige con detalles arquitectónicos similares a la edad media. Hay muchos estantes de libros en todos lados.

"¿Gustas agua?", dice el sujeto, levantando ligeramente su mano y meneándola.

Con este gesto, el otro sujeto se mueve hasta un mueble donde tiene un dispensador de agua, tomando un vaso de cristal y llenándolo para regresar a nosotros y dármelo.

"Muchas gracias", digo, sujetando el vaso.

Bebo del agua y pongo el vaso sobre el escritorio.

"Primero que nada, Eric, mucho gusto, es un placer verte en persona. Me llamo Noel André Rebolledo Sánchez, soy el director de este instituto", dice, sonriendo gentilmente.

"Quiero sabes si eres consciente del motivo por el cual has tenido que venir hoy aquí".

¿Así que es ese tipo de directores? Bueno, nada tan lejos de los que he tenido en mis escuelas anteriores, son muy tranquilos y buscan que aceptes tu culpa.

"Sí, lo sé", digo.

"Entonces es muy buen avance", dice, tomando una posición relajada sobre su asiento.

"Eric, lo que hiciste estuvo mal, no buscamos castigarte ni nada, ya que, en cierta forma, sabemos que hay personas que no negocian con palabras, sino con violencia, pero, lo que buscamos es hacerte comprender que lo que hiciste fue exagerado, un golpe hubiera sido suficiente", dice.

Lo dice como si ese monstruo pudiera detenerse con un golpe, no se detuvo hasta que casi lo mato.

"David es uno de nuestros candidatos estrella a egresar y convertirse en un mutante apto para vivir en la sociedad. Sin embargo, con lo que pasó ayer es imposible, los mutantes no pueden salir del instituto hasta no verse rehabilitados de cualquier impulso violento para la sociedad".

Así que en realidad esa es la forma para salir de aquí, aprender a usar tus poderes, convertirte en una buena persona y entonces puedes salir de aquí.

"¿Y no puede ir a la universidad?", pregunto.

"Claro, pero una universidad para mutantes no podrá vivir en la sociedad externa hasta no haberse rehabilitado por completo", dice, entrelazando sus dedos y poniendo sus manos sobre la mesa.

"Sin embargo, Eric, tú eres una persona tranquila, quiero saber por qué hiciste eso", dice, mirándome con unos ojos retadores.

Me mantengo en silencio por un momento, bebo un poco de agua y coloco el vaso nuevamente sobre la mesa.

"Ese sujeto ataca a todos sin pensar, atacó a Emily, aunque ella no le había hecho nada, no sé quien fue, pero alguien arrojó una hamburguesa con mucha fuerza que terminó impactándose con la bandeja de ella mientras iba pasando, esto resultó en una suma de vectores de fuerzas por lo que la comida de Emily cayó sobre la espalda de David", digo.

"Ese sujeto no quiso escucharla, y aunque sabía que ella no tiene ni la fuerza ni la habilidad como para hacerle frente la atacó, no podía ver eso sin hacer nada, ella o quien sea, no podía permitirlo", digo.

El director me mira mientras levanta una ceja. Luego sonríe y nuevamente se recuesta sobre su asiento.

"Veo que eres una persona de carácter fuerte y con una determinación inquebrantable, con un sentido único de justicia, serás un buen mutante", dice.

"¿Mutante? Solo quiero salir de aquí, con todo respeto, pero no quiero usar mis poderes, si tan solo me pudieran enseñar a usarlos y luego dejarme salir, créame, sería muy feliz", digo, mostrando un rostro algo molesto.

"Eso dijo un chico como tú hace tiempo, y ahora es director de este instituto", dice el director, sonriendo con un rostro gentil.

Así que él fue como yo.

"Eric, no te castigaremos, solo evita este tipo de peleas, en el peor de los casos puedes morir, corriste con suerte de ser más ágil que David, pero si no hubiera sido así probablemente tu sangre habría corrido por el suelo. David está castigado en las celdas especiales para mutantes que tenemos, sin embargo, probablemente busque venganza, si es así, por favor, háznoslo saber, le pondremos un alto", dice.

