Después de aquella noche tan loca que viví no pude dormir bien durante los siguientes días, ¿acaso genere algún trauma a causa de aquella experiencia cercana a la muerte?, ¡pero claro que no!, estaba absolutamente encantado, pasaba los días y noches imaginando la clase de cosas que viviría de ahora en adelante, sobra decir que mi atención en la escuela fue disminuyendo considerablemente.
Con los días algunos notaron este comportamiento extraño en mí, pero daba excusas simples como haber pasado la noche jugando videojuegos, si le contara a alguien lo que ocurrió y que ahora estoy esperando un "llamado" el cual no tenía idea alguna como se realizaría creerían que perdí la cabeza.
Dedique mucho tiempo a experimentar (jugar) con el rehilete, practicando y viendo lo que podía hacer con él, mi casa ya se notaba bástate desordenada, supongo que es lo menos a esperar cuando tienes tornados constantes en una habitación cerrada. Gracias a estas prácticas aprendí un par de cosas, primero no tengo que soplar el rehilete para usarlo si me concentro en el puedo generar lo misma reacción, aunque en un apuro soplarlo es más rápido, aunque me quedo sin aliento al poco tiempo; además hasta ahora solo use el tornado alrededor mío, pero también puedo concentrarlo en otros objetos, es considerablemente más pequeño, pero es suficiente para levantar objetos no muy grandes e incluso dispararlos como proyectiles, un accidente que involucro una ventana y un plato lo comprobó, eso le dolió a mi cartera.
Semanas pasaron, ya casi un mes entero y yo seguía esperando el llamado, mi alegría se habían convertido en nervios para este punto, temía que nunca llegara, de hecho, de no ser porque tenía el rehilete con migo probablemente ya estaría dudando si aquello realmente pasó.
Ahora me encontraba en la escuela, estábamos teniendo una larga y aburrida lectura, además la monótona voz del profesor no ayudaba a mi necesidad creciente de dormir, finalmente mis ojos se estaban cerrando.
- ¡¡¡A-Ahhh, Ahhhh!!! -
Fui despertado bruscamente, pensé que eran gritos, pero no... ¡Eran gemidos!, la clase que escucharías en uno de esos molestos videos de broma, y provenían directamente desde mi celular.
Todos en la clase me estaban viendo, el profesor incluso detuvo su aburrido discurso.
- ¡¡¡Ahhh, si, ahí!!! -
El maldito sonido seguía y seguía, no podía sacar el celular de mi bolsillo por los nervios, cuando al fin lo logre, no podía apagarlo ni bajar el volumen, ¿Qué broma de mal gusto era esta?, pensaba, hasta que note que era una llamada entrante "Agatha", mi llamado había llegado, ¡y en el peor momento y forma posible!
- Sr. Mendel, veo que tiene asuntos que atender, siéntase libre de retirarse, es más ¡Tómese toda la semana! - Grito el profesor con mucho enojo.
Recogí mis cosas tan rápido como pude y salí del salón para finalmente contestar mi llamada.
- Al fin contestas y yo que pensé que estabas esperando esto con ansias - Sarcástica e irritante justo como la recordaba, después de ese pequeño espectáculo no estaba de muy buen humor para aguantarla.
- ¿¡Qué clase de llamado fue ese!?, no tienes idea de la vergüenza que pase, ¿Qué le hiciste... -
- Si, si, no te ahogues en un charco, tenemos cosas más importantes de que hablar - Me interrumpió, aunque de una u otra forma tenía razón, tenía mucho tiempo esperando por esto.
- Bueno, entonces aquí esta tu primera misión, en un parque cercano hay un demonio causando problemas a la gente, y cuando digo demonio es literal, un verdadero demonio del infierno, encuéntralo y encárgate de él, te enviare la dirección por mensaje -
- Espera, ¿eso es todo? -
- ¿Que? ¿muy fácil?, si quieres te puedo mandar con unos 2 o 3 doppelgängers, seguro que lo harías tan bien como el día en que te encontré -
- No no, no me refiero a eso, ¿Cómo se supone que lo encuentre? -
- Despreocúpate, algo curioso de las cosas sobrenaturales es que si sabes lo que buscas y donde hacerlo prácticamente llegan a ti por su cuenta. En fin, mucha suerte, estaré pendiente de tu resultado, o y sobre tu celular, me tome a libertad de grabar un tono personalizado, aunque no te molestes en tratar de encontrarlo, tengo mis trucos -
- Espera ¿la del audio eres t... - Me colgó, en cuanto revise mis mensajes vi que tenía la ubicación del parque, ya lo conocía, había ido un par de veces a él, se encontraba a pocas calles de mi casa, decidí ir de inmediato, de todas formas ahora mi semana estaba algo más libre de clases de lo usual.
