Basándose en la experiencia de Duan Yixin, ella sabía que no sería un problema para ella salvar a Lu Hanwen. Su única preocupación era que la habitación estaba sucia, y las largas horas de parto podrían aumentar el porcentaje de infecciones, resultando en complicaciones que podrían matarla.
Cuando Chi Xinru volvió con agua caliente y toallas, Duan Yixin dijo sin siquiera mirarla:
—Por favor, baña al bebé y envuélvelo en un paño nuevo.
La Señora Chi vio que Duan Yixin estaba muy ocupada en ese momento, así que miró a su hija y dijo:
—Ru'er, vuelve y cocina un tazón de huevos con azúcar moreno. La Madre bañará al bebé.
Chi Xinru asintió y se fue de prisa. Cuando salió de nuevo, una de las mujeres la agarró y preguntó:
—¿Ru Niang, qué está pasando adentro?
Mirando a las mujeres ansiosas en la pequeña sala de estar, Chi Xinru dijo:
—El bebé es un poco débil y delgado, y Xin Xin está haciendo todo lo posible para salvar a la Hermana mayor Wen en este momento.