¡¡Solis Lucifer aquí, para esta ocasión siendo el narrador!!
Nuestra historia comienza la noche después de que el orco ahora pobremente nombrado Butaro se uniera a Mendel y a mí. Como parte de mis labores tengo que entrenar al pelele de Mendel en el uso de su herramienta mágica el "rehilete" como él le dice, ¿ya mencioné lo simplón que es para los nombres? en fin, Butaro nos llevó a un almacén abandonado donde se había instalado, como era amplio y conveniente ordene comenzar un entrenamiento.
- ¿Para qué tengo que hacer esto? - Pregunto Mendel con su característica ignorancia mientras daba saltos con el rehilete en su mano.
- El entrenamiento de hoy consiste en potenciar tu habilidad física con magia, y como su nombre indica "potenciar" trabaja sobre lo que ya esté, así que salta gordito, a entrenarle -
- Que fastidio - se quejó Mendel, pero poco me importaba.
- ¡Aja lo encontré! - Grito nuestro ahora compañero porcino para después escucharse el sonido de una bolsa de frituras abriéndose y finalmente alguien masticando ruidosamente - Sabia que me quedaba una bolsa de papas, ¿pueden creer que alguien la tiro?, mmmm crema y especias, delicioso -
- Puaj, ¿te gusta esa cosa?, son un asco - Dije asqueado.
- Un poco exagerado pero estoy de acuerdo, no me gustan de esas - Dijo Mendel sin dejar de saltar, al fin una intervención que vale la pena.
- Como digan, más para mi - Siguió comiendo ruidosamente sus papas, que falta de modales, ¿Qué acaso creció en un establo?
El entrenamiento continuo un rato, poco a poco fui dando indicaciones sobre las técnicas para potenciar su salto con magia de aire cuando de la nada...
- ¡Quien anda ahí! - inesperadamente un guardia apareció, rápidamente reaccionamos para ocultarnos, Butaro ya conocía el lugar por lo que lo hizo con facilidad, mientras que yo ágilmente me escondí entre las sombras, el problema era Mendel, no está acostumbrado a ocultarse como nosotros y sus capacidades dan mucho que desear.
- Ho...hola... ¿hay alguien? - Dijo el guarda con voz temblorosa, a pesar de mis dudas Mendel no estaba por ningún lado.
- Dios mío ya me estoy volviendo loco, necesito vacaciones urgentes - El guardia se retiró sin encontrar a ninguno para nuestra suerte, Butaro y yo salimos de nuestros escondites y en voz baja comenzamos a llamar a Mendel.
- Chicos aquí arriba - Escuchamos una voz baja llamándonos desde el techo, miramos hacia arriba y a muchos metros del suelo estaba Mendel abrazado a una viga, del susto había logrado la técnica y saltado hasta el techo.
- Okey, la verdad me impresionas, ahora baja de ahí - Grite en voz baja.
- Si si, y bueno... ¿Como? - Respondió en voz dudosa, hasta ahí llego mi impresión.
- Salta Mendel yo te atrapo - Dijo Butaro.
- M...muy bien - Un poco dudoso pero sin pensarlo mucho Mendel salto del techo.
No lo note al principio pero tenía el rehilete bien empuñado, metros antes del suelo lo acciono un remolino frenando su caída y sacando a volar a Butaro en el proceso, casi al instante el remolino se acabó y callo de golpe sobre su trasero en el suelo.
- Ou, eso dolió, pero que tal esa técnica - Dijo Mendel.
- Bien echo, ¡me impresionas! - Dijo Butaro emocionado.
- Si si como sea, salgamos de aquí antes de que vuelva a venir alguien - Concluí, Mendel por una sorpresa logro usar la técnica que acababa de explicarle y descubrió como frenar su caída por sí mismo, tal vez entrenarlo no sea una pérdida de tiempo... tal vez.
Continuara….