Chapter 32 - ¿Calma? (II)

Dante y Willt se miraron de reojo, solo por un instante, y voltearon a ver a la fuente de la perturbación.

La ira era exudada pro cada poro de su piel, además sus gritos tan vivos te hacían sentirte capaz de poder tocar los fervientes sentimientos expresados en ella con solo estirar la mano, pero a pesar de lo implacable que parecía y de la fiera aura que la rodeaba, eso fue todo. 

La Capitana no era tonta, había cometido errores como distraerse en su enfrentamiento con Dante dejándose llevar por sentimientos y creencias propias, pero esas experiencias la llevaron a una derrota aplastante y ahora resonaban como aprendizaje por su cuerpo, deteniéndola de hacer cualquier movimiento tonto e indebido, después de todo no era solo los ojos de Dante, sino también los de Willt y los de las serpientes, todos y cada uno de ellos estaban alerta observando detenidamente sus acciones. 

- ...Tranquila... 

El momento de tensión duró varios minutos y el sudor había empapado la ropa de la Capitana, el cual estaba funcionando al máximo de su capacidad analizando cada pequeña perturbación en los alrededores, sin embargo, someter un cuerpo debilitado y herido a esta situación era una mala idea, hecho por el cual con cada segundo que pasaba la capitana comenzaba a sentir más y más difícil mantera no solo la concentración, sino mantener su mismo cuerpo .Finalmente, con la escena habiéndose alargado varios minutos no fue extraño y no paso mucho antes de que la mente de la Capitana comenzara a dar vueltas, aunque a pesar de esto la Capitana realizaba su mayor esfuerzo para no mostrar ninguna abertura. Por suerte para ella Willt habló y cortó el pesado ambiente. 

- ... Deberías relajarte antes de volverte a desmayar... 

Las palabras trajeron cierto sentimiento de paz con ellas, aunque la Capitana se negaba a aceptar esto, pero lamentablemente para ella su cuerpo había dejado de escucharla debido a la poca fuerza que poseía, llevándola a apoyar sus brazos en el suelo mientras jadeaba por aire. 

- Haaa...haaaa...haaaa...

- ... 

Dante la observó y su mirada indiferente pronto se alejó de ella, pues en este estado no significaba problema alguno, entonces se recostó una vez más sobre Willt mientras observaba el cielo estrellado que se extendía sin fin. 

- ...

Pero esa cualidad o comportamiento era algo que Willt a veces envidiaba y alejó su atención de su compañero hacia la mujer que le despertaba sentimientos confusos, después de todo aún era culpable de atacar a Dante y merecía morir, sin embargo la vista penosa de su apariencia actual no lo volvía capaz de actuar así. 

- ... Deberías lavarte y vendarte ese golpe...

- Haaa... 

Finalmente, luego de luchar por respirar y relajar su cuerpo, la capitana por fin pudo respirar profundo y recuperó el control de su cuerpo, levantando la mirada y observando al dúo frente a ella una vez más.

Dante había cerrado los ojos y respiraba con tanta calma que nadie creería la gravedad de sus heridas, o mejor dicho, de su estado causado por ellas aunque, con la luz de la luna alumbrando con gran pación esta tierra desolada, los ojos de la Capitana se desviaron situandose momentáneamente en la ropa mojada y destrozada a un lado, entonces volviendo su atención a Dante sus ojos bajaron recorriendo el cuerpo desnudo de Dante. Los ojos de la capitana se abrieron de par en par, sin embargo no hubo espanto ni reacción a la vista, solo se pudo observar como la Capitana movía su mano para tocar su frente y posteriormente la herida en su cabeza.

- Ah...

Donde sintió el dolor de la herida aún abierta y se convenció a si misma que el calor en su rostro era debido a esta y finalmente desvió la mirada torpemente. 

- ... Te lo dije... 

- Cállate... 

Un leve grito ahogado se escuchó cuando la Capitana sintió el dolor de su herida y Willt solo se expresó sin ningún sentido en particular, entonces la única mujer presente gruñó hacia él mientras se movía lentamente buscando entre los bolsillos y distintos escondites en su cuerpo. Aunque nunca les dio la espalda incluso cuando su pantalón comenzó a mojarse por entrar al agua.

