Varios días habían pasado desde la última misión, estos días me eh dedicado (aparte de la escuela) a entrenar con ayuda de Solis mis habilidades con el rehilete, eh sentido bastante mejoría, aunque para ser honesto Solis no es un gran apoyo moral y por si eso no bastará como de costumbre no hace nada más en el día, se la pasa jugando o viendo la tele, recostado en el sillón.
Por otro lado desde que se unió Butaro las cosas han sido algo más cómodas, me da ánimos durante los entrenamientos y siempre ayuda a mantener el apartamento en buen estado, además de esto en estos días me encaro la casera por mi resiente aumento de "romíes" cuando creí que tendría que mudarme fue Butaro el que lo resolvió, se ofreció a hacer trabajo por el edificio, es bastante hábil en labores de mantenimiento, en serio creí que tener a un tipo con la apariencia de un jabalí rondando el edificio daría problemas pero parece que solo lo ven como un tipo muy peludo con un rostro extraño, supongo que es natural que la gente crea que tiene simplemente tiene alguna condición médica rara antes de imaginarse que ni siquiera es humano. Como sea en resumen el entrenamiento va viento en popa, estoy encantado con mi nuevo compañero y para rematar la escuela ha estado muy tranquila así que mi humor no podría haber estado mejor.
Llegue a casa temprano, particularmente entusiasmado por qué finalmente era fin de semana, hora de tomarme mi merecido descanso.
- ¡Buenas tardes queridos romíes! ¿Cómo les va? -
- ¡Mueve tu gordo trasero! - Los gritos de Solis cortaron mi inspiración.
- Pero Solis el sillón es de todos y estoy cansado de trabajar toda la mañana -
Solis estaba recostado en el sillón empujando con los pies a Butaro que se encontraba en el borde de este, obviamente con la intención de quitarlo.
- Bueno, noto que no muy bien - dije algo decepcionado
- ¡Oh! buenas Mendel ¿Qué tal el día? - dijo Butaro bastante cálido tomando en cuenta su situación
- Ah si, hola, siéntete como en casa - dijo Solis afilado como siempre y sin dejar de empujar a Butaro
- ¿Sabes qué?, ni siquiera voy a preguntar, Solis deja en paz a Butaro -
- ¡Pero yo estaba aquí primero! - Grito Solis
- Seguramente porque llevas todo el día ahí, y que parezcas un niño no te da derecho a comportante así, ¿por lo menos has vigilado a los goblins? -
- Por supuesto están ahí - Hizo un gesto con la cabeza señalando a un lado de la tele donde estaban el trio de goblins alborotados aún en el frasco, deje mi mochila en el suelo y me acerque a la tele para quitar el juego, sabía que Butaro disfrutaba de ver la televisión local así que puse un canal de noticias.
- ¡Oye pero que estás haciendo! - se quejó Solis
- Solo juega en portátil, yo también quiero ver la tele - Solis se levantó refunfuñando a tomas la consola, suspiré abrumado pues parecía que hasta ahí llegaba mi buen humor del día, hasta que me distraje con la televisión.
- ¡Buenos días Puerto Marina! esta mañana estamos transmitiendo desde una de nuestras bellas playas desde donde invitamos a todo el público a visitarnos, traigan a sus amigos, es un lugar ideal para pasarla bien y estrechar lazos -
- Ja si como no, esta época del año es baja en turistas es obvio que solo quieren atraer gente para generar ingresos, además ¿Qué tonto de va a creer eso de "estrechar lazos"? ¿Quién le escribió la nota esa reportera? - Solis levanto la cara de su juego seguramente esperando que concordáramos con su punto de vista, pero en su lugar se decepcionó al ver la mirada de emoción de Butaro mientras que mi rostro reflejaba claramente que ahora tenía un nuevo plan para el día de hoy.
