¿Hasta donde llega la codicia humana?

¿hasta donde llega el deseo del poder?

¿Hasta donde llega crear sus propios monstruos para sus intereses?

lo cierto es sus acciones aunque sean mínimas tienen sus propias consecuencias, ahora solo queda rastro de lo que algunas vez fue la gloriosa humanidad.

"una guerra mundial se ha desatado entre las potencias mundiales"

"la guerra mundial ha cobrado millones de personas muertas"

"familias desgarradas del dolor y caos"

"la guerra mundial al parecer se logro calmar la tensión"

"¡Han salido unas criaturas y empezaron a cazar a la gente!"

Fueron varios títulos de periódicos que estaban en las calles llenas de ruinas, donde solo se visualiza a unos monstruos deambulando las calles. Estos tenían un tamaño igual que un humano, una piel muy roja clara y caminaban en 4 patas, su cara era humanoide, pero tenían unas mandíbulas afiladas que de una mordida incapacitarían a un humano.

Varias años después.

Decenas de lugares destruidos, monumentos históricos manchados de caos y melancolía acompañados de un ambiente tétrico, la naturaleza hizo de su parte y dominó todos los territorios que alguna vez pertenecían al ser humano. No tardaría demasiado en que el mundo se amanezca sin ellos, pero tendrán alguna chance de lograr ser libres de esas... ¿criaturas?

- ¡Mierda! ¡Mierda! 

A la imagen se ve a un hombre corriendo de algo, pero de que será?.

-¡Carajo mi pie me duele!

- ¡¡garrh ...

El hombre se volteo y miro a lo lejos. Pudo observar una sombra de una criatura, pero el hombre decidió seguir con el transcurso de su camino. Aun con el pie adolorido siguió corriendo por su vida; no le importaba si la infección de su herida avanzara; solo quería estar lejos de esa maldita criatura que lo estaba siguiendo.

El hombre, mientras corría, los gritos de aquella criatura se intensificaban mas; el pobre hombre empezó a llorar, no quería morir, sabia bien que pasaría si esa criatura lo atrapaba. Recordó los sucesos de varias personas sufriendo un destino aterrador, sus cuerpos siendo mutilados y devorados por aquellos monstruos, sus pieles siendo arrancados. No solo fueron hombres, fueron mujeres, niños, ancianos, mierda. Incluso vio a una de esas cosas atrapar a una mujer embarazada y arrancarle el feto dentro de la mujer a la vista de ella horrorizada como comían a su hijo.

- ¡¡garrh...

-No, no, no, por favor no.

El hombre ya no podía mas correr; su pie estaba en un estado de dolor avanzado y sentía los pasos de aquella criatura acercarse mas. Sin embargo, el hombre se tropezó y cayo en un lugar oscuro. El hombre no sabia que paso, pero no escucho el sonido de aquella criatura. Mirando a todos lados vio que estaba en una cueva. El hombre empezó a llorar luego de esa experiencia aterradora. Sin dudas, hoy fue su día de suerte.

-garrh...

 o tal vez ya se le acabó.

-¡¡¡¡nooooo!!! ¡¡¡¡¡ahhhhh!!!!

El hombre fue brutalmente atacado por la criatura; sus gritos de agonía mientras sus pedazos de carne eran arrancados de la mandíbula de ese monstruo que lo miraba sádicamente mientras su víctima era desmembrada. Se escuchaban los crujidos de huesos de aquel hombre que dejó de gritar. Lo aterrador de todo esto es la risa de aquella criatura mientras devoraba poco a poco el cadáver del hombre.

Pero esto es solo uno de los tantos casos de humanos siendo cazados por estos monstruos o incluso llamados demonios por personas religiosas.

¿Cómo han salido estas criaturas en nuestro mundo? Solo se sabe que salieron de la tierra luego de que el ser humano se mataba entre sí en una guerra mundial; se ha planteado que estas criaturas fueron raíces del horror de la naturaleza, otras por un horror de la ciencia humana, etc.

A pesar de ello, el ser humano ha intentado defenderse de aquellas criaturas, pero a medida que pasaba el tiempo, estas criaturas aparecían más y más hasta que las armas humanas perecieron; pese a ello lograron crear armas más avanzadas y equipamiento mejorado para combatirlas. Esto solo prolongó el enfrentamiento y supervivencia de la raza humana ante aquellos abominables monstruos.

