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Chapter 13 - Capitulo 13: "Comeoestasis"

Luego de la gran hazaña cometida por el valiente espiritista Comet Armstrong, la vida de la pequeña Jennifer finalmente estuvo fuera de peligro y la flama de su vida ardió como gran hoguera de la perseverancia. El joven que se la pasó luchando por resguardar la vida de la pequeña Jennifer quedó completamente agotado y durmió por un día entero, hasta que una dulce y familiar voz atravesó por su oído derecho.

"Despierta fantasmín... o te perderás aquello que tanto anhelas ver"

Comet abrió lentamente los ojos mientras se acostumbraba a la poca luz que entraba por la ventana. Las luces del cuarto estaban apagadas y todo el hospital se escuchaba silencioso, como si hubiera sido abandonado. Al levantar el torso, limpió sus ojos y soltó un largo y gran bostezo, que fue interrumpido por quien se encontraba junto a él, pero este no se había dado cuenta. Liriam, como gran bromista metió su dedo en la boca de Comet mientras bostezaba provocando que del susto se atragante.

–JA, JA, JA, JA... Había olvidado lo mucho que me gustaba joderte con esto cuando éramos más chicos –sentada a un costado de la cama rio fuertemente sosteniendo su abdomen y limpiando una que otra lagrimita que se escapaba en la risotada.

Una vez Comet recuperará la compostura quiso reclamarle a Liriam por sus bromas fuera de lugar, pero al instante su cuerpo se sintió débil y su cabeza recibió algunas punzadas aturdidoras. Aún no se había recuperado en lo absoluto.

–Auch, auch, auch... Liriam no es momento de hacer bromas así... –cerró los ojos con las cejas fruncidas y presionó fuertemente su frente.

–Lo sé, lo sé, pero si no lo hacía hasta que te despiertes bien ya iba a pasar todo lo maravilloso de este día –bastante segura de sus palabras asintió con la cabeza cruzada de brazos.

Su cama estaba ubicada junto a la ventana y desde el exterior provenían murmullos alegres de personas que disfrutaban juntos. Comían, bebían y reían muy a gusto. Comet, agarrándose de la pared caminó hacia la ventana y se asomó, era una vista muy cálida, y se sentía muy feliz por estar vivo. Hasta que sus ojos lograron divisar a una niña en particular, que vestía ropa tradicional con un diseño floral quien reía y abrazaba mucho a un niño un tanto mayor a ella con los cabellos erizados, era obvio de quien se trataba e inconscientemente, las lágrimas brotaron de sus ojos sin que el tuviera control ante ello.

Luego de haber presenciado el estado tan decadente de Jennifer, no podía evitar parar de llorar, por más que limpiaba sus ojos las lágrimas no cesaban, ella estaba ahí, y solo podía irradiar salud y vida con esa hermosa sonrisa que conmovió a aquel joven espiritista, pero de pronto, las luces de toda la ciudad, las luces de todo el reino y las luces de todo el mundo se apagaron y todo se cubrió en tinieblas.

"Cuando caiga la noche, y las estrellas brillen al son del universo, la vida de un planeta lejano llegará a su fin y de él nacerá nueva vida que se esparcirá por todo el cosmos, dándonos la ilusión de una gran y hermosa Comeoestasis"

Cuando estas palabras fueron pronunciadas, en los ojos cristalinos de Comet, se reflejó una gran luz, una luz que iluminó todo el cielo con miles de cometas lejanos que se mantenían estáticos en el cielo como hermosas estrellas fugaces luego de una explosión muy parecida a la de un fuego artificial.

El suceso era demasiado hermoso para cualquier persona que tuviera la oportunidad de verlo, pero para Comet, era algo más allá de la percepción humana, estaba paralizado con la vista al cielo, y todo aquello que rondaba a su alrededor para él dejó de existir, pero una sensación calidad en su mejilla derecha hizo que volviera a poner los pies en la tierra, al darse cuenta de que el calor era producido por los labios de aquel relámpago verde.

