El llamado había sido dado, desde el cuartel general de los Zero, se había dado la orden de ir al planeta bautizado como "Edén" para evacuar a los colonos y combatir la amenaza. El cuerpo de Rangers Espaciales ya habían sido notificados de lo que ocurría y se pusieron en marcha. Zero decidió que está misión sería para la mejor de la unidad, Zero-One.
Se encontraba recostada sobre la silla de su nave, se sentía cansada, adormilada y sin el mismo entusiasmo de siempre, apoyando sus piernas cubiertas por una resistente armadura de color blanco junto a unos zapatos de tacón, Zero One se puso sus brazos por detrás de su larga cabellera dorada y cerró sus ojos dorados dispuesta a dormir, aunque no más fuese un poco.
últimamente ya no sentía el mismo brío de antes, sino que se sentía demasiado desmotivada. Los combates contra las naves del Imperio Kantiano eran demasiado repetitivos y últimamente sentía más presión que pasión por su trabajo como agente espacial. Si bien la idea de retirarse todavía no pasaba por su cabeza, algo cercano a ello iba tomando forma en su interior.
Estaba cerca de dormirse cuando la alarma general de su nave la despertó.
Abriendo los ojos lentamente, Zero-One se acomodó, quitando los pies del tablero y acercándose a la pantalla táctil. Presionando el botón de contestar llamada, su comandante apareció en pantalla.
- Hola Zero One- la saludó el comandante Zero- ¿Te desperté de tu siesta? --- - Sí, ¡Digo, no! ¡Estaba despierta comandante! - le contestó Zero- One esbozando una sonrisa nerviosa que delataba su mentira
- No importa eso ahora Zero- One- le dijo con una seria calma aquel hombre de piel oscura, calvo y con barba de candado- Escucha, tenemos una nueva misión para ti
- ¿Vencer a los molestos Kantianos de nuevo? ¡Oh, chico! Me pregunto cuando entenderán que la violencia no es la respuesta a sus problemas y que atacarnos no es su mejor opción- se adelantó Zero- One mostrando su claro fastidio ante la monotonía de dicho trabajo
- No niego que esos Kantianos son muy persistentes, pero mucho me temo que esta vez no trata de ellos- asintió el comandante Zero, ganando la atención de Zero- One al decirlo- por favor, déjame ponerte al tanto de lo sucedido
Zero-One escuchó atentamente todo lo que el comandante Zero le contaba, escuchó cada palabra mientras un asombro seguido de un gran entusiasmo surgía de su interior. Finalmente tenía un verdadero desafío que no fuesen las tropas Kantianas. Cuando el comandante Zero había terminado de leerle la noticia, Zero- One solo pudo preguntarle:
- ¿Alguien que me acompañe en esta misión?
- No- le contestó Zero, sonriendo con alegría al ver que su mejor agente estaba dispuesta a tomar el caso- estarás sola, ningún otro Zero va a acompañarte. Sin embargo, tendrás que trabajar con los Rangers Espaciales, pero supongo que serán más un apoyo que una ayuda real.
- ¡Genial! - Exclamó Zero- One moviendo su codo hacia abajo en señal de aprobación- comandante, puede contar conmigo
- Siempre lo hago- se despidió el comandante Zero, cortando la llamada
Escribiendo las coordenadas en la pantalla del cursor de navegación, Zero-One partió rumbo a su destino, dispuesta a salvar a los colonos que hubiesen quedado allí y a vencer a esos asquerosos Hombres Pez.