Anciano Su no tenía intención de hacer cumplir la disciplina familiar.
Después de todo, Pequeña Tía había estado ausente durante tanto tiempo, seguramente significaba que su hijo y sus dos nietos habían pasado por alguna experiencia desagradable. Pero ahora, al escuchar a los dos pequeños nietos decir que el hablar de un fantasma en la casa era una mentira inventada para justificar la mudanza, la ira de repente se encendió dentro de él.
—Así que así es, ¿dices que hay un fantasma en la casa solo para engañarme a mí y a tu abuela? Nosotros, los viejos, siempre hemos deseado tener una nieta, pero también os adoramos a vosotros dos. ¿Vosotros, vosotros tenéis mucha astucia, mintiendo solo para mudaros?
Anciano Su estaba tan enojado que su voz temblaba y su respiración se volvía mucho más pesada.