- Ah no, no iremos ahí, yo no iré ¡No me van a poder obligar! -
Poco después todos estábamos en la playa, Solis estaba de mal humor pues lo obligamos a ir, por el contrario Butaro estaba muy emocionado por el paseo, él estaba cargando equipo de playa como una gran sombrilla y mantas para todo, por mi parte estaba listo para que este paseo nos uniera más como grupo por suerte había trajes de baño entre las cosas de mi hermana, básicamente bermudas para todos, Butaro se cubrió con su gabardina y su sombrero durante el camino, además Solis usaba su sudadera a pesar del calor.
Terminamos de instalarnos en la playa, como vimos en el reportaje estaba prácticamente vacía, solo un par de personas por aquí o por allá y unos barcos a la distancia.
- ¿Bueno y que esperamos? ¡Al agua! - Grito Butaro con mucha emoción para enseguida empezar a dirigirse al mar.
- Espera, espera, no entres ahí - Le dije mientras lo detenía tomándolo del hombro.
- ¿Eh, por qué? - Dijo mientras su rostro empezaba a reflejar algo de decepción.
- Mira hay una razón por la que la gente de aquí no visita la playa, estar dentro de la ciudad y con tanto movimiento de barcos no deja al agua muy limpia que digamos -
- ¡Entonces a que vinimos! - Grito Solis
- Bueno aun podemos divertirnos en la arena, después de todo tratan de mantenerla lo mejor posible para los turistas - Contesté, Solis miro la playa con algo de desdén había una que otra botella platica, bolsas, o troncos traídos por la marea por aquí y por allá, pero en general estaba limpia.
- Lo que sea, acabemos con esto y regresemos a casa - dijo Solis resignándose.
- Si aun podemos divertirnos ¿verdad? - Dijo Butaro algo cabizbajo.
- La verdad no entiendo porque la cara larga, creí que después de tu pequeño naufragio al llegar aquí no tendrías ganas de regresar al mar - Opinó Solis
- Yo vivía en una pequeña isla, casi todos los días estaba en el mar, nadando, pescando o solo navegando para pasar el rato, yo lo perdí todo, pero a veces pienso que... el mar es lo único que no me pudieron quitar - Su mirada se quedó fija perdida donde el mar y el cielo se juntan, Solis y yo nos miramos mutuamente no hacía falta decirnos nada, ambos nos sentíamos mal por Butaro, Solis decidió acercarse a él con las manos metidas en los bolcillos de su sudadera y llamar su atención picándolo con su codo.
- Oye ¿sabes algo? - Le dijo a Butaro y este volteo a verlo.
- El mar... ¿no es lo único que no te pudieron quitar verdad? ya sabemos que pasar tus días en el mar no era tu único pasatiempo jajajajaja - Remató así su discurso, puse mi mano en mi frente como una seña de decepción, mientras que Butaro se sintió avergonzado al instante.
- ¡No era necesario que lo mencionaras ahora! - Le grito Butaro a Solis, su melancolía cambio a una mescla de vergüenza y frustración, pero esto no hizo nada para detener las burlas de Solis, aunque me moleste un poco debo admitir que me sentí algo aliviado de que de una forma u otra suavizo la situación.
- Bueno pues qué tal si empezamos con lo que vinimos a hacer - Dije mientras sacaba una enorme y colorida pelota de playa clásica para empezar a jugar.
El día corría con nuestras actividades primero improvisamos un voleibol playero de 3 personas, Butaro golpeaba la pelota con su fuerza, Solis era tremendamente ágil alcanzando el balón, mientras yo era al que más se le escapaba, el juego finalizó cuando Butaro exagero con su fuerza y reventó el balón en la cabeza de Solis dejando toda la parte superior de su cuerpo enterrada en la arena, con el trasero al aire y los restos de la pelota sobre este.
Luego de desenterrarlo empezamos a hacer castillos con la arena que sacamos, aunque llamar castillos a las pilas de arena que Butaro y yo hacíamos sería demasiado, todo lo contrario, al trabajo de Solis.
