El timbre sonó, indicando por fin la hora de salir. El maestro dijo algo sobre una tarea que debíamos entregar la semana que viene, pero parece que ninguno de sus estudiantes le hizo caso.
Recogí todas mis cosas, dispuesto a irme junto con Peter y Gwen, sin embargo, mientras los buscaba con la mirada, ví como Peter era llevado por otro chico fuera del aula, mientras este tenía su brazo sobre los hombros de Peter como si fueran amigos.
¿Quién era éste?.
Me acerqué a Gwen antes de nada. — ¿Quién es ése que salió con Peter?.
Ella me miró, mirando luego a la puerta del aula. — Harry Osborn... —. Responde con algo de molestia en su voz.
— ... ¿Quién?.
Ella parpadea confundida por mi pregunta. —¿El chico más rico de toda la escuela?, hijo de Norman Osborn; dueño de OsCorp, ¿Una de las compañías tecnológicas más importantes de estados unidos?.
— ¿Entonces es alguien importante?...
— Olvídalo... Harry era el mejor amigo de Peter, hasta que todo el mundo se dió cuenta de que él era rico, entonces se volvió popular y se olvidó de Peter —. Ella responde, tras negar con la cabeza mientras soltaba un suspiro.
— Entonces, ¿Qué quiere él con Peter?.
— No lo sé... Quizás quiera pedirle ayuda con la tarea que dejó el maestro... ¿Jhon?, ¿A dónde vas?.
No le respondí mientras caminaba con intención de seguir a Peter y al otro chico. No fué difícil seguirlos, ya qué junto a este tal Harry, había un pequeño grupo de chicas que lo seguían como pollitos hambrientos siguiendo a su mamá gallina.
— Peter... —. Lo llamé, sin preocuparme por el pequeño grupo alrededor. — Vámonos, Gwen te está esperando —.
El chico, Harry, me observa por unos segundos con una ceja levantada. — Vaya, ¿Estás saliendo con Gwen?. Bien hecho Peter.
— Ah-... Yo no...
— Pero dejando eso de lado, ¿Que me dices?. ¿Me ayudarás con ese pequeño favor? —. Harry ni siquiera deja terminar de hablar a Peter, volviendo a hablar mientras actúa tan aparentemente amigable con él.
Sin embargo, podía ver qué Peter parecía incómodo. Así que decidí terminar con lo que sea que este chico estuviera planeando. Me acerqué y tomé el brazo de Harry sobre los hombros de Peter, quitándolo sin ninguna intención de ocultar mi desagrado hacía el chico presumido.
Harry me miró algo sorprendido, como si nunca alguien lo hubiera tratado como lo acababa de hacer. Supongo que era normal cuando eras un niño rico rodeado de lame botas que solo te querían por tu dinero.
— ¿Quién te crees? —. Pregunta él, ofendido.
— Su amigo... Vámonos, Peter.
Peter miró por última vez al chico engreído antes de seguirme. Dejando atrás a la pequeña multitud que lo seguía. No me importaba que expresión tuviera en ese momento, claramente estaba tratando de aprovecharse de mi amigo. Y eso era algo que no podía tolerar.
Ambos nos encontramos con Gwen y caminamos juntos fuera de la escuela. Ya habíamos decidido reunirnos en casa de Peter para estudiar aún más mis poderes. Además de estudiar para la escuela. No es que lo necesitara, pero era agradable tener a alguien tan inteligente como Peter para que te explicara todo.
Sin embargo, durante el camino, noté como Peter parecía distraído. — Oye, ¿Estás bien?.
—¿Eh?... Oh, sí... Descuida...
— ¿Seguro? —. Vuelvo a preguntar. Gwen también nota la expresión extraña de Peter, mirándolo con una creciente preocupación.
— Yo... —. Él suspira. — Es solo qué... Estaba pensando en Harry... Solíamos ser amigos, pero...
— Lo sé. Gwen me contó que era tu mejor amigo. Pero ya no tienes que preocuparte por éso. Si él prefiere estar rodeado de lame botas interesados en su dinero, entonces déjalo. No tienes que sentirte culpable por no hablar con él.
— Supongo...
— Jhon tiene razón, Peter... —. Aporta Gwen. — Harry fué quién decidió dejar de hablarte. No te sientas mal por él. No sé lo merece.
Peter suspira, antes de recuperar su expresión normal. — Supongo que tienen razón...
— Por supuesto que la tenemos. —. Me jacto con una falsa sonrisa arrogante. Ganando una risa de ambos, la cuál se vió interrumpida por el sonido de un comunicador de la policía. Gwen sacó el comunicador de su bolso, subiendo ligeramente el volumen para escuchar claramente. Al parecer, un robo se estaba llevando a cabo en el banco principal de la ciudad.
— Chicos, debo irme... —. Ella dice con urgencia.
— Claro. El deber llama —. Respondo. Los tres nos acercamos a un callejón solitario en el que Gwen se esconde para cambiarse a su disfraz de heroína, mientras Peter y yo vigilamos que nadie pueda acercarse y verla.
Sin embargo, ninguno de los dos pudo evitar mirar a Gwen mientras se quitaba su uniforme escolar y lo guardaba en su bolsa. Revelando debajo aquellas mallas apretadas que resaltaban bastante bien su atlética figura. Ella sacó su máscara, poniéndosela antes de mirarnos confundida.
