En el trayecto desde el país de Clow Wesh hacia el país de Ken 'O, Comet Armstrong ha dedicado cada momento del trayecto para ayudar a Jennifer a controlar el poder de la Bestia del Zodiaco, sin lograr ningún resultado o avance. La Bestia despertaba y perdía el control una y otra y otra vez provocando destrucciones masivas a diestra y siniestra, pero en cada ocasión, los cruzados del Zodiaco se preparaban más y conforme pasaron los días frenar aquel descontrol se volvía más fácil y rápido de lo que parecía. El cuerpo de Jennifer no asimilaba correctamente la esencia pura del Zodiaco y esto provocaba que la propia energía actúe en su contra lo que evitaba un progreso significativo. Al no tener otra opción Comet pausó el entrenamiento para controlar el poder y decidió enseñarle a pelear como una humana utilizando a su favor el poco poder que ella podía emitir sin perder el control y en esa ocasión, Jennifer pudo desenvolverse un poco más.
-Chico, comprendo que estas sesiones de entrenamiento son importantes para la niña y el bien mundial, pero esto nos está atrasando demasiado -exclamó Gerald mientras observaba un gran Mapa del Reino del Viento -Dentro de un par de ciudades abandonaremos finalmente el país de Ken 'O luego de dos largos meses, me parece demasiado hasta este punto ya deberíamos estar próximo a Kuraudo. Pero apenas estamos a la mitad del camino.
Comet manifestó su navaja y corrió directo hacia Jennifer quien, aunque se la veía algo nerviosa, estaba algo encuclillada y con las manos elevadas hasta el torso, preparada para recibir el ataque de su maestro y cuando él blandió la cuchilla contra ella Jennifer brincó y con su pie se impulsó usando la cuchilla y alrededor de sus manos se manifestaron una garras sobre cada dedo y desde la cabeza sus largas orejas.
-Viejo Gerald ¿Te importaría darme un momento? ¡Estoy en medio de un combate! -exclamó el espiritista viendo como Jennifer se lanzaba contra el con una amenazadora mirada.
Cuando Jennifer estuvo por cortar a Comet este si inclinó hacia atrás y agarrando el mango del arma levantó la parte sin filo y golpeo la nuca y espalda de Jennifer distrayéndola y haciendo que golpeara hacia un lado, haciendo un pequeñín corte en su rostro.
Con su codo golpeo la parte posterior del cuello y rápidamente la noqueó, dejándola tirada sobre el suelo. Dando por terminado el combate... O eso creía él.
Las hojas de los árboles que yacían a su alrededor se movían hacia diferentes direcciones, de forma confusa y escandalosa, tratando de confundir al espiritista Comet movía los ojos de un lado a otro siguiendo los movimientos del árbol sin perder la concentración, cuando de pronto tanto desde izquierda como la derecha salieron de los árboles un niño de cabello marrón con un mechón en espiral y una niña con anteojos y cabello rojizo lanzándose directo hacia Comet.
-Je, aun les falta mucho por aprender...- Con su mano derecha agarró el rostro de Spring y con una media vuelta lo lanzó hacia Paulette y el mega puño que debió recibir Comet lo recibió Spring.
El pobre niño de los rayos en las mejillas salió volando directo al suelo y rodo y rodó sobre el pasto, golpeándose con cada vuelta que daba. Paulette del susto perdió la concentración y Comet la agarró de la bufanda y la lanzó contra Spring, impactando ambos contra un árbol.
Comet limpio sus manos, agarró su arma y la desvaneció, caminó y agarro a Jennifer, Spring y Paulette para llevarlos a las tiendas de acampar para que duerman hasta el siguiente día para luego el tambien lanzar un bostezo. La noche había caído y el bosque oscuro solo era iluminado por unas intermitentes luciérnagas y una pequeña fogata que Gerald había armado.
-¿No creer que eres muy Brusco con ellos? -preguntó Gerald cuando Comet se sentó frente a la fogata mientras el freía un par de malvaviscos y agarraba un pequeño marco de madera.
-No creo que este en circunstancias para ser blando, Gerald, no cuando esa cosa está detrás de ella -le quitó la rama de malvaviscos y se comió uno a uno con una mirada algo desanimada.
El sonido de la leña ardiendo en la fogata se metió en el subconsciente de Jennifer llevando a su mente a uno de esos recuerdos que permanecían ocultos en su mente. Ella estaba metida en aquel hueco en donde su madre la había escondido y no se había movido de ahí durante un buen rato hasta que escucho un grito desgarrador proveniente del exterior. Su mente rápidamente asimiló que quien gritó fue su madre y no lo pensó dos veces antes de salir del hueco y correr hacia la puerta, la cual estaba semiabierta.