- ¡Solis está increíble! - Dijo Butaro impresionado.
- Ese castillo, parece digo de un rey demonio, no sabía que tendrías esa capacidad artística - Estaba sinceramente impactado, su tamaño y sus forma torcida y complicada era algo que no creía que se pudiera hacer con arena.
- ¿Verdad? ¡Eso estaba buscando! Algún día viviré en uno justo así - Dijo Solis alzando la cara con orgullo, finalmente todos estábamos cuando de repente mi mente se quedó en blanco como si me desconectará del mundo.
Momentos después estaba parado escuchando gritos a la distancia a algo de distancia de la orilla ¡dos barcos habían chocado y se estaban hundiendo! Eran embarcaciones pequeñas, con solo un par de personas en ellas, pero era algo impresionante de ver, mientras pensaba si podíamos hacer algo vi el movimiento de los servicios de emergencia poniéndose en acción.
No paso mucho tiempo para que las maniobras terminaran, eso hablaba muy bien de los cuerpos de emergencia de Puerto Marina, todos los pasajeros fueron rescatados e incluso lograron remolcar uno de los barcos hasta la orilla, un pequeño velero que aparentemente se estaba usando para un paseo de pesca, pero ahora tenía un gran boquete en su costado.
- Eso fue inesperado, ¿Por qué pasó todo esto? - Pregunté.
- ¿No es obvio? - Contesto Solis.
- Fue una sirena - Butaro y Solis contestaron juntos.
- ¿Que no oíste su canto? - Pregunto Solis honestamente dudoso.
- No lo sé, mi mente se quedó en blanco por un momento - Respondí.
- Entonces eso es un si - Concluyó Solis.
- Espera ¿entonces eso lo provocó el canto de una sirena? Y entonces ¿Por qué parece que no los afecto? - Pregunté acelerado.
- Primero que nada, si, todo el mundo sabe que las sirenas hunden barcos casi como deporte y segundo soy un demonio, un truco de control tan barato como un canto de sirena poco me afectará - Explico Solis.
- Yo solo me concentre para resistir su canto, eso es entrenamiento básico para estar en el mar de dónde yo vengo - Respondió Butaro, me sentí preocupado, esta era la clase de cosas que nosotros o en todo caso Agatha tendría que atender ¿ella acaso no se había enterado de esto aún?
- Revisare mi celular, tal vez Agatha ya trato de llamarnos - me apresure a donde habíamos dejado nuestras cosas, mientras Solis y Butaro se quedaban cerca de la orilla, al llegar me mi angustia aumento al ver que no había señales de una llamada y tratar de llamarla no serviría, yo o Solis habíamos tratado de contactarla varias veces antes, pero las llamadas siempre eran rechazadas y los mensajes nunca le llegaban, mientras estaba en eso Solis se acercó a donde estaba.
- Sin noticias de la bruja ¿eh?, ¿Por qué no nos olvidamos de esto y vamos a casa?, probablemente se resuelva solo y si no ya no llamaran mañana o en unos días - Dijo Solis encogiéndose de hombros.
- Si, tal vez no ocurra nada, o tal vez hunda más barcos cada vez más grandes y una tragedia ocurra antes de que siquiera volvamos, ¿entiendes? esto lo tenemos que resolver ahora mismo - Cuando dije eso Solis aparto la mirada, aunque no lo admitiera él sabía que yo tenía razón.
- Bueno ahora solo falta resolver como iremos por esa sirena - Dije decidido, aunque sin tener idea de qué hacer.
- ¡Chicos miren lo que conseguí! - De repente Butaro se acercó emocionado ¡cargando un barco! un velero relativamente pequeño, solo para un par de personas, además de eso tenía equipamiento de pesca en él, como cañas de pescar y carnadas, lo bajó frente a nosotros, pero Solis y yo lo reconocimos.
- Butaro acaso ese es... - Empecé a decir.
