Chapter 33 - ¿Calma? (III)

¿Quién era Dante? ¿Quién era Willt? ¿Cómo se conocieron? ¿Cómo vivieron? Nadie lo sabía. 

Este cruel y vicioso mundo al que algunas personas llaman "Hogar" es solo un lugar solitario, un lugar donde la Ley de la Jungla se aplica a la vida diaria, un lugar donde debes ser fuerte y deshacerte de todo lo que pueda detenerte, tirar ideales vacíos, llenarte de convicción e incluso... de ira. 

Dante y Willt habían vivido un infierno, aprendiendo estos principios de la peor forma, experiencias que estaban gravadas en los cuerpos de ambos y contrario a las heridas que cicatrizaban estas vivencias estaban arraigadas más allá de todo sentir. Eso no quiere decir que el comportamiento desinteresado de Dante sea una fachada, no, es lo contrario. Tal vez Dante alguna vez fue alguien sonriente, alguien amable y gracioso, pero al final así es como resultó, por eso, Willt, el único que sabía la verdad detrás de todas estas preguntas y el único que compartió aquellos escenarios con Dante, observó a la capitana. 

Anteriormente la mirada de Willt y los sonidos que producía dejaban ver una clara intención asesina, una tan filosa que ni loco pensarías en apartar los ojos, ya que sentías, no, ya que la realidad es que ese sería el fin, pero desde que la vio en ese estado y cambió, eran las palabras que la Capitana pronunció las que volvieron a cambiar la intensidad y la mirada de Willt.

Este lugar se volvió un nido y revoltijo de emociones, pensamientos y sentires, la Capitana observaba a Dante con una resolución digna de un sobreviviente en este mundo, Willt la observaba con una mirada filosa que penetraba su cuerpo tratando de encontrar sus verdaderas intenciones y Dante, él cerró sus ojos.

"¿Qué sientes al matar personas?", recordó la pregunta. Esta misma tenía una respuesta simple, sin embargo los sentimientos detrás de ella estaban lejos de serlo y su pecho se apretó levemente. 

Dante usaba una máscara, ahora estaba rota pero el objetivo de esta era claro y podría decirse que era el mismo por el cual las máscaras fueron creadas, para cubrir el rostro, para pasar desapercibido, para no ser reconocido. 

Sus ojos se mantuvieron cerrados, su rostro se levantó hacia el cielo y en la oscuridad recorrió todos sus recuerdos, apretando la mano y los dientes. 

Algunas de las Cicatrices o cortes curados e invisibles ardían al recordar aquellos sucesos, pero lo que más dolía, lo que a Dante más le pesaba, eran las expresiones que ocultaba detrás de la máscara. 

- ¿Qué siento al matar personas?

Dante no sabía nada de la Capitana y ella no sabía nada de él, eso era claro, por eso no es extraño llamarlos perfectos desconocidos, sin embargo había algo en la Capitana que, así como ella, Dante no podía soportar. 

Sus palabras eran pesadas, incluso podrías llamarlas oscuras por lo perdidas que sonaban en la noche, y finalmente Dante abrió los ojos. 

- Lo disfruto. 

- ... 

Y las palabras que mencionó atraparon todo el sonido de los alrededores. 

- Ya veo... 

La Capitana estaba atónita detrás de la máscara, pero a su vez se podía notar ligeramente decepcionada, ¿Qué había estado esperando? ¿Qué creía ella que respondería?, eso ya no importaba. De inmediato la mujer en el río se impulsó hacia adelante con gran velocidad, una que debería ser imposible de alcanzar al estar de cuchillas. Sus manos estaban estiradas y se movían como serpientes en búsqueda del cuello de Dante, y en sus ojos decididos se reflejaba la luz de la Luna y el filo de una hoz que cortaba haciendo llorar al espacio. 

"Tump Tump"

"Extraño" pensó la Capitana, su vida se reflejaba en el filo que cortaba horizontalmente antes de que ella se diera cuenta, pero lo único que podía escuchar era el sonido de su corazón latiendo con prisa. No la ira que latía fervientemente hasta ahora, no la leve decepción, sino el sonido de sus latidos se habían transformado en su mundo.

La hoz cortaba con velocidad y las manos de la Capitana se acercaban al cuello de Dante con fiereza.

Dejando de lado los pensamientos sobre la situación, la misión incompleta o los planes a futuro de ambos, la escena alumbrada tenuemente por la luz de la luna era feroz, pero extrañamente bella y triste, donde el resultado sería la muerte de alguno de las partes, pero...

- ¡Siesss!

El movimiento de las serpientes fue antiestético y bruto, destrozando lo que pudo ser una pintura. 

- ...

- ... 

Las serpientes se enredaron alrededor de Dante y de la Capitana, entonces una enorme pata piso la cadena y la llevó al suelo. Ambas personas tomadas por sorpresa no expresaron ni una palabra, solo se siguieron mirando tratando de devorarse el uno al otro como los némesis que eran. Entonces la voz de Willt se escuchó. 

