La voz de Dylan sonó ligeramente juguetona, no enojada en absoluto.
Savannah suspiró aliviada. Puso la carpeta sobre la mesa de café junto a ella y dijo con un tono desenfadado
—El documento robado está aquí. Lo recuperé de la anciana señora Rowe. Cuídalo bien.
Dylan levantó las cejas sorprendido. Al ver que ella quería irse, extendió su largo brazo, atrayéndola hacia su pecho.
—¿Por qué te lo dio ella? —preguntó suavemente.
Savannah se sintió un poco incómoda cuando el cálido aliento del hombre llegó hasta ella, retorciendo su cuerpo ligeramente. Sabía que no podía ocultárselo y dijo en voz baja
—Usé la prueba de la culpa de Charlotte para intercambiar el documento con la anciana señora Rowe.
—¿Prueba de la culpa de Charlotte? —Los ojos de Dylan se oscurecieron.