- ¡Renté un barco! con esto podemos atrapar esa sirena - Dijo optimista
- ¡ESE ES UNO DE LOS BARCOS QUE CHOCO IDIOTA! ¿Qué no viste el boquete gigante que tiene? ¿y como que lo rentaste? ¿Cuánto pagaste? - Solis grito furioso, honestamente yo también tenía la duda de donde saco dinero para esto.
- Bueno me dieron algunas propinas ayudando por el edificio, y em no se aun no me acostumbro bien al papel moneda, pero fue más o menos así de mucho, ¡el tipo se veía muy feliz de recibirlo! - Butaro sonrió e hizo señas con las manos que solo podíamos suponer que representaba un gran fajo de billetes, nos miramos mutuamente y decidimos ignorar la posiblemente monstruosa cantidad de dinero que gastó en eso por nuestra propia cordura.
- Como sea, ¿pero ¿qué haremos con el boquete?, no podemos zarpar así - Opiné.
- Eso déjenmelo a mi - Dijo Butaro, al momento se puso a recolectar cosas de la playa, troncos mojados, tablas rotas y demás, en momentos el boquete estaba tapado, ¡pero se veía terrible!, un montón de basura mal unida con clavos y cinta adhesiva.
- Esa cosa se va a hundir en cuanto entre al agua - dijo Solis.
- Oh vamos, se mas como las personas del edificio, ellos aprecian mucho mis reparaciones - Dijo Butaro mientras llevaba el barco al agua, después de escuchar eso me empecé a preocupar mucho sobre la integridad del apartamento y el buen juicio de mis vecinos, a pesar de todo no podía evitar darle el beneficio de la duda.
- Bueno aquí va - Butaro lanzo el Barco al agua y a pesar de nuestras dudas el barco se mantuvo a flote sin problema, Butaro subió al barco que se sostuvo sin problemas, así que Solis y yo nos decidimos a abordar también, en momentos estábamos ya alejándonos de la costa.
Nos encontrábamos más adentrados al mar, pero aun podíamos ver tierra desde donde estábamos, a pesar de nuestras dudas el barco se mantenía a flote sin dificultad, en parte esto era seguramente gracias a Butaro que manejaba nuestro velero con maestría sin embargo una duda surgía dentro del grupo.
- Y... ¿Cuál es el plan Mendel? - Me preguntó Solis, abrí la boca con la intención de dar una respuesta, pero al momento no supe que contestarle.
- Ósea que no tenemos, bueno tenemos cañas y carnadas, pero dudo que le atraigan mucho las lombrices o tripas de pescado - Los comentarios de Solis lejos de molestarme, me hicieron reflexionar sobre la situación ¿Qué se supone que hiciéramos ahora?, quizá nos precipitamos mucho en saltar a la acción, pero poco tiempo paso para que una idea me cruzara por la mente.
- Pero oigan si la sirena busca hundir barcos ¿Qué no eso nos convierte en… - Antes de poder siquiera terminar mi frase escuché un sonido que ni siquiera fui capaz de procesar antes de que mi mente se desconectó por no sé cuánto tiempo.
- ... ¡más rápido Butaro, que se escapa! - cuando al fin reaccioné escuche tenuemente la voz de Solis que, pero se normalizo conforme me incorporaba, además sentí una fuerte corriente de aire, el agua salada salpicando y mucho movimiento.
- ¡No puedo, es lo máximo con el viento que hay! - Gritó Butaro, mientras sostenía el timón con una mano y cola la otra, además del con el apoyo de una cuerda, dirigía la vela del barco. Mire hacia el frente del barco, una figura se movía muy rápidamente frente a nosotros, sobresalía del agua una aleta dorsal de varias espinas color vino.
- ¡Al fin despiertas, ponte estos que no nos hace falta que te quedes ido de nuevo! - Dijo Solis, apurado me dio un par de tapones para los oídos, al parecer venían junto con el equipo del barco, probablemente para buceo. Me los coloque y resultaron bastante efectivos, no escuchaba nada.