THE ADVENTURE OF SPRING

Capitulo 13: "Comeoestasis"

"Waaa, eso fue increíble hermanito, toda esa explosión llena de luces"

Luego de aquel impresionante evento astronómico, los cruzados del Zodiaco subieron al cuarto donde reposaba Comet y cuando abrieron y entraron por la puerta pudieron observar tanto a Comet como a Liriam sentados en diferentes partes de la cama, muy sonrojados y con la respiración un tanto acelerada.

–Vaya, veo que el princeso Armstrong ha despertado je, je, je... –comentó Gerald de forma sarcástica y bastante aliviada, mientras se acercaba a él para darle un buen abrazo que le quebró los huesos de la columna– Lo que hiciste fue muy admirable chico, gracias por salvar la vida de Jennifer.

–Ehhh ¿De nada? Ja, ja... No sé qué decir –respondió incómodamente y respondió el abrazo y le agregó unas palmadas a la espalda.

–Por cierto, quiero que conozcas a mis hijos –de la nada Gerald sacó una tableta algo vieja y anticuada en la cual se encontraba haciendo videollamada con el pequeño Jacob y la pequeña Irina y se la estrelló en la cara al adolorido Comet– Miren niños, él es el ojeroso del que les conté.

"Waooo" respondió Jacob.

"Hola señor" respondió Irina.

–Oigan mis amores... ¿En dónde está su madre? Creí que sería la primera en saludarme.

"Mami salió con el Abuelito" respondió Irina.

"Si, dijo que lo acompaño al centro por unas cosas para sus inventos, no creo que tarde mucho en volver" respondió Jacob.

En ese instante alguien tocio desde la puerta del cuarto y cuando Gerald alzó la mirada, era una enfermera con una mirada bastante molesta extendiendo su mano para que le devolviese aquella tableta.

–Eh, está bien mis niños, no se preocupen en otro momento los llamo a molestar otro ratito ¿Sí? Los amo mucho y los extraño –rápidamente colgó la llamada y algo deprimido camino y devolvió la tableta a dicha enfermera quien se la arrebató de un tirón.

Por otro lado, Jennifer, se acercó a Comet un tanto avergonzada, tenía la mirada hacia abajo y sus mejillas estaban algo enrojecidas.

–Esto es para usted señor... –con sus manitas agarró la mano derecha de Comet, la abrió y colocó una piedra en sus manos– Es una piedra que cayó de uno de los cometas, como siempre habla de lo mucho que le gustan los cometas, creí que le gustaría uno.

Agarró la piedra y la observó atentamente, la supuesta piedra del cometa no era más que una mera piedra común y corriente, pero en su mirada se notaba tanta ilusión que Comet soltó una ligera sonrisa y apegó la piedra contra su pecho.

–Es un lindo detalle, Muchas gracias, Jennifer.

Bastante contenta, cerró sus ojos, inclino la cabeza hacia un lado y sonrió antes de darse la vuelta y caminar hacia su hermano, pero de pronto se detuvo, volteo la mirada hacia atrás en dirección a Comet y levantó el brazo y lo flexionó tratando de destacar su bíceps, su determinación era tal que hasta humo salía de sus fosas nasales. Comet sobreentendió que la pequeña Jenni era consiente que tendría que entrenar y volverse fuerte y aunque esa fuera la única alternativa, en el fondo sentía tristeza por que una niña que debería vivir tranquila será sometida a esa vida sin paz.

"Oye tío ¿Puedes llevarnos a comer? Tengo mucha hambre..."

Paulette se acercó a Gerald con una mirada de amargura mientras su estómago rugía, pese a que en el festival se tragó tres calamares asados y Gerald le recriminó esto, pero para su mala suerte, tanto Spring como Jennifer también andaban hambreados.

–Dios mío... Mi pobre cartera sufre –afirmó al sacar su billetera y revisar la cantidad de dinero que traía en mano.

Al final el pobre hombre accedió y salió nuevamente con los niños de la habitación dejando a Liriam y a Comet solos otra vez.

–Son unas muy lindas personas –afirmo Liriam quien se encontraba arrimada contra la pared– Realmente espero que puedan solucionar todo este algarabío de la "Bestia del Zodiaco".