Claro que les diré, luego de darle otra paliza.

"Sí, claro", digo.

"Ahora, aprovechando que estás aquí, dime. ¿Qué te parece todo el lugar?", pregunta.

"Bueno, la verdad es que es lindo, me siento muy cómodo con todo", respondo.

"¿Verdad?", dice, sonriendo alegremente.

"Eric, los chicos en este lugar son especiales, muy especiales, no podemos dejar que caigan en el camino del mal, incluso si eso significa tener que matarlos".

Trago saliva en silencio tras ese comentario.

"Tengo entendido que usan a los mutantes para combatir mutantes", digo.

El director asiente y lleva sus manos con sus dedos entrelazados hasta su boca.

"Cuando los mutantes están listos para salir a la sociedad se les da la oportunidad de hacerlo, pero así mismo, trabajan para nosotros, no es que no salgan del instituto, solamente trabajan para nosotros, son enviados a misiones en equipos especiales a detener a los mutantes rebeldes", dice.

"Nuestra prioridad es detenerlos y traerlos al instituto, sin embargo, si estos se niegan entonces tenemos el derecho de defendernos incluso si eso termina con la muerte del rebelde, la última opción es matarlos".

"Por supuesto, la paga es increíble, depende tu rango, pero el salario mínimo para un mutante activo en campo es de diez mil pesos", dice el director.

"¿Mensual?", pregunto.

Él comienza a reír a carcajadas finas y elegantes, tomando el pañuelo de su bolsillo derecho del pantalón y limpiándose las pequeñas lágrimas que brotan de sus ojos.

"Diez mil pesos por misión", dice.

¡Increíble! ¡Solo por misión! Bueno, es poco sabiendo que puedo morir en una de ellas.

"Pero eso es poco", digo.

"Por eso dije, dependiendo tu rango", responde.

"No puedes salir del instituto, por supuesto, si no cumples con el mínimo de misiones de campo, son 5 misiones", dice.

"¿Aunque no quiera?", pregunto.

"Así es, de lo contario no podrás salir hasta que no las completes", dice.

Con esto dicho, sé que puedo salir antes de aquí, siempre y cuando controle mis poderes a tiempo. Pero primero, debo averiguar que clase de poderes tengo.

"Pero primero debemos ver qué tipo de poder tienes", dice el director.

"¿Usted también es un mutante?", pregunto.

Él sonríe gentilmente, cerrando sus ojos y suspirando.

"Sí, soy un mutante", responde.

"¿De qué tipo?", pregunto.

Él me mira fijamente con un rostro serio y deja salir un gran suspiro.

"Soy un mutante de la más rara categoría, Timekeeper, esa es mi clase", dice.

"No solo eso, por mis habilidades y poder soy de tipo SSR".

¡Es un mutante del más alto rango! Pero ¿qué es un Timekeeper? Si incluye el tiempo entonces algo debe ir por allí.

"Ahora, Eric, espero que tengas un lindo día, por favor, regresa a tus clases, y ya sabes, no repitas lo que hiciste o tomaremos medidas", dice, dejando caer su cuerpo por completo sobre su asiento.

Me pongo de pie y estiro mi mano, él hace lo mismo y estrechamos nuestras manos.

"Con permiso", digo, realizando una reverencia ante el director y su asistente y entonces salgo de la dirección.

Siendo sincero esperaba alguna sanción, no sé, dejarme sin comer dos días, ponerme a hacer alguna actividad social, etcétera, sin embargo, veo que por ser nuevo me dejaron libre con facilidad.

De cualquier forma, debo evitar los problemas. Así, sigo mi camino por los pasillos hasta llegar a mi clase, sin embargo, mi mente divaga en la conversación que tuve con el director, por ello, debo concentrarme, no quiero atrasarme en las clases.