A pesar de la gran velocidad a la que nos movíamos no podíamos alcanzar a la Sirena, al instante una idea cruzo mi mente.
- ¡Agárrense fuerte, aquí viene el nitro! - Me coloque al frente del barco y genere una gran ráfaga de viento que hizo que aceleráramos, aunque no podía oír pude notar como Butaro gritaba "¡yuuuuujuuuuuu!" y por otro lado vi como Solis gritaba de terror.
Nos acercábamos cada vez más a nuestro objetivo, me sentía muy emocionado ya que mi plan improvisado estaba funcionando, en el calor del momento se me ocurrió otra idea, sostuve el rehilete firmemente con mi boca para después tomar una de las cañas de pescar del barco, le di vueltas en el aire concentrando la energía con un remolino, con esta potencia acumulada disparé el sedal a toda velocidad hacia la sirena.
- ¡Ya la tengo! - Grité emocionado al sentir como el sedal se enganchaba, volteé a ver a mis compañeros ambos estaban tratando de hablar conmigo, pero no podía escucharlos, Butaro se veía alegre, orgulloso, seguro estaba impresionado por mis ideas, pero la reacción de Solis era diferente, podía verlo gritando acelerado y preocupado, pero pronto entendí lo que quería decirme.
- ¡No, ella me tiene! - Sentí un fuerte tirón de la caña que me hizo perder mi balance, apenas pude reaccionar, quedé con mis pies apoyados al frente del barco, mientras sentía como el tirón de la caña aumentaba más y más, al ver esto Solis salto hacia mi intentando jalarme de la cintura para ayudarme.
- ¡Idiota, no tienes suficiente experiencia para hacer todo eso a la vez, ahora estamos perdiendo potencia! - dijo Solis molesto, tenía razón, no había manera de que controlara la corriente de aire de esa manera con mi boca.
- ¡Ya me di cuenta sabelotodo, si eres tan bueno encárgate tu mis...! - En ese momento me di cuenta de algo terrible, había escuchado perfectamente a Solis ¡El movimiento brusco me había sacado uno de los tapones de mis oídos!, de repente la Sirena salto del agua, pude ver su silueta mitad pez mitad humana haciendo sobra al sol, me preparé mentalmente para el impacto, pero fue en vano, pude escuchar claramente su "canto" que se sintió más bien como un grito ensordecedor y me desvanecí.
- ¡Mendel, Mendel! - Por suerte volví en mi casi enseguida mientras escuchaba la voz de Solis gritando a lo lejos, estaba siendo arrastrado por el agua, me aferraba a la caña como si mi vida dependiera de eso, aunque en parte así era pues la sirena zigzagueaba violentamente tratando de hacer que me soltara, mientras todo esto sucedía yo sostenía el rehilete fuertemente con los dientes.
La Sirena finalmente parecía ceder, empezó a nadar en línea recta hacia la costa, pero al instante note algo que me aterro, giró bruscamente, ahora dirigiéndose a toda velocidad hacia un muelle rompeolas, ¡quería estrellarme contra las rocas! tenía que pensar rápido, mi vida estaba en riesgo y ahora solo había una oportunidad. En segundos alcanzó el punto de no retorno, la sirena giró abruptamente propulsándome como un látigo hacia las rocas, con mi reguilete en la boca di un cabezazo lo más fuerte que pude y me eleve con una ráfaga de aire, apenas logre sobrepasar la altura del muelle, pude sentir como mi cabello rozo levemente en las rocas. Caí en el muelle de cuclillas apenas frenando levemente mi caída con otro movimiento de mi cuello, pero aún no había acabado, Aprovechando la fuerza del movimiento jalé la caña con todo lo que tenía, y pude ver a como la sirena salía disparada del agua enganchada de la caña hacia el muelle azotando pocos metros frente a mí.