Poco después llegue a aquel parque, era temprano por la tarde, había gente haciendo sus cosas, paseando, haciendo ejercicio, descansando en las bancas, en fin un parque común, bastante común considerando que había un demonio suelto, sin ninguna nueva pista empecé a recorrer el lugar lo más atento que podía tratando de notar cualquier cosa extraña.
Pasaron un par de horas, ya necesitaba un descanso, me acerque a un puesto de comida para comprar un refresco y me senté en unas mesas cercanas a tomarlo mientras miraba un poco al rededor. El parque era grande, llamaba mucho mi atención las secciones con abundantes árboles, como un bosque en medio de la ciudad, mientras miraba los árboles note algo extraño, había una persona asomándose detrás de uno, por su altura parecía un niño de unos 12 años, usaba un chor, unos tenis y una sudadera morada con capucha con la que cubría su cabeza. Tenía la mirada puesta en algo, vi al rededor buscando en que, rápidamente note que estaba viendo a otra de las personas en el puesto de comida, un hombre bastante gordo sentado en una mesa algo alejada de la mía comiendo una gran hamburguesa, antes de que pudiera analizar más la situación el niño hizo una seña rápida con la mano y momentos después las patas traseras de la sillas de plástico en las que estaba sentado el hombre se quebraron, su hamburguesa salió volando mientras el dio dos vueltas de espaldas contra e piso antes de detenerse para que finalmente la hamburguesa aterrizara en su cara. No sabía cómo reaccionar ante una escena tan ridícula, pero parece que era cosa solo mía, pues casi al ínstate escuche una gran carcajada, era el niño, el seguramente había hecho algo, me levante para confrontarlo, pero desapareció entre los árboles, me desilusioné al perderlo, para este punto ya algunas personas fueron a ayudar al hombre al levantarse, a pesar de haberlo perdido ahora por lo menos tenía una pista, seguramente seguiría cerca de los árboles, así que continúe con mi búsqueda.
Camine por el parque muy atento a los árboles, hasta que lo volví a ver, ahora estaba mirando a unos tipos cos patinetas cerca de unas escaleras.
- Miren esto, ¡tengo toda la semana practicando! - Dijo muy emocionado uno de ellos desde la parte más alta de las escaleras, para inmediatamente saltar para deslizarse por el barandal, en el momento en el que el niño hizo una seña un rayo violeta salió de sus dedos, pero fallo el tiro por la velocidad que tomo el chico, pero eso no lo detuvo, lanzo otro rayo, antes de que el chico pudiera llegar al fin del barandal el disparo lo alcanzó, la patineta se partió y el tipo se golpeó fuertemente en la entrepierna contra el barandal.
Sus amigos se rieron de él, pero fue aún más fuerte la carcajada del niño, corrí para tratar de atraparlo, pero escapo entre los árboles de nuevo. Era muy rápido, perseguirlo no serviría y seria aún peor si se percataba de que lo buscaba, pero ahora estaba seguro de algo, estos accidentes eran cosa suya, seguramente está buscando una nueva víctima, con esta nueva información en mente regrese a mi casa a trazar un plan.
Poco más de una hora después finalmente regresé con todo listo para finalmente atrapar a ese demonio, si él quería una presa jugosa se la daría, hace tiempo mi apartamento fue ocupado por mi hermana que tenía un pequeño negoció de ropa de segunda mano de la cual aún yo conservaba una buena carga, de ahí tome un saco, una corbata además de ponerme el mejor pantalón y zapatos que tenía, pero con las agujetas ligeramente sueltas, para rematar en una mano tenía un pequeño pastel blanco que compre de última hora en una pastelería cercana, mientras escondía la otra mano dentro del saco. La gente del parque me miraba extrañada, y no era para menos, el saco me quedaba grande, mi corbata estaba mal amarrada y francamente la combinación general era terrible.
- ¡¡Oh no, voy muy tarde, tengo que apurarme, tengo un evento importante, me están esperando este pastel, este pastel es muy importante, ni siquiera tuve tiempo de amarrarme bien las agujetas!! - Gritaba mientras fingía lo mejor que podía estar apurado, trotando cerca de las áreas boscosas del parque, mi actuación era terrible y la forma en la que la gente me veía me hacía sentir la peor vergüenza de mi vida.