Otros humanos simplemente se escondían como roedores antes de los monstruos. Los pobres niños que nacían en este mundo tendrían que aprender de una vez cómo defenderse, lo cual se supone que un niño debería socializarse, aprender, jugar, etc., pero por el contexto hace su infancia llena de dolor y angustia; lo peor es el eco de que son abandonados a su suerte por sus propios padres, dejándolos a la suerte de esos seres repugnantes.

Habían personas que lograron estar en la cima de la pirámide social, proclamándose los más fuertes, donde sometían a las personas de mentes y corazones débiles a seguir sus órdenes, de lo contrario serían carne para los "fuertes". El canibalismo entre la gente era algo aterrador, pero la ausencia de comida lo tomaban esa decisión radical. De hecho solo existían en los bosques frutas o verduras; los animales de por sí fueron casi erradicados por estos monstruos.

¿Algún día acabará esto? Puede que sí o no, eso dependerá del destino mismo, pero por ahora solo podemos esperar que el tiempo transcurra.

La noche caía donde los humanos están expuestos a un peligro mayor, sin visión, sin luz rodeada de oscuridad donde probablemente estén siendo vigilados o perseguidos silenciosamente como presas indefensas antes de los depredadores.

"Mierda…" dijo un hombre vigilando la zona para alertar a la gente sobre la presencia de monstruos. El hombre estaba con un arma nerviosa viendo como la oscuridad tornaba el ambiente.

"¿Temes que salgas unas de esas cosas de sorpresa, Rhyner?" preguntó otro hombre que estaba vigilando. Estaban en un baluarte donde varias personas sobrevivientes estaban en unas pequeñas casas. Necesitaban hacer turnos de día y noche para no tener sorpresas de unos de esos monstruos.

"Es mi esposa… está embarazada y hoy dará luz, pero no puedo estar con ella ahora porque tengo que hacer el turno", dijo el hombre con un tono de impotencia.

"¿No lo habías preguntado al líder"? ¿Quién la acompaña cuando dará luz? Dijo en un tono preocupante, pues al dejar a una mujer que dará luz es probable que tanto la madre y el bebe terminen siendo muertos por el proceso de parto.

"Le pregunté a ese idiota, pero no le importó una mierda y sobre lo de mi esposa está siendo acompañada por su hermana y otra gente que la ayudará", dijo en un tono ansioso, mientras caminaba de un lado a otro. 

"Últimamente los monstruos no aparecen, a diferencia de los meses anteriores donde al menos una de esas cosas atacaba a diferentes zonas del baluarte".

Rhyner no respondió ante eso.

"Tal vez creo que estamos en una zona segura y por eso es que esas criaturas no saben que existe un baluarte acá".

"Robert… creo que esas cosas no solo son simples monstruos sin inconciencia que atacan por instinto", dijo Rhyner mordiéndose las uñas.

"¿Cómo así?" Dijo Robert preocupado: "explica".

"Recuerdo bien que en uno de los ataques de esas criaturas al baluarte pude lograr escuchar la risa de uno de ellos; cuando vi que mató a un padre a la vista de una niña, lo vi reírse del dolor de aquella niña suplicando por su padre". Rhyner empezó a suspirar: "Lo vi esa cosa sonreír a aquella niña".

Robert estaba incomodo ante aquella respuesta de Rhyner. El echo de que esas cosas pueden percibir el dolor de un humano y burlarse de ellos es algo tétrico, no muy tétrico.

"Luego de eso, la cria-" Rhyner fue interrumpida por una explosión cerca del centro del baluarte.

—Qué carajos —dijo Robert viendo el fuego y el grito de gente aparecer.

"EVACUEN AHORA, EVACUEN AHORA", gritó en uno de los radios que tenía en la mano Rhyner.

"Qué carajos ha pasado", gritó Rhyner, que empezó a correr junto con Robert al lugar del incendio.

Pero lo único que escucharon fueron gritos de terror y dolor de las personas que hablaban por la radio, luego se corto.

