Un punzante y ardiente dolor me invadió, desde el pecho hasta la cabeza. Era como si mi corazón estuviera siendo atravesado por una estaca ardiendo, mientras mi cabeza era taladrada. Sentí náuseas, como si un líquido muy caliente estuviera pasando por mi garganta. No pude hacer nada cuando la sangre salió de mi boca, solo ver cómo el líquido rojo manchaba el pupitre en el que estaba sentado.
—¡Sr. Smith!—. Alguien gritó frente a mí. Seguido por varios gritos histéricos de algunas chicas a mi alrededor.
Estaba confundido y mareado. No sabía dónde estaba, o como había llegado aquí. Mi visión era borrosa. Y mi cabeza palpitaba.
Sentí cómo alguien me ayudaba a ponerme de pie. Llevándome fuera del salón en dónde estábamos. Me habría preguntado quién era, pero no estaba en posición de negar ninguna ayuda.
Mas sangre intento salir de mi boca, pero contuve las ganas de vomitar, soportando el desagradable dolor en mi garganta. Éso por alguna razón sirvió de algo, ya que el dolor empezó a disminuir lentamente. Lo suficiente como para empezar a notar mi alrededor.
Estaba en lo que parecía una escuela. Lo cuál me dejó confundido, yo ya había terminado mis estudios hace mucho, ¿Que hacía en una escuela?. ¿Cuando había llegado yo aquí?. Dejé esas preguntas para después, ya que llegamos frente a lo que parecía una enfermería.
Al entrar, veo que efectivamente era una enfermería. Una habitación limpia con dos camas separadas por una cortina, junto con varios estantes con equipo médico básico. Pero lo que más llamó mí atención fue la hermosa pelirroja con bata blanca que caminaba apurada hacia mí al vernos llegar. Parecía algo fuera de lugar, lo suficiente como para que a pesar del dolor ese pensamiento pasara por mi mente. Era simplemente demasiado hermosa para ser una enfermera de una escuela. Y no me refiero a que no hayan enfermeras hermosas, pero está mujer parecía demasiado hermosa para ser simplemente una enfermera.
Independientemente de mis pensamientos, la enfermera pelirroja y el chico que me ayudó a llegar me guiaron hasta una de las camas, en dónde me senté mientras la mujer empezaba a examinarme.
—¿Que le ocurrió?—. Preguntó la mujer.
—E-el de pronto vómito sangre y no parecía sentirse bien...—. Explicó el chico con ligero nerviosismo.
—Claro que no me sentía bien, es lo que pasa cuando vomitas sangre...—. Comento, llamando la atención de ambos por mi tono algo mordaz.
—Pues parece que no está tan mal si puede hablar de esa forma, joven—. Comentó la enfermera, entrecerrando ligeramente los ojos.
—Perdón...—. Me disculpo. No podía evitarlo, me sentía confundido y algo molesto por el dolor, incluso si seguía disminuyendo lentamente, seguía siendo desagradable.
—Permanezca quieto, necesito tomar una pequeña muestra de su sangre para ver si no está intoxicado con algo—. Comenta la mujer, caminando hacia una de las estanterías.
Solo ahí, me digne a mirar en detalle al chico que me había ayudado a llegar aquí. Era un chico algo flacucho, de pelo castaño y lentes. Parecía nervioso con mi mirada, como si no estuviera acostumbrado a socializar. Solté un pequeño resoplido antes de hablar. —Oye, gracias por ayudarme... .
—No hay de qué... ¿Y-ya estás mejor?, no pareces estar tan mal como antes.
—Si, el dolor ya pasó en gran parte... Aunque aún lo siento—. Contesté mientras ponía mi mano derecha sobre mi pecho, sintiendo como el dolor prácticamente había desaparecido. —Por cierto, ¿Quien eres?—. Su cara se me hacía bastante conocida, aunque no podía ubicar de dónde.
Mi pregunta pareció desconcertar al chico.
—¿T-tu no me recuerdas?... Pero si me siento delante de tí desde el inicio del semestre... .
Éso me dejó algo desconcertado. ¿De qué carajos estaba hablando este chico?. ¿Desde cuándo yo-...
¿Q-que eran estos recuerdos que venían a mi mente?. Recuerdos de una vida que no era la mía. De una infancia sin padres, criado por un tío que apenas me prestaba atención. De ser intimidado por unos chicos que jugaban fútbol americano. De asistir a una escuela en Queens, junto con...
—Peter... Parker...—. Susurro, apenas creyendo lo que estaba frente a mí.