Un tanto sonrojado al recordar lo que había pasado hace algún rato solo asintió bastante nervioso, incluso se notaba como caían las gotas de sudor por su frente y se su cabeza salía humo. Pero cuando Liriam se dirigió hacia la puerta de salida, Comet se sorprendió e inmediatamente preguntó:

–¿Qué ya te vas? –pronunció adolorido mientras quitaba las cobijas se sus piernas y se levantara de la cama para ir hacia ella.

–Si Arthur, he perdido bastante tiempo, aunque no me arrepiento de nada –sonrojada miró hacia los lados sin poder hacer contacto visual con él– Pero debí haber llegado ayer a Kazetial, ya que lamentablemente mi maestra falleció.

–De verdad lo siento mucho Liriam, se lo mucho que querías a la maestra Charla –con las piernas cojas y el cuerpo débil se acercó y le dio un abrazo.

–Si, no te preocupes Arthur, rencontrarme contigo fue lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo y estoy muy feliz por todo y como siempre me sigues impresionando más y más –Correspondió el abrazo y casi le terminó de quebrar la espalda– Ahora vamos a la cama, no puedes estar haciendo esfuerzos innecesarios.

Liriam, lo llevó a la cama y lo arropó observando a su mejor amigo con una cálida sonrisa.

–Cuídate mucho Arthur –en lugar de caminar hacia la puerta camino hacia la ventana que estaba ahí y se subió al filo y allí encuclillada volteó la mirada hacia atrás– Cuando volvamos a vernos repitamos lo de esta noche ¿Sí? –giñó el ojo.

Una vez dicho esto se lanzó del quinto piso, pero en lugar de caer y estrellarse, levitó con los brazos extendidos hacia los lados. Comet hizo un esfuerzo y se levantó y se asomó por la ventana, sacudiendo sus manos para despedirse de ella.

–¡Adiós Liriam! ¡Cuídate mucho! –gritó con todas las fuerzas y Liriam antes de partir se volteó y sacudió los dos brazos despidiéndose de él.

–¡Nos veremos muy pronto! ¡COMET ARSMTRONG!

Su cuerpo se envolvió en un gran y deslumbrante capullo verde y con gran propulsión salió disparada en dirección al norte, iluminando el cielo nocturno con un hermosos brillo, pero esta vez no parecía un relámpago como comúnmente lo hacía, si no que esta vez pareció un gran cometa que surcaba el cielo a la vista de todos aquellos que disfrutaban del firmamento.

Mientras los cruzados del Zodiaco lidiaban una vez más con los obstáculos que se les presentaban en el interior de la oscuridad, en un lugar completamente desconocido para el ojo humano llegaron dos sujetos de aspecto llamativo.

Un hombre con el cabello color cielo y cara de desquiciado salió de entre las sombras y como a trapo viejo lanzó contra el suelo a dos sujetos amarrados por las mismas cadenas. Vadous y Champair, aquellos Dark Souls que fueron abatidos por Gerald y Armstrong.

"Phoenix y yo les traemos a este dúo de fracasados"

Frente a ellos estaba un hombre robusto y de presencia imponente bañado por la espesa sombra provocada por la pequeña iluminación que entraba por el tragaluz del techo.

Satou extendió la mano esperando recibir algo y aquel hombre solo chasqueo los dedos y un hombre enano y regordete, con la nariz hinchada, los ojos cerrados y largos colmillos se acercó a él y le entregó una gran bolsa de monedas de oro.

"Como siempre es un placer colaborarle con lo que necesite, Decimotercer general Fukket"

Una vez teniendo la recompensa en mano, Satou y Phoenix hicieron una pequeña reverencia y se desvanecieron del lugar como oscuridad al recibir luz. El jefe se levantó de su silla y con cada paso hacia retumbar toda la cueva en donde vivía y cuando llegó ante los fracasados, se agachó y los miró con mucha lastima.

–Miren como masacraron a mis chicos... –chasqueo los dedos y las cadenas se volvieron agua.

–Jefecito... –Champair, con la voz quebrada se lanzó hacia el gran jefe hecho un mar de lágrimas abrazando con su cuerpo entero lo que era únicamente su brazo derecho– Perdónenos por haber fracasado en traerle a la bestia del Zodiaco –el pobre lloraba moco y baba.