Al salir, solo podía escuchar como alguien reía gozosamente, las risas eran tan altas y exageradas que sus oídos zumbaban, pero ella sentía el tono de la risa como algo familiar. Cubriendo sus oídos bajo por las escaleras hacia el paso y camino tratando de soportar las risas, pero cuando miró hacia el frente. Lo que vio, lo que pasó hizo que su mente se ponga en blanco. Perdió el control de su vida y de sus acciones y aunque ella no podía ver o sentir nada, escuchaba gritos de dolor, gritos de ayuda y de sufrimiento, y el sonido que emitía la fogata de Gerald, era muy parecido al sonido de candela que sonaba junto con la muerte y el dolor que la Bestia del Zodiaco había cometido.
De un brinco se despertó y de sus ojos brotaban lágrimas, pero ella no sabía por qué. El trauma que le provocó ese suceso bloqueo todo recuerdo concreto pero aquella sensación de culpa no se iba y eso hacía que las lágrimas brotaran sin reparo. Junto a ella estaban durmiendo profundamente Spring y Paulette y al no tener ganas de hacer algo más, se acostó a seguir durmiendo, pero desde el exterior se escuchaban murmullos y esto capto la atención de la niña. Haciendo que salga de allí silenciosamente.
-¿Estás seguro de que existe forma de controlar a esa cosa? ¿Sobre todo que ella lo controle? Cada día me convenzo más que es en vano todo lo que estás haciendo. Solo la ponemos aún más en peligro.
-Se que estamos perdiendo mucho tiempo al tomar las rutas más remotas y largas del camino, pero realmente es necesario -su mirada se perdió atentamente en el fuego abrasador- Viejo, ¿No te has puesto a pensar en lo que vamos a hacer si en Kuraudo no pueden ayudarnos? Yo hice un juramento y no pienso fallar.
-No todas las promesas pueden cumplirse... -agarró su hombro- Piensa en quien recae todo ese peso.
Las lágrimas caían una tras otra sobre las mejillas enrojecidas de la pequeña mientras apretaba fuerte mente su débil corazón.
-Yo... Tengo que volverme más fuerte.
THE ADVENTURE OF SPRING
Capítulo 17: "Determinación"
Los cruzados siguieron con su camino, cada vez más cerca de llegar a su siguiente objetivo, el país de Heaven's Gate. En medio del trayecto el entrenamiento no cesó y en cada oportunidad Comet aprovechaba para enseñar y luchar con los niños mejorando de gran manera sus movimientos y desenvolvimiento en medio del combate, pero seguía sin ser suficiente.
Cuando caía la noche y todos se acostaban a dormir, desde que ella escuchó aquella conversación, salía a escondidas y corría lo más lejos posible de la zona de acampar, se sentaba en medio del pasto, Cruzaba sus piernas y cerraba los ojos, respirando profundamente. Estaba tratando de liberar a la bestia tal y como su maestro lo hacía con anterioridad.
"Por favor no pierdas el control..." fue lo que se dijo a sí misma, al dejarlo fluir.
De un momento a otro abrió los ojos y todo lo que vio fue completa oscuridad mientras estaba de pie sobre la mismísima nada. Sentía que ya había estado en ese lugar, pero no lo recordaba con claridad, pero curiosamente cada que lo pensaba provocaba que un largo escalofrío recorriera por todo su cuerpo.
-Otra vez estás aquí, mocosa...
A sus espaldas sintió una fuerte respiración y su nariz percibió un fuerte olor a putrefacción. Lentamente volteo hacia atrás y casi se desmayó al ver a la gigantesca bestia del Zodiaco frente a ella.
"E-e-eres... t-tu..." exclamó Jennifer con la voz tembleque.
La Bestia solo la ignoró, pasó por a lado suyo y se recostó en el suelo.
-¡Di-dime como domonarte! -aunque estaba nerviosa y asustada se paró firme y le gritó a su compañera de cuerpo.
Lynx con fastidio refunfuñó, pero no se movió. Allí recostada solo respondió:
-En primer lugar, niña analfabeta, es "Dominarte", no "Domonarte".
Jennifer se acercó agarrando valor y se paró frente a su rostro y agarró su puntiaguda nariz.
-Por favor, ayúdame.
-Ese no es problema mío -abrió el ojo izquierdo, se paró y se acostó por otro lado, dándole la espalda a Jennifer- El chico ese, Comet Armstrong es el único responsable, y tú al no saber controlar tus emociones.
-Pero, por que cada que lo intento pierdo el control... -volvió a caminar hacia su rostro, pero volvió a voltearse cada que Jennifer se acercaba a ella.
-Yo no soy la del problema, esa eres tú y si me disculpas -comenzó a menear su larga y pinchuda cola -¡Quiero estar en paz! -azotó la cola y mandó a volar a Jennifer, provocando que saliera de aquel plano astral y se quedara completamente inconsciente.
Al despertar, lo primero que vio fue como el cielo mostraba el hermoso y frio amanecer. Con dolor se levantó y regresó al campamento antes de que alguien se diera cuenta de sus escapes.
