La expresión de Haylia se agrió ligeramente ante las palabras de su hijo. Ya que ella había sido quien tomó la iniciativa de colocar la línea negra en Cassandra, lo tomó de manera personal.
Cassandra era una mujer sin marcar y no había nada de malo en seguir la tradición que toda su manada hacía.
—Cassandra todavía está sin marcar, por lo que fue apropiado seguir la tradición —le dijo Haylia a su hijo, pero en un tono muy sutil y tranquilo. No dejó que se reflejara en su voz ninguna de su desaprobación.
Siroos, que estaba perdido mirando a su compañera, apartó su mirada y se volvió hacia su madre.
—Má, entiendo. Pero no quiero marcas negras ni ningún tipo de marcas en su piel. Deja que esa decisión descanse en mí —la firmeza de su tono reveló que no deseaba discutir más este tema.
—Como desees. Siempre respetaré eso —respondió Haylia, colocando una sonrisa en su rostro cargado de sabiduría.