- ¿Qué estoy haciendo?, me veo ridículo, esto no está funcionado de todas maneras, ¿eh? - dije para mí mismo, pero el momento en el voltee de reojo a ver al bosque ¡ahí estaba!, viéndome entre los árboles, podía notarlo deseaba hacerme lo mismo que a los otros, prácticamente babeaba con la idea en cuanto me percate que levanto su mano supe que tenía que correr.
- ¡¡Oh que tarde voy, voy tarde¡¡ - Grite para al momento correr, pude ver como el rayo que lanzó falló por muy poco mis pies.
Corrí cerca del bosque y podía ver cómo me perseguía tras los árboles, levanto su mano nuevamente, pero yo había llegado muy lejos para que me alcanzara ahora, así que me separe de los árboles haciendo que fallara el tiro de nuevo, se estaba irritando, podía sentirlo, tanto que no le importo salir del bosque a perseguirme por el parque, se estaba acercando más y más a mí, ya me pisaba los talones, listo para al fin hacerme caer, pero no se lo permitiría, antes de que pudiera al fin dispararme me voltee para verlo cara a cara, al verme el freno en seco, la sorpresa de su cara no tenía pecio, finalmente revele mi carta secreta, escondido dentro de mi saco ¡tenía el rehilete!, con la misma inercia de mi vuelta lance el pastel y acelerado aún más con una ráfaga de aire choco a toda velocidad en la cara del niño demonio, salió volando varios metro hacia atrás noqueado.
- Lo atrape - Dije incrédulo mientras aun mantenía la posición de haber hecho un lanzamiento con todas mis fuerzas, no reaccione hasta que me di cuenta que un par de personas habían visto lo ocurrido, aunque por suerte durante la carrera termine en un área menos concurrida del parque.
- Em... ¡Ay niño, lo siento, que torpe soy, me tropecé, déjame ayudarte! - Lo levante del suelo, era bastante ligero, aún tenía el pastel estrellado en su cara, y corrí al interior del bosque.
Me adentré lo suficiente para estar lejos de la gente, senté al demonio en el suelo y lo recargue en un árbol, aún inconsciente, finalmente quite el pastel de su cara y baje su capucha, un colmillo sobresalía ligeramente de su boca aunque más importante eran sus cuernos, eran lisos por debajo pero rugosos por arriba, salían de sus cienes y enrollaban su frente, al encontrarse doblaban recto hacia arriba en dos puntas, me recordaba ligeramente a una corona, además ahora que ponía más atención tenía una cola era morada, lisa como el cuero y terminaba en un triángulo, bastante estereotípico.
- Mmmm - El demonio empezó a hacer ruidos, estaba reaccionando, me puse nervioso, no tenía idea de que debía hacer, aunque mis dudas se despejaron solas.
- No me lo creo, de verdad lo hiciste, honestamente cuando regresaste a casa creí que te estabas rindiendo - La voz era inconfundible era Agatha, pero algo era diferente, ¿estaba ablando sin ser sarcástica?, voltee y por supuesto que ahí estaba aunque note que de repente el bosque era más oscuro.
- ¡Agatha!, que gusto, oye ahora que se supone que tengo que hacer ahora y porque... -
- ¡Ash!, tu y tus preguntas, si, el bosque está más oscuro, es un pequeño truco, así no entrara ningún invitado indeseado y este no se escapará, a partir de aquí me encargo yo - Bueno, esta si era la Agatha que conocía, ya no tenia de que sorprenderme además tenía más curiosidad por lo que pasaría, después de todo el demonio estaba abriendo los ojos.
- Buenos días bello durmiente, mira que ya amaneció, dormiste bien - Dijo mi compañera bruja burlonamente.
- Agh, porque hablas como una idio... ¡¡Ahhhh!! ¡¿Agatha!? ¿Por qué estás aquí? -
- Oh, así que me conoces, eso facilita las cosas, ya sabes lo que sigue - En cuanto termino de hablar una bola de fuego se formó en la palma de su mano, si un pastel había noqueado un ataque así volaría al demonio en pedazos, supongo que él también lo sabía, pues al instante se puso pálido y empezó a sudar frio, no podía moverse, solo temblaba impotente, esto a estaba mal, sabía que esto estaba muy mal.