- Al fin te tengo - Dije entre dientes y jadeos por la experiencia extrema que había tenido, además de seguir con el rehilete en la boca, por fin tenía una buena vista de mi enemigo que se estaba levantando del suelo, mitad pez mitad mujer humana, su cola era de color vino, con una aleta dorsal espinosa, a la altura de la cadera, justo donde se acababa la mitad de pez tenía otro par de aletas que usaba para sostenerse erguida como una foca, su mitad humana tenía una bella figura, con partes con escamas salpicadas por aquí y por allá, su espalda cerca de la columna también era escamosa, con una aleta dorsal similar a la de su cola, sus manos eran palmeadas con garras afiladas, su rostro era de facciones finas, sus pupilas eran grandes, casi cubriendo todo su ojo, sus dientes eran afilados y su cabello lacio se mantenía peinado a pesar de acabar de salir del agua.
- Ajajaja, no diría que tú me tienes a mi - Se burló con una sonrisa aterradora y empezó a arrastrarse hacia mí lo que provocó que intentara ponerme de pie.
- ¡Ahhhh! - Pero no pude, solté grito de dolor, mi pierna se había torcido, mi cuello estaba adolorido y no podía levantar mis brazos, en retrospectiva era lo menos por lo que había pasado.
- Mírate, ni siquiera puedes moverte, seguro creías que aquí tendrías ventaja, mejor te hubiera ido si siguiéramos en el agua, voy a disfrutar esto - se acercaba cada vez más a mí, extendió sus dedos mostrando sus garras y pasaba su lengua por sus afilados dientes, en esta precaria situación solo se me ocurrió razonar con ella así que escupí el rehilete para poder hablar lo mejor posible.
- ¡Espera!, no tienes que hacerlo, ¿Por qué hundes barcos? tal vez esta enojada por algo, ¿estás molesta por la basura en la playa? o tal vez tienes problemas consiguiendo comida, ¡estoy seguro que podemos ayudarte! -
- ¿De qué tontearías estas ablando? ¿tengo cara de ambientalista?, si me interesara la basura qué sentido tendría espantar a los humanos, la única razón por la que se controlan un poco es para poder seguir nadando en el mar sin que se les pudra la piel y en mar abierto tengo buffet de todo lo que pueda comer cuando quiera, ¡solo hundo barcos porque es jodidamente divertido! amo los gritos de terror de los pasajeros, si hay victimas incluso mejor, el de hoy solo fue de calentamiento, me muero de ganas ir por unos más grandes ¡Será increíble! Jajajajaja - De estar en cuclillas caí de espaldas e hice lo que pude para retroceder empujándome de la única pierna que aún se movía, está loca me destriparía sin pensarlo dos veces, ¿este era mi fin?
- ¡Mendel! - Tal vez no, escuche la voz de mis compañeros gritándome, seguidos del sonido de un fuerte choque contra el rompeolas, pedazos de madera volaron sobre nosotros, la sirena y yo volteamos arriba solo para ver a Solos aleteando con sus pequeñas alas mientras cargaba un balde que estaba lleno de carnada y a Butaro cargando una caña de pescar.
- ¡Trágate esto! - Solis arrojó el balde de carnadas sobre la sirena, quedo completamente embarrada y con el balde cubriendo su cabeza.
- Gaaagg, ¡que asco!, ¿crees que me vas a detener con esto? - Decía la sirena, entre arcadas, a causa de las malolientes viseras de pescado que ahora la cubrían, finalmente Solis aterrizo junto a mí a su vez Butaro callo más lejos detrás de la sirena
- ¡Aun no acabo aliento de pescado! - Gritó Solis para enseguida hacer un gesto con las manos y disparó su rayo de infortunio a la sirena, provocando que una parvada de gaviotas se abalanzase sobre ella, picándola, y jalándola del pelo y las aletas.
- ¡Quítense pajarracos! ¡Ahhh déjenme! - La sirena no sabía qué hacer, trataba de espantar a los pájaros y sin saberlo se empezó a alejarse de mí.