—Jaja. Entonces si sabes quién soy—. Claro que sabía quién eres. Eres el jodido Peter Parker. Un maldito personaje de cómics, más conocido como Spiderman.
¿Que demonios estaba pasando aquí?. ¿Por qué Peter Parker está frente a mí?. Yo... ¿Acaso reencarne en un cómic o algo así?. Eso era ridículo. Pero... ¿No era exactamente lo que estaba pasando aquí?.
—Voy a tomar una pequeña muestra de tu sangre...—. Dijo la enfermera pelirroja, volviendo con una pequeña jeringa. —Quizás quieras mirar a otro lado, mucha gente se pone ansiosa cuando ve una jeringa—. Dice eso último con una pequeña sonrisa amable, pero honestamente, lo último que me importaba ahora era la estúpida jeringa.
Tomé una larga y lenta respiración mientras calmaba mis ideas. Ok. Por alguna razón que no entiendo, estoy en el mundo de los cómics. Mi nombre era Jhon Smith... Vaya nombre más simplón... Pero eso no era lo importante, había reencarnado y ahora era un adolescente de diecisiete años que estudiaba junto al que se convertirá en Spiderman.
Ok.
Ok... Cálmate. Ésto puede ser algo bueno, ¿No?. Este era el sueño de muchos, ir a otro mundo y recibir poderes para pelear junto a los personajes que les gustan... Sin embargo, no es que yo sea una gran fanático de los cómics... De hecho, la mayoría de las cosas que sabía era por un par de series animadas y una que otra película...
Pero aún así, quizás ahora tendría poderes. No creo que alguna entidad se haya molestado en enviarme a otro mundo solo para morir como un extra mientras un héroe y un villano se partían la cara en una pelea que destruiría la ciudad. Quizás tenga que ver con esta extraña sensación que estaba sintiendo desde hace rato dentro de mí... O quizás sea solo el dolor que me está haciendo sentir cosas...
Suspiro mientras me rasco la cabeza. No sabía que pensar en esta situación. Parecía demasiado irreal y debería estar asustado o como mínimo, desconcertado. Pero, quizás gracias a los recuerdos que tenía de este cuerpo, no estaba tan confundido como debería estar.
Aunque me hubiera gustado que el cuerpo que ahora es mío haya vivido una vida menos recluida. Era literalmente un marginado social. Solo se la pasaba encerrado en su casa usando la computadora, sin salir para intentar hacer amigos. Solo para luego lamentarse de su soledad. ¡¿Cómo coño planeas tener amigos si no intentas socializar con nadie?!.
Pero dejando eso de lado, tenía una comprensión básica del mundo en el que estaba. Los héroes si existían en este mundo, al menos algunos de ellos. Los mutantes existían, Hulk existía, el capitán América existía; o existió durante la segunda guerra mundial. Ironman también existía, revelando su identidad hace pocos meses. Thor existía, o eso decían los rumores; ya que había grabaciones de un martillo que cayó del cielo en Nuevo México. Los cuatro fantásticos también habían obtenido sus poderes recientemente.
Y de momento no podía recordar mucho más. Sabía que en los cómics existía eso del multiverso. Pero no sabía mucho sobre éso, no sabía en cuál de todos estaba, aunque no creo que eso importe demasiado. A no ser que estuviera en uno dónde el mundo se acabe por un virus zombie, entonces quizás si debería preocuparme.
Sin embargo, recordé algo, se suponía que este chico frente a mí; Peter Parker, era Spiderman, sin embargo, aún tenía la apariencia que tenía cuando aún era solo un nerd, demasiado flacucho y tímido. Y no recordaba ninguna noticia sobre su identidad de héroe...
No...
Si recordaba. Pero no de él. Spiderman no era Peter Parker en éste mundo...
Spiderman aquí era mujer...
—Oye... ¿Estás bien?. Te quedaste mirando a la nada de repente...—. La voz de Peter me saca de mis pensamientos. Solo ahí me doy cuenta de que talvez me quedé absorto demasiado tiempo.
—Sí... Solo estaba... Pensando—. Respondo. Por un segundo me cuestioné la razón por la que él seguía aquí. Según mis recuerdos recién adquiridos, nosotros no éramos amigos. Así que su preocupación me parecía extraña, pero luego pensé, que éste era Peter Parker. El chico que literalmente estaba dispuesto a hacer lo que sea con tal de ayudar. Incluso sin los poderes de Spiderman, el seguía siendo una buena persona. —Oye, gracias de nuevo por ayudarme.
—No tienes que agradecer-...
—No, enserio. Gracias. Eres un buen chico, Peter—. Antes de que él pudiera continuar, lo interrumpo. —No somos amigos, pero aún así estás preocupado por mí. Grácias, lo digo enserio.