- ... Mientes... 

- ... 

Las serpientes apretaron los cuerpos de ambos, pero ni Dante ni la Capitana dejaron salir un solo sonido, solo desviaron la mirada hacia el responsable. 

- ... Mientes... 

Las palabras de Willt se repetían, se notaban muy convencidas, pero al mismo tiempo se volvían a decir una y otra vez como si gritara desesperadamente, como si quisiera que el mismo Dante se lo crea.

- ... Mientes... 

- Willt... 

- ... ¿Lo disfrutas?... No bromees conmigo...

Entonces las palabras de Willt se tiñeron de tristeza, aunque mantenían una convicción imperturbable.

- ... Aún recuerdo la primera vez que mataste a alguien... 

- ... 

- ... Ese día lloraste y vomitaste... 

- ... 

"¿Un monólogo?" Pensó la Capitana. Hace solo unos momentos, no, incluso ahora ambos estaban tratando de matarse con la mirada, pero ahora el compañero del hombre que causó la muerte de sus compañeros se ponía a recordar el pasado, ¿Acaso estaban bromeando? Era estúpido, sin sentido, sin embargo la Capitana no pudo reprocharlo, o mejor dicho, no quiso interrumpir, no por curiosidad, sino por incredulidad, "¿Cómo es que un demonio como él podría haber reaccionado así?", tenía ese pensamiento pintado en el rostro, aunque ni Dante ni Willt le prestaron atención. 

- A pasado mucho desde entonces... 

Esta vez fue Dante el que habló. Su voz era firme y ajena como siempre, sin embargo miró directamente a Willt a los ojos.

- ¿Ahora lo sabes, verdad? Dime si miento.

- ... Mientes... 

Pero Willt respondió de inmediato y convencido. 

Dante tenía los ojos negros tan oscuros que no podrías diferenciar el iris del resto, sus ojos te encantaban y parecían absorberte al verlos dependiendo de la situación, pero cuando Dante habló por última vez estos ojos se notaban extrañamente iluminados, como si reflejaran los pensamientos y recuerdos en los que Dante se apoyaba para dar su respuesta. Escenas de muertes y masacres espantosas. 

Willt observó estos ojos, observó estas escenas o, mejor dicho, recordó esos momentos, después de todo siempre estuvo con Dante, pero contrario a su compañero él sacudió la cabeza. 

Las escenas mostraban el rostro de Dante cuando no era cubierto por la máscara, un rostro sonriente que contrastaba con los fríos ojos sin emociones, un rostro que les dejaba en claro a sus víctimas que lo estaba disfrutando a pesar de acabar rápidamente. El rostro de un cazador, el rostro de un depredador que amaba su naturaleza. 

Nadie creería que el rostro en esos recuerdos es el de un humano, no, de hecho en los recuerdos las personas podían verse realmente asustadas mientras gritaban "Demonio" o "Monstruo" ya que un humano no podría ser capaz de eso, sin embargo esa realidad era solo durante estos momentos. 

- Yo... 

- ...La primera vez... la primera vez también sonreíste...

Sacudiendo la cabeza Willt observó aquello más allá de los recuerdos, las imágenes que causaban tristeza y malestar en su cuerpo y mente, los momentos del pasado donde su compañero lloraba y despreciaba la expresión que decidió ocultar al mundo, entonces volteó a ver a la Capitana. 

- ... Dante... este niño es cruel, pero ¿Quién no es así en la actualidad?...

- ... 

La Capitana fue tomada por sorpresa, pero aunque no lo fuera sabía que no podía decir mucho contra eso. 

- ... Él dice que lo disfruta, pero al igual que con la responsabilidad de tomar las vidas de tus compañeros es solo él siendo literal... 

- ... 

Dante parecía tener mucho que decir, pero la serpiente se enrollo alrededor de su boca y cubrió sus palabras. Además la Capitana frunció el ceño una vez más y trató de hablar, ya que las palabras no fueron para nada amables, aunque no fue por eso que sus cejas se crispaban, sino por que la ira no se mostró, sin embargo nada pudo hacer y fue cortada por el impulso en Willt.

- ... No lo malentiendas, no me malentiendas, pero con la vida que hemos llevado no podemos responder la pregunta que nos haces, sin embargo... puedo asegurarte que este niño no "disfruta" matar a humanos, más bien lo odia, pero por la misma vida que llevamos es algo que tiene que soportar, aunque en momentos como estos es la razón por la cual estoy a su lado...

Willt parecía estar forzando a terminar la conversación, después de todo las emociones, sentimientos y creencias habían inundado este lugar y lo convirtieron en uno donde se había vuelto imposible de responder. Sin embargo la Capitana había entendido algo mientras observaba a la extraña Quimera que era más humana que muchos humanos.

"Lo odio, pero no es malo", una persona mala no pueda estar rodeado de buenas personas, y por eso aceptó aquella idea por el momento, aunque no sabía si volverían a verse en el futuro o si estarían juntos en el futuro.