- ¿Cómo estás? - Me preguntó Solis mientras me ayudaba a ponerme de pie, sosteniéndome de su hombro y apoyado de mi pierna buena.
- Mallugado, pero viviré, creo... - Le contesté, a lo que el asintió con la cabeza.
- ¿Listo grandulón? - Le dijo Solis a Butaro, la sirena seguía desorientada andando si rumbo, cubierta de gaviotas, hasta que chocó con Butaro, provocando que los pájaros se espantaran.
- Pero claro - Dijo Butaro, este tenía el sedal de la caña en las manos, la sirena miro hacia arriba levantando el balde, pero sin dejar que pudiera reaccionar Butaro la ato con el sedal, poniendo principal atención en no permitir que pudiera abrir la boca.
- Bueno creo que sabes cómo terminar esto - Me dijo Solis a lo que yo solo asentí, con su ayuda saque el sello de Agatha y lo apunte a la ahora amarrada sirena.
- ¡Sello de Agatha! - Grité, un pentagrama se formó bajo mi objetivo generando un fuerte brillo carmesí y la sirena se convirtió en algo parecido a una pequeña piraña color vino, que fue levantada por Butaro y lo puso en la cubeta que antes tenía carnada, luego se acercó corriendo a Solis y a mí.
- Bien ahora solo hay que ponerle agua - Dijo Butaro, parecía un niño que acababa de pescar un pez por primera vez, pero para nuestra sorpresa desde el cielo callo un chorro de agua salada llenando la cubeta.
- Eso fue fácil - Dije.
- De nada - Respondió una voz lejana, volteamos y sobre las piedras del rompeolas estaba Agatha recostada, con un traje de baño, lentes de sol, un pareo y su distintivo sombrero de bruja, para desaparecer en una niebla negra reapareciendo detrás de nosotros.
- Ahora si se me adelantaron, y lo resolvieron ustedes solos, aunque a ti no te fue tan bien - Dijo Agatha mientras me picaba en el brazo lo que me hizo retorcerme de dolor.
- Sip bastante mal, vamos a arreglarte - Agatha levanto su mano, haciendo que un humo negro me cubriera, Solis se separó de un salto de mí.
- ¿Esta vez no cubriste todo de una capa oscura eh? - Le preguntó Solis a Agatha.
- ¿Y perderme de este buen clima? además si alguien viene a este muelle lo vería a kilómetros - mientras hablaban el humo se disipo dejándome recuperado.
- Guau, me siento mucho mejor ahor...aaa - A pesar de estar curado me sentía muy cansado y apenas podía sostenerme en pie, por lo que Solis me sostuvo de nuevo.
- Si, no te sobre esfuerces, solo acelere lo que tu cuerpo hubiera curado solo, así que estarás cansado un par de días, tal vez una semana - Dijo mientras se retiraba, al pasar junto a Butaro, puso una canica blanca brillante en el balde con el pez igual que la que le puso a los goblins en aquella ocasión.
- Cuiden al pescadito, aprenderá a portarse bien en un tiempo - Después de decir eso desapareció como siempre, pero una duda invadía mi mente.
- ¿Para qué son esas canicas? - Pregunte acercándome a ver el balde.
- Es pura energía positiva, la exposición constante le hará un rebalanceo de energía, con suerte mejorará su actitud - Explico Solis.
- Ja, supongo que será lo mismo con los goblins, bueno, ¿nos vamos a casa? - Dije para después empezar a caminar, yo apoyado de Solis y Butaro cargando el balde con nuestra captura.
- Butaro te cambio el balde por Mendel, está muy pesado – Dijo Solis.
- Jaja, sigue con tu estilo de vida actual y serás pronto el más pesado del grupo – Le contesté.
- Oigan ¿creen que se molesten porque no regresaremos el barco? – Preguntó Butaro, Solis y yo nos vimos mutuamente.
- No creo que les importe – Le conteste mientras caminábamos hacia la playa desde el largo, muy largo muelle.
continuara...