Él me mira sorprendido por unos momentos, antes de que una expresión avergonzada se formara en su rostro. No pude evitar resoplar divertido, parece que no estaba acostumbrado a recibir elogios, o agradecimientos.
—Parece que ya te sientes mejor—. Comenta la enfermera, volviendo a acercarse a mí. Ella pone su mano sobre mi frente, quizás comprobando mi temperatura, mientras coloca un pequeño termómetro en mi boca. Luego de unos segundos, ella lo retira, comprobando el resultado. —Tu temperatura es normal. No parece que estés enfermo, y no muestras síntomas de estar intoxicado... ¿Que pudo haber pasado?...
—Gracias señorita, pero ya me siento mejor. No creo que sea necesario hacer exámenes—. Además de que no tenía ganas de que me analizara un doctor.
—Incluso si dices éso, sería irresponsable de mi parte dejarte ir sin estar completamente segura de que estás bien—. Ella responde.
Yo decido ignorar su sugerencia, poniéndome de pie para mostrarle. —Mire. Puedo pararme por mí mismo y ya no siento dolor. Estoy bien. Enserio.
Ella aún parece reacia a dejarme ir.
—Realmente no creo que deba...
—Ok, mire. Volveré a clases y si empiezo a sentirme aunque sea un poco mal, volveré aquí de nuevo. Peter me ayudara, ¿Verdad?.
—A-ah... ¡Si¡.
—¿Vé?.
Aunque aún parecía indecisa, ella suspiro mientras asentía lentamente. —... Está bien... Puede irse. Aún tengo re analizar su sangre, por lo que lo llamaré en caso de que encuentre algo inusual.
Con eso dicho, ella nos despidió. Peter y yo nos dirigimos al salón de clases. Mientras caminaba por los pasillos junto a Peter... Jajaja, aún no podía creer que esté caminando junto a Peter Parker... Pero el caso, es que me puse a pensar en cuál debería ser mi plan ahora.
Primero, debería averiguar si tenía algún poder. Se que suena extraño, pero si realmente alguien o algo me envió aquí, no creo que lo haya hecho solo para dejarme morir. En caso de que yo haya llegado aquí por pura coincidencia, significaría que debería entonces buscar una forma de obtener poder. Ésto eran el mundo de los cómics. Podía intentar ir a algún pueblo perdido y aprender un arte místico y milenario. O aprender magia. O inyectar algo en mi sangre... Aunque ésto último a veces resultaba mal, véase por ejemplo a Hulk. No quería volverme una bestia carente de raciocinio.
O quizás era un mutante. Los mutantes no eran raros y yo estaba en la edad en que normalmente se despierta el gen que les da sus poderes. Quizás esa era la extraña sensación que estaba sintiendo desde hace rato. No sabía cómo describirla exactamente. Era cómo... Ser ligeramente consciente de mi flujo sanguíneo.
Me pregunto si...
—Oye Jhon...—. Escuché a Peter llamarme. —¿Seguro que estás bien?...
—Claro. Solo me pierdo en mis pensamientos a veces...—. Respondo.
—Tranquilo, bro.
—¿Bro?... ¿Ahora somos amigos?.
Rodeo los hombros de Peter, palmeando su espalda. —Por supuesto que sí. Ahora eres mi mejor amigo. Si necesitas ayuda con cualquier cosa, solo avísame.
Peter se ríe torpemente. —Jaja... Claro.
Ambos llegamos al salón. Al entrar, obviamente las miradas de todos se dirigieron a nosotros. Peter se encogió, avergonzado por las miradas que recibía. Yo en cambio, caminé hasta mi asiento, ignorando los susurros y miradas que me daban todos.
—¿Ya se siente mejor, sr. Smith?—. Me pregunta el profesor.
—Si señor.
—Muy bien. Entonces, continuemos con la clase...—. Con eso dicho, el maestro volvió a abrir el libro sobre su escritorio, continuando normalmente con el resto de la clase.
Pude notar como la mayoría de los estudiantes aún me miraban. Sin embargo, no les presté atención, mi mente estaba enfocada en otra cosa. Más concretamente, descubrir quién de aquí era el superhéroe escondido. Según los recuerdos que tenía, la Spider Woman de aquí vestía con un traje mayormente blanco y negro, con algunos diseños de telaraña en los brazos y debajo de la capucha que llevaba.
¿Quien podría ser?. Ahora mismo desearía haber leído más cómics, aunque había escuchado de versiones femeninas de Spiderman, no les había prestado atención, por lo que ahora estaba bastante perdido sobre quien pueda ser.