- ... 

Entonces los ojos de Dante se abrieron, dejando ver que estaba lejos de estar dormido. 

- ¡¿Q-Qué?!

Dante se levantó sin demora, su cuerpo se tambaleo nuevamente luego de unos pasos, pero pudo mantenerse de pie sin ayuda de Willt, caminando hacia el rio. 

La Capitana lo observó en todo momento y no pudo evitar ponerse nerviosa cuando este se acercaba cada vez más, levantando sus manos para mostrar estar lista para pelear, pero haciendo oídos sordos y mirada ajena Dante tomó una bolsa de cuero junto a su ropa mojada, aquella bolsa estaba vacía y generalmente la dejaba en este estado para evitar problemas, pero cuando estaba llena era guardada y llevada en la parte trasera de su cintura, oculta en su gabardina como si fuera alguna especie de arma extra, aunque claro, no importa como lo mires, solo era una simple bolsa de cuero, la cual destapó dejando oír un ligero "pock" en el proceso, luego la sumergió contra la corriente para llenarla de agua y volviendo a buscar en su ropa encontró las Piedras Purificadoras, entonces hecho un par y la sacudió hasta que esta se disuelva para finalmente beber la bolsa por completo.

- ... 

La Capitana observó la pequeña obra atónita, dejando caer incluso su mandíbula de la sorpresa, aunque no se sabía mucho más de la razón detrás de esta reacción y Willt volvió a cerrar el ojo que abrió por un momento. 

Dante se quedó de pie en el sitio y la Capitana mantuvo silencio mientras sentía como disminuía su temperatura al estar en el agua.

- ¿Qué miras?

Al cabo unos segundos de una mirada penetrante la voz de Dante viajó hasta llegar a los oídos de la Capitana, quien desvió por un instante su mirada, aunque no se relajó para nada.

- Nada...

Dante alejó su atención una vez más, entonces volvió a llenar la bolsa de cuero y repitió el proceso una vez más, actuando como si la Capitana no existiera. Lo cual podría parecer un malentendido, pero hizo que la boca de la Capitana se abriera.

- Entonces... ¿puedo irme?

La capitana no entendía su situación, si ellos qusieran matanterla prisonera o aprovecharse entonces la hubiera inmovilizado y mantenido en un lugar vigilado, pero ella estaba libre. Calro que tampoco podría fiarse y decir que no tenía problema alguno, ya que estar libre de esta forma tambien podría ser considerada una forma de decir "Aunque lo intentes no podrás huir", y siendo sinceros era esta la opción que no solo la Capitana, sino todos los habitantes creerían correcta, ¿Acaso ya no lo han mostrado las Brujas para acabar con la voluntad de las personas?, Sin embargo Dante no contestó, sino que se dio la vuelta con tranquilidad y caminó hasta volverse a acostar.

Willt y él habían hablado después de salir de la ciudad, pensando que no estaría mal descansar de vez en cuando y caminar por donde el viento o la vida los guíe. Esta vez resultó en una situación mucho más peligrosa de lo que podrían haber considerado, sin embargo era una situación que ambos sabían que algún día llegaría, después de todo su objetivo era uno que solo los pondría en más y más problemas conforme avanzaran. Pero al fin y al cabo esas eran las creencias de ambos, y con Dante cerrando los ojos con la intención de descansar, que a su vez era una especie de respuesta hacia la Capitana, un pensamiento apareció, no, sería correcto decir que resurgió ahora que la situación no era tan complicada y parecía haberse aclarado.

La Capitana sabría que si de querer se podría ir, pero con el aparente fin de este trágico encuentro, inconscientemente los labios de la Capitana se abrieron.

- ... Oye. 

La voz de la Capitana seguía siendo la misma desde el comienzo, de hecho, aparte del breve momento donde apartó la mirada, en todo momento nunca cambió la forma de como miraba y los sentimiento que dirigía hacia el par, pero esta vez algo era distinto, y era ese pequeño sentimiento extraño el que llamó la atención de ambos e hizo que le prestaran atención.

- ... ¿Cómo...?

La voz de la Capitana tembló. Se notaba bastante conflictuada y, aunque hubiera alguien, nadie podría culparla.