— ¿Qué?...—. Las marcas de los ojos en su máscara se movieron de alguna manera, denotando su confusión.
— Nada. Tu solo preocúpate por volver —. Respondí, descartando su preocupación mientras Peter y yo seguíamos admirando su figura.
Ella solo negó con la cabeza antes de saltar hacía la pared más cercana, para luego lanzar una de sus redes y balancearse fuera de escena.
— Tiene un lindo trasero...
— ¡J-Jhon!...
— Jajaja. Tranquilo, se que te gusta, no voy a ir por ella.
— A-ah... Yo no...
— Vamos Peter. No soy ciego. Es obvio que te gusta Gwen.
Peter no sabe que responder a éso. Solo suspirando derrotado antes de decir. — Hemos sido amigos desde la infancia... Realmente no sé cuándo empecé a verla de esa manera...
— Entonces invítala a salir.
— ¡N-no...!. No quiero arruinar nuestra amistad por un deseo egoísta...
— Peter, todos somos egoístas. ¿Realmente quieres vivir con el arrepentimiento de no haberlo intentado?.
— Pero... No lo sé... ¿Y si ella no siente lo mismo?.
— Vaya que estás ciego, amigo...
— ¿Qué...?.
— Hermano, a Gwen le gustas. Ella está perdidamente enamorada de tí.
— Jaja... Éso no puede ser posible... Solo soy un nerd sin ningún atractivo... Estoy seguro que ella estaría más interesada en alguien más...
— Ok. Detén esa mierda —. Le digo de repente, antes de que pueda continuar con ese discurso de autocompasión. — Es verdad que pareces un nerd, pero eso es solo porque no intentas parecer otra cosa. Si usaras unos lentes más pequeños, te peinaras y usaras ropa mejor, serías un imán para las mujeres.
— No es gracioso, Jhon... —. Peter murmura, caminando con una expresión frustrada.
— No estoy bromeando. Lo digo completamente enserio —. Le digo mientras lo sigo. — Hermano, eres realmente guapo. Solo debes arreglarte un poco y yá.
— ... No quiero volverme una persona superficial que solo se preocupa por su apariencia...
— No tienes que serlo. Simplemente ponte presentable. No distorsiones mis palabras.
Él suspira débilmente. Aún sin parecer convencido de mis palabras. — Entonces, ¿Por qué no la invitas tú a salir?.
— ¿Eso quieres?... —. Le pregunto, tomándolo del brazo para detenerlo. — ¿Realmente quieres rendirte sin haberlo intentado?. Simplemente dejar que alguien más se te adelante y vivir arrepentido luego... Te lo digo enserio, Peter. Invita a Gwen a salir. ¿Qué es lo peor que puede pasar?. Incluso te ayudaré.
— ... ¿Por qué?... A tí también te gusta ella, ¿No?...
— Claro que no...—. Niego con la cabeza. — Es cierto que ella es linda y tiene un hermoso trasero, pero es solo éso. Simplemente admiro su belleza y nada más... Pero tú, realmente estás enamorado de ella. Por eso te ayudaré.
Peter traga, sin saber que decir. Hasta que finalmente una sonrisa agradecida aparece en su rostro. — Yo... No sé que decir.
— Un gracias estaría bien.
— Je... Gracias...
— Oye. ¿Para qué están los amigos?.
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Una gigantesca pantalla, la cuál mostraba lo que parecía un mapa de la ciudad de Nueva York, se movió entre planos, hasta mostrar una imagen enfocada de un área en específico. Diversos datos fueron mostrados alrededor de la imagen, hasta que finalmente se mostró un punto rojo, marcando una ubicación en específico.
Frente a esta pantalla, un hombre calvo de edad algo avanzada, sentado en una moderna silla de ruedas se quitó un extraño casco. El hombre juntó sus manos antes de soltar un suspiro. Su rostro adquirió una expresión meditativa mientras seguía mirando la pantalla frente a él.
La enorme puerta de forma circular detrás suyo se abrió. Una mujer entró en la enorme habitación, de piel morena y pelo blanco. Ella caminó hasta llegar a dónde se encontraba aquel hombre en silla de ruedas, deteniéndose a pocos metros de él.
— ¿Ocurre algo, Profesor?.
— Ororo, busca a Jean...
— ¿Es sobre el mutante que Cerebro detectó hace varios días?.
— Sí. Pero hay algo extraño en él. Cerebro cálculo que sería un mutante nivel beta. Sin embargo, sus lecturas cambiaron, ahora Cerebro detectó que es un nivel alfa.
La mujer de pelo blanco abrió los ojos, sorprendida. — ¿Es posible que un mutante evolucione a ese punto?.
— Es posible. Pero no a ésa velocidad. Tomaría años de estrés y uso intensivo de sus poderes para que una mutación evolucione a ese punto. Pero este mutante, apenas despertó su mutación, y yá está presentando una inexplicable crecida en sus capacidades. Me preocupa que alguien así pierda el control de sus poderes...
— Entiendo... Llamaré a Jean. Iremos cuánto antes.
— Gracias, Ororo.
Con eso dicho la mujer de pelo blanco salió de la enorme habitación, dejando al hombre mayor a solas con sus propios pensamientos mientras continuaba mirando la pantalla gigante frente a él.
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Fin—...