Veamos, piensa, ¿Quien aquí puede ser un superhéroe en su tiempo libre?... Miré a la chica rubia que se sentaba al lado de Peter, parecían amigos... Buenos amigos de hecho. ¿Cuáles eran las posibilidades de que ella sea la Spiderwoman aquí?. Sería muy obvio, ¿No?.
Ella era... ¿Gwen Stacy?... Sí, así se llamaba. Maldita sea, ¿Por qué el idiota dueño de éste cuerpo no socializaba más?. Podría acercarme a ella, ahora que Peter y yo éramos amigos, tenía una excusa para intentar ser amigos de ella también. Sin embargo, ¿Luego qué?. ¿Que podría ganar siendo amigo de una superheroína?...
¿Además de ser amigo de una superheroína?. ¡¿Que más quería?!. Obviamente solo éso basta. Sería genial tener un amigo super poderoso. Además, si yo mismo tenía poderes, quizás ella pueda ayudarme a controlarlos.
No había nada que discutir, sería amigo de ella.
Además, ella eran realmente linda. Era una rubia hermosa con lentes, su pelo lacio hasta los hombros resaltaba su belleza juvenil, junto con sus ojos azules, que parecían brillar como joyas. Y además, tenía un muy buen cuerpo, incluso si intentaba ocultarlo con esa ropa holgada... Sin embargo, ¿Peter estaba enamorado de ella?. Esa era la sensación que me daba al mirarlo junto a ella. Peter la veía como alguien que está perdidamente enamorado. Y ella, ¿Acaso también estaba enamorada de él?.
Oh, hohoho...
Vaya, vaya. Podría ayudarlos, dándoles un pequeño empujoncito en su relación, con lo que me ganaría su amistad de forma definitiva.
Ya está. Mi primera misión en este mundo está decidida.
Voy a emparejar a estos dos tortolitos.
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Dentro de la enfermería de la escuela, la enfermera pelirroja miraba a través del microscopio una pequeña muestra de sangre. Ella apartó su mirada se la muestra, poniéndose de pie para caminar hasta su bolso. Allí, tomó su teléfono, marcando una rápida sucesión de números. No tuvo que esperar mucho para que alguien contestara su llamada. Una voz masculina se escuchó del otro lado de la línea.
—Agente Romanoff...
La enfermera, o más bien, la agente encubierta que se hacía pasar por enfermera adoptó una expresión seria antes de decir.
—Tengo algo que informar, señor...
—¿Es sobre nuestra pequeña amiga araña?.
—No señor. Es algo más...—. Respondió la mujer peli roja. —Hoy, uno de los estudiantes llegó hasta la enfermería, parecía enfermo y tome una muestra de su sangre.
—Supongo que encontró algo extraño en la muestra.
—Así es señor. Es un mutante, o éso creo. Pero... Hay algo aún más extraño, su sangre... Parece estar viva...
Por unos segundos, ninguno de los dos dijo nada, hasta que la voz masculina del otro lado de la línea habló. —...Enviaré a un agente a recoger la muestra. Buen trabajo, agente.
La llamada terminó. La agente volvió su mirada al pequeño vial con la sangre que había tomado. Mirando con desconcierto como el líquido rojo se movía por si sólo, como si estuviera intentando salir del cristal que lo contenía.
—¿Que eres, Jhon Smith?...
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Fin.
Primer capítulo de éste ¿Experimento?. Realmente no se cómo llamarlo, es mi primer fic, y lo estoy haciendo con ayuda de mi hermano, que también escribe aquí su usuario es alta_potencia; que escribe más que nada cosas eróticas. Así que si ven algún error, pues, ya saben porqué.
Lo que dice el prota es enserio, no soy un experto en cómics, ni siquiera soy un gran fan. Pero hay cómics que me gustan mucho y Spiderman es mi héroe favorito, por así decirlo. Aunque el trato que se le da en la mayoría de los cómics es...
Bueno, dejando eso de lado, espero les haya gustado. Si es así, no duden en comentar sus sugerencias. Pero para que se hagan una idea más clara de cuál es mi plan con éste fic, me voy a basar en la serie de Spectacular Spiderman, solo que con Gwen como la heroína. Luego de éso, mezclaré algunas cosas que conozco, de las películas y alguna que otra serie.
Sobre los poderes del prota, serán principalmente sobre manipulación de la sangre, que es uno de mis poderes favoritos de la ficción. Eso dará paso a más poderes que se desarrollarán más adelante, además de una que otra trama por ahí.
Y nada. Hasta la próxima.