Karl: Sí, tienes razón. Ese día que nos conocimos, cuando me fui apurado, fue porque estaba preocupada por mi hermana. Tuve un mal presentimiento y necesitaba ver cómo estaba.
Mi voz se volvió sombría y mi expresión se llenó de arrepentimiento.
Karl: Desafortunadamente, ya era demasiado tarde. Llegué demasiado tarde para salvarla. Esa situación todavía me atormenta.
La forma flotante de Paimon se hundió ligeramente, su rostro expresaba simpatía.
Paimon: Oh no, eso es terrible... Lamento saber que no pudiste salvarla.
Miré hacia abajo, el peso de mi culpa pesaba mucho sobre mí.
Karl: Es algo que nunca me perdonaré. Debería haber estado allí antes, podría haber hecho algo... pero llegué demasiado tarde. La culpa es... es abrumadora.
Aether, con expresión llena de compasión, habló.
Aether: No es tu culpa ¿sabes? Hiciste lo que pudiste, y a veces... a veces las cosas están fuera de nuestro control.
Aprecié las palabras de Aether pero aún luché con mis propios sentimientos de insuficiencia.
Karl: Sé que tienes buenas intenciones, pero es difícil no culparme. Yo era el hermano mayor. Se suponía que debía protegerla y fallé. Esa culpa no desaparece simplemente.
Paimon asintió y su pequeña figura se acercó a mí.
Paimon: Lo entendemos. Te sientes responsable, pero no puedes seguir viviendo con esa culpa. Tu hermana no querría que te culpes así.
Respiré profundamente, sabiendo que sus palabras eran ciertas, pero todavía luchando con mis propios sentimientos.
Karl: Sé que tienes razón. Es sólo que... no es fácil dejar ir esa culpa. Ella era mi responsabilidad y la decepcioné. Es difícil seguir adelante.
El sonido de una alarma interrumpió el momento, interrumpiendo la conversación seria que estábamos teniendo. Nos dimos cuenta de que probablemente esa era la razón por la que convocaron a Clorinde y Wriothesley.
Karl: Parece que el fuerte está siendo atacado. Eso explica por qué Clorinde y Wriothesley tuvieron que salir urgentemente.
Paimon y Aether intercambiaron miradas y sus expresiones se volvieron serias.
Paimon: Sí, parece que hay problemas en el fuerte. Deben estar respondiendo a un ataque.
Fruncí el ceño, con algo de preocupación grabada en mi rostro.
Karl: Hay que tener cuidado. No sabemos el alcance del ataque ni a qué se enfrentan.
El ataque al Fuerte Metropide es un evento recurrente, algo que ocurre cada pocos años. Se sabe que los monstruos de las profundidades se reúnen en altas cantidades e intentan reclamar el territorio donde se encuentra El Fuerte cada vez que sus números son significativos.
Esta vez, el ataque parece más intenso de lo habitual. Los monstruos de las profundidades, sintiéndose energizados debido al efecto de la inundación que ocurrió en Fontaine recientemente, se habían reunido en mayor número y su ataque era más fuerte e implacable.
Como resultado, esta vez se enfrentan a un ataque mucho más intenso en el fuerte.
Me volví hacia Aether, Paimon y Charlotte.
Karl: Este ataque parece particularmente intenso. Los monstruos marinos parecen más agresivos y numerosos, probablemente debido a los efectos de la inundación sobre ellos. El fuerte corre mayor peligro de lo habitual.
Les aseguré, mi expresión era firme.
Karl: No se preocupen por mí. Me quedaré aquí. Ustedes deberían ir y ayudar en la defensa del fuerte. Necesitarán toda la ayuda que puedan obtener con el nivel de ataque que enfrentan.
Aether, Paimon y Charlotte parecían un poco reacios, no querían dejarme aquí sin vigilancia . Pero también sabían la importancia de ayudar en la defensa del fuerte.
Aether habló, su voz determinada.
Aether: Muy bien, iremos a ayudar al fuerte. Quédate aquí y Mantente a salvo, Karl.
Karl: ¿Lo olvidas? soy el capitán del equipo de exploración del gremio de aventureros. Puedo cuidar de mí mismo. Concéntrate en ayudar en el fuerte.
Asintieron en señal de comprensión, reconociendo mis capacidades como capitán de un escuadron. Intercambiaron miradas rápidas, todavía preocupados por dejarme sin vigilancia, pero dándose cuenta de la importancia de sus propios deberes.
Aether, Paimon y Charlotte se apresuraron a ayudar en la defensa del fuerte, dejándome atrás con dos gendarmes mecanizados. Me quedé allí, observando cómo se marchaban para cumplir sus roles en la batalla en curso.
Aether y Paimon, al llegar a los pisos inferiores donde se estaba llevando a cabo la pelea principal, vieron a Wriothesley y Clorinde coordinando esfuerzos para defenderse de los monstruos intrusos.
Vieron cómo Wriothesley y Clorinde dirigían sus respectivos equipos, elaboraban estrategias y lideraban la lucha contra los enemigos invasores.
Aether y Paimon observaron la batalla en curso y notaron que muchos monstruos habían logrado infiltrarse en el fuerte a través de las barreras que conectaban El Fuerte directamente con las profundidades del mar.
Los detalles específicos de cómo operan estas barreras no resultan claros, pero cumplen un propósito importante. Permiten que las personas y las estructuras permanezcan secas y funcionales incluso en las profundidades del océano, asegurando la accesibilidad a ciertos lugares a pesar del agua circundante.
Esta vez, los monstruos habían elegido utilizar estas barreras como medio para invadir el fuerte. Habían encontrado una forma estratégica de romper las defensas utilizando los mismos caminos destinados a proteger el Fuerte .
Clorinde y Wriothesley notaron la llegada de Aether, Paimon y Charlotte. Estaban agradecidos por el apoyo adicional, pero también un poco preocupados de que pudiera aprovechar la situación para intentar escapar.
Clorinde se acercó a Aether y Paimon, con un atisbo de preocupación en sus ojos.
Clorinde: Gracias por el apoyo. Pero dime, ¿cómo está Karl? No lo dejaste solo, ¿verdad?
Paimon respondió, asintiendo tranquilizadoramente.
Paimon: No te preocupes, lo dejamos con un par de meca-gendarmes. Está vigilado y a salvo, confía en nosotros.
Wriothesley , que había escuchado la conversación, intervino con una pizca de preocupación.
Wriothesley : ¿Estás seguro de que no intentará aprovechar esta oportunidad para escaparse? Después de todo, cuando llegó, se liberó de un meca-gendarme fácilmente.
Aether habló con voz confiada.
Aether: Todo está bajo control. Karl comprende la importancia de quedarse quieto ahora. Se quedará donde lo dejamos.