"Mierda mi esposa", dijo con un tono desesperante, empezando a correr mientras otras gentes empezaron a correr a diferentes direcciones.

Los gritos de personas y monstruos se escuchaban en distintos lugares. Los monstruos empezaron a atacar a las personas que tenían sus propias armas e intentaron defenderse, pero eran demasiados y no podían mantener el ritmo ante los ataques. 

Rhyner rápidamente se fue al lugar donde estaba su esposa. Estaban las casas incendiadas. Empezó a llorar desconsoladamente mientras se adentraba al fuego.

"Rhyner, espera, puedes morir", dijo Robert mientras disparaba a una de esas criaturas.

Pero a Rhyner no le importaba morir. Solo quería ver una última vez el cuerpo de su difunta esposa, quien la consoló acompañado en este mundo de mierda devastado por esos monstruos. Al adentrarse a la casa pudo ver todo el fuego calcinando cada material y mueble.

Antes de aceptar su destino, escucho un lloriqueo… es de un bebé.

"¿Eh?" dijo con lagrimas, mirando la dirección donde ese ruido provenía.

El hombre no dudó y corrió a aquel lugar donde se escuchaban las lagrimas de aquel bebé. Adentrándose pudo reconocer que esta era la habitación de su mujer y la vio muerta junto a unas personas que empezaron a calcinar por las llamas.

Rhyner empezó a llorar, pero el lloriqueo del bebé se hizo acercar y ver un cuerpo moviéndose. Un bebé era su hijo. No lo podía creer.

acogió al bebé y empezó a irse de la casa que empezó a derrumbarse poco a poco. Al menos todavía tenía a alguien. A pesar de que podía morir, al menos moriría con su hijo en sus brazos. Aceleró más y cuando parecía que el fuego consumía se abalanzo y logró salir de aquella casa que se derrumbó por las cenizas.

"Rhyner", gritó Robert, que empezó a auxiliar a su compañero mirando que tenía un bebé.

"eso es..." 

"Mi hijo" dijo el hombre con una felicidad.

—Tenemos que irnos, este baluarte ya no tiene salvación —dijo Robert mientras disparaba a uno de esos monstruos que empezaron a agruparse.

Ambos hombres empezaron a correr del lugar mientras los gritos de gente y monstruos prosperaban, a pesar de que varias familias no correrían la misma suerte que ellos.

"Dónde vamos" dijo el hombre sosteniendo al bebé que no paraba de llorar…

"El líder nos indicó en la zona 1 donde habrá un túnel donde nos ayudará a salir de manera segura del baluarte", dijo el moreno mientras recargaba su arma.

Minutos pasaron donde el dúo logró llegar a la zona. A la vista estaba un grupo de personas auxiliando y ayudando a la gente a entrar al túnel. No demoraron para lograr entrar a aquel lugar. Luego de eso decidio cerrar el túnel debido a que los monstruos estaban acercándose al lugar.

"¡Por favor no cierren!"

"¡Tengo una hija que esperar!"

Varias suplicas de personas que quedaron atrás del túnel; lo único que se escuchó fueron sus gritos de agonía y dolor por esos monstruos, mientras la gente que entró al túnel bajaba la cabeza de impotencia y tristeza.

"No tenemos opción, debemos seguir", dijo una persona con voz autoritaria.

-señor donde iremos ?- dijo un anciano 

El líder se quedó en silencio.

"No lo sé…" dijo con un tono suave.

Las personas estaban preocupadas y aterradas; estaban expuestas al territorio de esos monstruos. De nada serviría sobrevivir aquel ataque de esas criaturas para que al final estén expuestos al peligro inminente.

Rhyner vio a su bebé; ahora está tranquilo, pero pese a ello estaba preocupado porque su hijo podría atraer a las criaturas por su llanto.

—¿Ya sabes qué nombre le darás? —dijo Robert mirando a su compañero abrazando a su hijo.

El hombre lo pensó y dijo:

"Sakeichi se llamará sakeichi", dijo el hombre sonriendo; aquel bebé que abrió sus ojos eran de tono dorado, igual que su padre.

Y pronto este niño aprenderá sus primeros pasos de supervivencia en este mundo decadente.