Willt corrió a toda prisa. Alejándose de los interminables gritos y maldiciones de la Bruja. Sine embargo no paso mucho para que estos cambiaran a gritos de odio y una persecución comience.
- ¡No esperes escapar tal fácil, bastardo!
El peso de Dante y la capitana significaba poco para él por lo que su velocidad no se vería afectada en lo más mínimo por este, pero, aunque el peso no represente un problema en sí, los cuerpos de ambos lo hacían, o al menos el de Dante, después de todo era él unico importante para él.
El estado de este mismo Dante no era bueno y moverlo sin cuidado podría empeorar su situación, por lo que a pesar de correr a toda prisa estaba teniendo completo cuidado con los obstáculos y tratando de no agitarlo mucho, mientras que la única razón presente en la mente de Willt sobre la Capitana era sobre el problema que representaría de ser encontrada por la Bruja, ya que de esta crearía un homúnculo o mejor dicho, gracias a su resistencia a la Magia Negra, una Quimera. Al final, Willt terminó corriendo a la velocidad máxima que podía permitirse, claro que esta no era para nada lenta y había dejado atrás a los Homúnculos y Quimeras, así como a la Bruja, pero a pesar de esto sabía que no podía detenerse ahora.
- ¡Bastardo!
Y los gritos de la Bruja llegaron para corroborar eso.
Los gritos se escuchaban lejanos, tanto que no sería extraño decir que distinguir el mensaje claro en ellos era únicamente posible debido a la buena audición de Willt, aunque a pesar de no poder escuchar el corto mensaje en ellos podrías acertar fácilmente diciendo que los gritos no eran amables, sino que llenos de odio e ira. Además, lejos a las espaldas de Willt, los árboles, tierra y demás comenzaban a podrirse poco a poco cuando cortes largos y profundos chocaban contra ellos.
Mientras Willt corría sin descanso se replanteaba la idea de escapar, después de todo al final sería siendo encontrado por la Bruja, ya que contrario a esta, quien aún se podía escuchar llena de energía, Willt se cansaría más temprano que tarde y, aunque no sean las Quimeras, los homúnculos correrían tras él incluso luego de sangrar y romperse las piernas, por lo que la persecución era un objetivo perdido.
- ... Mierda...
Por esa y más razones las maldiciones se filtraron de su boca.
Mirando hacia el pasado esta podría ser la única vez en que este grupo de Dos haya tenido que escapar de esta forma, aunque siendo realistas no era la primera vez que huían, pero sí de esta forma impotente, ya que las otras veces podrían llamarse retiradas tácticas, donde se escondían y preparaban para asaltar y tomar desprevenido al perseguidor, siendo esta la principal razón del porque Willt no hacía más que correr, sin embargo Willt sabía desde el comienzo que debía hallar una manera para voltear las cosas, para escapar a salvo.
Normalmente en estas situaciones era Dante quien se las ideaba para pensar, pero no era como si todo el trabajo recayera en él, Willt también era de una u otra forma un superviviente en este mundo, por lo que si bien su compañero era el que pensaba él ayudaba con ideas o comentarios que lo hacían llegar a ese punto.
- Ar...gh...
- ...¡...!...
Fue el lamento sutil que salió del cuerpo de Dante el que finalmente salió y advirtió a Willt que no tenía tiempo o al menos que la carga a toda velocidad debía disminuir más temprano que tarde, sumando más molestias a la situación, aunque claro Willt no lo consideraba así.
"¿Qué debo hacer?", pensó Willt, las opciones ahora eran detenerse o disminuir la velocidad y la respuesta era obvio, por lo que la marcha disminuyó su avance y los pensamientos de Willt fueron los que tomaron velocidad.
¿Subir a un árbol? Eso estaba descartado, no solo por que sería algo vistoso al subirse en uno, sino que la Quimera Araña lo perseguía moviéndose con habilidad entre ellos y lo encontraría sumamente fácil, ¿Buscar una cueva donde entrar? Esa idea no estaba del todo mal, pero no había dudas que si encontrara alguna y entrara, entonces sus perseguidores entrarían a revisar para finalmente encontrarlo, ¿Entonces qué? ¿Huir en otra dirección?, pues aunque no había pruebas tampoco es que hubiera dudas, ya que sintiendo como sus perseguidores no le perdían el rastro, Willt podía asegurar de que entre las Quimeras y Homúnculos había alguna, si no es que varias, que poseían un sentido del olfato muy agudo, lo que no solo descartaba los pensamientos previos con más fuerza, sino que reducía las posibilidades a prácticamente cero. Sin embargo, Willt también contaba con un muy buen olfato y por esa misma razón podría encontrar una forma de engañar este sentido, siendo esta la primera acción que tomaría.
- ... Por allá...
Y sin demora encontró un olor perfecto que se ajustaba al perfil requerido, cambiando de dirección de inmediato.
- ¡Te encontré!
Pero en un mundo cruel como este cuando resuelves un problema uno nuevo llega a suplantarlo y así se escuchó la voz, o el grito de la bruja y viendo por las serpientes observó como esta se acercaba a una gran velocidad.
- ... Esto dolerá, aguanta...
La Bruja era rápida, lo suficiente como para demostrar que estaba lejos de ser humana incluso entre las personas con particularidades como Dante o la Capitana, y ya lo había mostrado antes, sin embargo Willt había demostrado en la persecución que, a pesar de comenzar con ventaja, en largas distancias a toda velocidad, fuera de la resistencia, él tenía la velocidad sufienciete para mantener la distancia por un pequeño margen, por eso se disculpó con su compañero y aceleró una vez más.
