—Sasha me llevó al jardín trasero, y no estaba mintiendo. Tenía un coche genial.
Aunque me sentía un poco incómodo con lo que Miguel estaba haciendo, el coche me atrapó de inmediato.
Era un raro coche deportivo de color verde oscuro. Sasha lo había decorado. Era suave y metálico bajo el sol. El acabado era único, mostrando diferentes colores desde distintos ángulos dependiendo de la luz.
Las llantas estaban especialmente hechas para combinar con el color del coche. El capó estaba pintado de verde oliva, y los espejos retrovisores sobresalían como antenas, haciendo que el coche pareciera lindo.
Curiosamente, seguí a Sasha hacia el interior del coche. El interior estaba decorado en colores verdes oscuros y amarillos de enredadera. Los asientos de cuero estaban equipados con un conjunto completo de sistemas de sonido de primer nivel, y sorprendentemente, el coche tenía un grado muy alto de comodidad.