"¿Cómo se podía ver tan en paz?" La pregunta de la capitana se detuvo y finalmente solo fue mencionada su cabeza.

En el momento de ver a sus compañeros regados por el suelo la capitana se había perdido en el enojo y no estaba dispuesta a escuchar escusa alguna, aunque Dante tampoco intentó mentir y aceptó la culpa de todo, lo cual facilitó mucho las cosas. Sin embargo, a pesar de las interminables preguntas, dudas y quejas que aparecían en su mente sobre la misma situación que la aquejaba, había una pregunta que la Capitana encontraba imposible de responder, no, sería más correcto llamarla insoportable, y esa pregunta, no, sino más bien ese sentimiento de "Calma" que exudaba este hombre, era algo incomprensible para ella. Lo cual, como humano, hacía que lo rechace por completo.

Ella también era el caso, y ya dicen que "antes de juzgar a los demás júzgate a ti mismo". Analizando de esa forma habían partes donde ella no podía reclamar, sin embargo, aunque ella agitaba sus armas con la intención de hacer justicia, de vengarse, en lo profundo de su mirada siempre pudo verse aquel sentimiento reticente, sentimiento que no se veía para nada influenciado por las ordenes que la obligaron a buscar a este hombre, sino un puro y honesto malestar al atentar contra la vida de su propia raza.

Sin embargo, la "Calma" de este hombre demostraba y corroboraba aquello de lo que su cuerpo y ser la habían vuelto consciente y fue esta idea la que se interpuso haciéndola incapaz de preguntar, cambiando su anterior pensamiento a uno nuevo "¿Acaso no le importaba la vida de los humanos?..."

Ella sentía que era así, pero por extraño y ajeno que sea la razón o el sentimiento detrás de esto, ella no podía asegurarlo, además observar como la Quimera, la criatura menos humana en el lugar, actuaba y se enojaba cuando miraban o trataban a su compañero como una "Bestia u Monstruo" también traía pesar a su mente. Sí, a nadie le gustaría que traten mal a un ser querido, pero nuevamente... esto era extraño y ella no se atrevía a pensar que este era el caso. 

Los minutos pasaron y finalmente se volvió a escuchar la voz de la Capitana. 

- ¿Acaso...?

Pero una vez más se detuvo.

Willt observó la situación con las serpientes que tenía por cola, el hacerlo se sintió más como espiar que observar, pero al final eso no importaba, lo que sí es que extrañamente con estos pocos momentos de intercambio Willt se había dado cuenta o creía entender mejor a la persona que rescato por lo que al final podría llamarse "un capricho", y sus más sinceros pensamientos creyeron que esta mujer era de un tipo del que ya no existían, después de todo, aunque sea un malentendido, Willt creía fielmente que la mujer enmascarada, la Capitana, era alguien considerado y amable.

- ¿Qué?

Al mismo tiempo se escuchó preguntar a Dante, quien se encontraba frustrado por el tiempo que se estaba tomando para hablar.

La Capitana tembló ante la mirada fría y desinteresada de Dante y cerró los ojos, finalmente, cuando los volvió a abrir se notaba un destello claro y preciso, hablando de inmediato y las palabras viajaron por el aire con completa claridad.

- ¿Qué sientes al matar personas?

La pregunta cambió, se desvió e incluso mutó bastante lejos de lo que era al inicio, sin embargo era la pregunta que representaba todo lo que la Capitana quería saber. En ese pequeño momento donde cerró los ojos y organizó sus pensamientos había sentido innumerables sentimientos que traían consigo una respuesta, "Lo odiaba", pero la Capitana ya sabía eso, Dante y ella eran completamente Opuestos, por lo que la respuesta era fácil de descubrir, sin embargo la pregunta resultante era una especie de apego, una pregunta que decidiría el Curso de acción de ahora en adelante. 

Observando la resolución en sus ojos Dante llegó a sentir un escalofrío y aunque no lo dijo ni lo mostró, tomó sigilosamente la hoz cercana a él, ya que sentía que alguno podría terminar muriendo con la respuesta. 

Willt tembló por emociones distintas, sin embargo Dante posó su mano en su costado y se levantó.

 - Yo...