- Oye - Le dije a Agatha con voz tranquila mientras ponía mi mano en su hombro
- Creo que esto es demasiado ¿No crees? ¿O acaso hizo algo grave? -
- ¡Si, escúchalo! Solo hice un par de bromas ¿Qué clase de loca da pena de muerte por eso? - Agatha le lanzo una mirada acecina que volvió a dejar paralizado al demonio, aun así, apago su llama y volteó a verme.
- Solo oigo quejas y ninguna solución, ¿Qué propones que hagamos? ¿Dejarlo suelto por ahí? - Dijo mientras me miraba, levantando una ceja con desaprobación.
- Yo... no tengo idea, pero no puede ser que las únicas opciones sea o no hacer nada oh aniquilarlo, además es solo un niño -
- ¡Ja!, si claro, no seas crédulo, es un demonio, probablemente tenga varias veces tu edad, aunque bueno si lo derribaste de un pastelazo probablemente no sea tan viejo el gusano este - Este último comentario hizo reaccionar al demonio, estaba comenzando a irritarse.
- ¿Lo ves?, tu misma lo admites, no es un peligro, ni siquiera vale la pena deshacerse de el - La ceja del demonio palpitaba, nuestra conversación lo estaba llevando a su límite
- Bueno, razón no te falta, gastar un buen hechizo en este enano parece un desperdicio - Agatha sonrió burlonamente mientras miraba hacia abajo al demonio, el cual ya no podía tolerar más esto.
- ¡Oh ya cállense!, ¿Cómo se atreven?, enano esto, gusano el otro, ¡Jódanse!, ¡mi nombre es Solis Lucifer! que les quede claro que... - Se detuvo en cuanto vio que Agatha estaba sonriendo de forma macabra, mientras que el rostro de Solis mostraba que había metido la pata en grande.
- ¿Lucifer dijiste?, ¿Actuales gobernantes del infierno, esos Lucifer? -
- Espera espera, si soy de la familia Lucifer, ¡Pero soy de una rama muy lejana, en serio ni siquiera me toman en cuenta en la jerarquía! -
- Bueno, tengo que admitirlo Mendel, tenías razón, hay mejores opciones que volarlo en pedazos - Me alivio haberla convencido de no matarlo, pero su sonrisa malvada me hacía pensar que ahora tenía cosas peores en mente.
Agatha levanto su mano, y pronuncio unas palabras tan rápido que no lo pude entender nada a excepción del nombre "Solis Lucifer".
- ¡No espera!, ¡La bola de fuego, mejor volvamos a la bola de fuego! - Suplicaba aun sentado en el suelo mientras un pentagrama morado se formaba en debajo de él.
- Muy bien, casi listo, ven aquí para terminar con esto - Decía Agatha mientras tenía la mano levantada y con la otra me hacía ligeras señas.
- Espera espera, ¿ahora que se supone que estás haciendo? - Repliqué.
- Oh, solo estoy forzando un contrato en él, es bastante fácil, basta con conocer su nombre completo y superar su potencial mágico, ahora ven aquí para poder designarte como su amo -
- ¿Amo?, ¿Cómo esclavitud?, ¡eso es horrible! -
- Agh, que quejón, "No hay que matarlo Agatha", "la esclavitud es mala Agatha", ¿Cuánto tiempo crees que tengo haciendo esto?, ¡con los demonios hay que tener mano dura!, en fin, yo misma seré su ama - Pronunció unas ultimas frases, el pentagrama brillo mucho más fuerte para finalmente desvanecerse.
- Ahora ¡Levántate! - Le gritó Agatha a Solis y al instante se puso de pie en firmes.
- Bien, muy bien, aquí están tu ordenas, de ahora en adelante asistirás a este de aquí en los encargos a los que lo mande - Dijo señalándome hacia atrás con el pulgar, para posteriormente enumerar las siguientes con sus dedos.
- tienes terminantemente prohibido tratar de hacerle daño, tramar en su contra o escapar, o sabes lo que te pasara ¿verdad? -
- ¡Si señora! -
- Excelente, bueno Calcuto, lo dejo a tu cargo, suerte - Agatha paso caminando junto a mí y toco mi hombro a modo de despedida, mientras desaparecía de la vista la oscuridad se disipaba y el día volvía al pequeño bosque. Solis y yo nos vimos a los ojos llenos de incertidumbre, solo sabíamos una cosa, nos guste o no seriamos compañeros de ahora en adelante...
continuara...