- Argh...
Trayendo consigo los quejidos del inconsciente Dante.
Debido a la velocidad y la marcha sin prisa pronto el terreno comenzó a cambiar y poco a poco la cantidad de vegetación como árboles y arbustos fueron disminuyendo su cantidad, además el terreno empezaba a cambiar dejando ver a lo lejos un terreno descampado con altibajos y una interminable capa de variadas flores, lugar del que provenía el olor que Willt utilizaría para escapar, pero observar el punto de llegada y los cambios no eran necesariamente bueno, ya que significaba que el tiempo para pensar se terminaba.
El terreno tenía altibajos que Willt podía usar para esconderse, sin embargo la mirada de Willt los pasó por alto, así como la idea de la misma que pronto desapareció, ya que su mirada y mente estaba destinada a otro lugar, el terreno justo antes de este, ¿Por qué?, esto no era difícil de adivinar ya que si Willt entraba a este lugar con su gran tamaño dejaría un rastro de flores y plantas aplastadas que sería más fácil de seguir, por lo que eso estaba fuera de cuestión, ¿Entonces como se escondería?, luego de repasar una y otra vez la pregunta por su cabeza, la mirada del tigre parecía brillar con la respuesta.
Willt era una Quimera, aunque a Dante le molesta que lo llamen de esa forma ya que lo rebajaría al nivel de aquellas criaturas consientes que aceptaron el sometimiento de las Brujas, viviendo y actuando para su voluntad, pero como una él poseía habilidades y características particulares. Podríamos obviar el hecho de la buena visión nocturna, el olfato, la audición o la fuerza, después de todo esas eran características obvias que venían con su cuerpo de Tigre, de felino, aunque la respuesta no estaba lejos de esta, ya que yacía en este mismo pelaje característico.
Viendo al pasado Willt recordó las horribles, dolorosas y agobiantes imágenes que lo volvieron lo que es, pero por primera vez pensó que el soportar esos sentimientos había valido la pena.
Como podía ver en sus recuerdos esta era la primera vez que se escondían y huían de esta forma, además siempre habían sido los cazadores, más no las presas, y esto había dirigido la atención y uso de sus habilidades para ese fin, sin embargo, como los flashback en su mente y experiencias dejaban claro, sus habilidades para esconderse o camuflarse eran de primera categoría. Nunca había probado en enrollarse y cubrir a Dante mientras se camuflaba en los alrededores, pero Willt no tenía dudas sobre el éxito de este pensamiento, no, sería mejor decir que añoraba, deseaba y esperaba que este pensamiento sea un éxito. Y finalmente, con su destino al alcance, corrió de forma irregular en distintas dirección para confundir el rastro de su olor y pisó el campo de flores antes de retroceder y enrollarse alrededor de Dante y la capitana, comenzando a desaparecer mientras se confundía con los alrededores.
- Graaa...
- ...
No pasó mucho más de un minuto cuando la Bruja, seguida de sus mascotas, llegó. Los homúnculos que trajo desde el comienzo comenzaron a mover sus narices unidas a su cuerpo por puntos que demostraban no ser producto de la mutación por Magia Negra y por más que siguieron el rastro una y otra vez el fuerte aroma de las flores confundió sus sentidos cada vez más.
- Graaa...
- ...
Los homúnculos deambularon sin sentido y finalmente se acercaron a la Bruja como si quisiera decir que no podían encontrarlo, que Willt había entrado en el campo de flores, pero la Bruja no contestó, solo observó las flores aplastadas.
- ... No entró.
E inmediatamente su voz se filtró de entre sus hermosos labios.
- ¡Busca por los alrededores, debe haber algún rastro de esos desgraciados!
El plan de Willt no estuvo mal, de hecho tal vez era el único plan que lograra funcionar, sin embargo la Bruja, a comparación de los homúnculos e incluso Quimeras, no era tonta.
¿Cómo una criatura tan grande puede entrar en este lugar y no dejar rastro?, una vez la Bruja se lo preguntó se dio cuenta que había algo extraño y sin pensarlo mucho llegó a la verdad, la Quimera no había entrado, mandando a sus mascotas que busquen cualquier rastro, sin embargo el tiempo pasó y ni una de sus mascotas, ni ella, encontró huellas o rastros.
- ... ¿Acaso tenía más de lo que mostraba...?
Entonces pudo oírse una vez más la voz de la Bruja, aunque esta vez más que enojada se escuchaba curiosa, una genuina y pura curiosidad.
- ... Creo que entiendo un poco lo de la Piel, pero... ¿Cómo...?¿Qué Bruja habrá sido capas de crear una Quimera así...?
La Bruja poco a poco empezó a repasar sus impresiones, dejando salir todo tipo de murmullos y cuando un nuevo brillo apareció en sus ojos, levantó la vista.
A lo lejos podía verse la luz del sol que anunciaba la pronta llegada del amanecer, el cual no solo parecía iluminar el cielo, sino las ideas que aparecieron en su mente.
- Debo investigar... regresemos...
Así la Bruja volteó y caminó sin esperar nada, su caminata fue pausada, calmada, pero nunca miró atrás hasta desaparecer en el horizonte y cuando los primeros rayos del sol cayeron sobre este campo de flores, aquel bulto que se asimilaba con las rocas y el desnivel en los alrededores lo agradeció.