Desde ese momento, cada noche, cuando todos estaban dormidos Jennifer se escabullía lejos para entrenar por su cuenta. Primero simulaba una pelea contra diferentes árboles y luego se sentaba e intentaba meterse de lleno en el poder de la bestia, pero lastimosamente cada que lo intentaba fallaba. Lo único que hacía era volverse en un enorme animal sin control guiado por los sentimientos negativos de la niña, pero como estaba sola y no había a nadie a quien dañar la Bestia del Zodiaco solo se quedaba quieta en el mismo lugar sin hacer absolutamente nada.
"Otra vez tú"
Jennifer estaba confundida mirando hacia su alrededor, otra vez estaba en ese extraño lugar con Lynx y no sabía cómo ni cuándo había llegado allí. Pero nuevamente Lynx, con un fuerte puñetazo la aplastó contra el suelo e hizo que abandonara aquel lugar.
Jennifer gastaba más energía de lo inusual y recuperaba muy poca al no dormir casi nada y Gerald se había dado cuenta de eso. Cuando peleaba contra Comet su forma de pelear era mejor, pero era muy fácil de golpear ya que el sueño no dejaba que se concentrara al máximo, sus ojos se notaban muy cansados y sus ojeras de a poco se volvían parecidas a las del espiritista.
-Armstrong, de verdad deberías parar, mira cómo está... No puede ni con su vida.
Comet tragó saliva al rascar su cabeza antes de reunir a los niños en un solo lugar para darles un aviso importante.
-Estamos cerca de llegar a Heaven's Gate y lo he pensado mucho... -Jennifer cabeceaba sin escuchar lo que Comet decía, pero cuando este lanzó un fuerte aplauso la pequeña despertó- Suspenderemos el entrenamiento hasta llegar a la ciudad de Metrogenia, osea el centro de Heaven's, realmente necesitan descansar.
Spring y Paulette se miraron entre sí y levantaron sus hombros en forma de duda al preguntarse por qué Comet estaba tan preocupado, pero la pequeña Jennifer solo escuchó e involuntariamente cerró sus ojos y se durmió.
"Has venido aquí a diario desde que comenzaste a hacer este estúpido entrenamiento secreto, mírate, te ves fatal niña"
Jennifer nuevamente se había escabullido para continuar su entrenamiento pese a que su maestro había ordenado un descanso.
-Dime, Lynx... -exclamó con bastante desgana- ¿Por qué cuando pierdo el control y no hay nadie, la bestia no hace más que quedarse quieta como una roca?
-Ni tu ni yo controlamos ese lado salvaje que expulsas cuando pierdes el control. Es un estado primitivo compuestas por una amalgama de emociones que no puedes controlar.
Mientras Lynx hablaba y hablaba Jennifer se había quedado dormida incluso dentro de dicho plano astral, pero el sonido inusual de las hojas de los árboles hizo que despertara de improviso en el mundo real. Pensando que era un sueño se quedó mirando atentamente hacia los árboles, pero al final no hubo nada fuera de lugar, o eso es lo que ella pensaba hasta que un hombre con una máscara de demonio rojo bajó de entre los árboles.
-¡Pero que fortuna! La Bestia del Zodiaco en la palma de mis manos... -la voz del sujeto era bastante áspera y chillona, incluso podría parecer fingida.
-Quien e-
El hombre ni siquiera dejo que termine de hablar, se movió tan rápido que en un pestañeo apareció frente a ella y con una sola patada la envio a volar contra los árboles.
-Eres demasiado débil... ¡Será tan fácil capturarte! -manifestó una larga guadaña en sus manos y caminó lentamente hacia ella, dándole un efecto dramático según él.
Jennifer comenzó a gruñir, sus ojos eran bañados de oscuridad, emitiendo un brillo platinado mientras a sus alrededores se formaba aquella coraza de cristal.
-Si cedes ante la Bestia será mucho más fácil capturarte -postró el asta de la guadaña sobre su hombro y soltó una carcajada- Aunque no debería decírtelo, me gusta torturas psicológicamente a mis victimas cariño.
Las palabras del desconocido eran correctas y ella lo sabía. Dolorosamente trató de retener el correr del zodiaco en su corriente de Genn, pero al hacerlo era como retener dentro de ella agua hirviendo y de forma tan literal su cuerpo comenzó a humear.
"Todo por lo que has luchado y todo el sacrificio de la gente que amas, será en vano y yo ganaré"
Jennifer soltó un fuerte grito y comenzó a agarrar su cabeza y a moverla descontroladamente cerrando con mucha fuerza sus pequeños ojitos.
"Vamos a divertirnos un poco"
Señaló con su guadaña con una mano y con la otra manifestó una gran navaja algo familiar mientras los orificios de la máscara deslumbraban una fuerte luz blanca.
"Muéstrame el resultado de tu esfuerzo ¡JENNIFER!"
Capítulo 17 - FIN