–Ustedes sabían que ese tipo de misiones no iban asignadas a nuestro escuadrón ¿Qué hacían allá arriesgándose tanto? Más bien se perdieron la pelea de ocultista de dos psíquicos charlatanes, verlos pelear a muerte fue entretenido.

Vadous se quedó sentado en el suelo con la mirada baja, sin decir una sola palabra, el jefe se percató de esto y al instante le preguntó si se sentía frustrado por haber fracasado en la misión, pero eso no le preocupaba en lo más mínimo.

–Esos sujetos, los que protegían a la Bestia del Zodiaco preguntaron por un "Demonio de los cuernos desiguales" como si trabajáramos para él, pero si es que se refieren a quien pienso que es, deberíamos alertar a los altos mandos.

–Echo, está muerto, ellos lo mataron es imposible que aún ande por ahí haciendo de las suyas, Vadous, así que despreocúpate, deben referirse a alguna otra entidad que también busque apoderarse de ella, pero esa no es nuestra Jurisdicción –el gran hombre le extendió la mano su esbirro– Ahora vamos, están a punto de hacer pelear a dos gallos negros en el escuadrón diez, te servirá para distraerte un rato.

Aunque el maltratado chico aceptó la propuesta las ideas no paraban de rondarle por la cabeza, realmente estaba preocupado ya que si realmente ese demonio de los cuernos desiguales seguía vivo tanto el hombre como la oscuridad corría peligro.

"Se nos acaba el tiempo"

En un rincón olvidado de la misma base del escuadrón trece, varios miembros se reunieron en secreto completamente cubiertos con de cabo a rabo con mantos y capuchas cargando un candelabro.

–El eclipse solar será dentro de un mes, si no capturamos a la Bestia del Zodiaco hasta ese entonces todo por lo que nuestra excelencia ha luchado será en vano –exclamo un sujeto que a simple vista se notaba que su boca estaba adherida con grapas y estas mismas funcionaban como dientes.

–Con la acusación del No creyente "Vadous" las sospechas del regreso de nuestro Lord podrían dispararse por toda la división de Dark Souls e incluso llegar a la Trinidad Oscura –exclamó un sujeto con la cara larga a quien la luz tenue de las velas se reflejaba en sus grandes y redondos anteojos.

–Ke, ke, ke, ke, por suerte el idiota de nuestro general lo tomó como una simple confusión, como siempre siendo igual de estúpido –afirmó un sujeto enano cuya lengua era tan larga y gruesa que no la podía mantener dentro de la boca.

–Tenemos que seguir actuando de forma cautelosa, dentro de mi incidente se vio involucrado un guardián del viento, lo que complica la situación, si vuelvo a intentarlo podríamos terminar al descubierto.

–Ya deja de parlotear Victor Adamas, suenas como un cobarde no digno de trabajar para el líder supremo –El grupito no se había percatado que otros dos miembros se habían quedado en la base.

Aquel hombre calvo, tenía un solo ojo en la frente sobre los otros dos ojos vendados y desde ahí parecían provenir unas marcas en espiral que daban la impresión de ser un seis, su pequeño cuerno sobre salía de su barbilla y al igual que el resto de su clase en la punta levitaba una pequeña esfera.

–¡¿Six?! Creí que habías ido con el resto a la pelea de gallos –exclamó Victor mientras a todos les temblaban las manos y las velas caían de los candelabros.

–Utilicé mi tercer ojo para saber lo que iban a hacer y me siento muy decepcionado que no me hayan invitado ¿No es así Froc? –Levantó su mano y en ella estaba parada una pequeña rana anaranjada con rayas negras, ojos amarillos y tres cuernos de los cuales el del centro poseía la esfera de los Dark Souls.

–No-nosotros estábamos por acompañarlos amigos, a-aquí no está pasando nada malo –su voz toda temblorosa era demasiado evidente y Six quien sonreía de forma engreída subió a Froc a su hombro.

–No necesitan esconderme nada, yo siempre supe que este día llegaría y estoy dispuesto a dar mi vida con tal de servir a Lord Echo –golpeó fuertemente su pecho– Yo mismo iré por esa Bestia del Zodiaco y mataré a cualquiera que se interponga en el camino.

Capitulo 13 - FIN