—Parece que estás tratando de empujarme hacia los brazos de otra mujer. ¿Crees que te dejaría ir teniendo novia? —La voz fría de Dylan llegó a sus oídos—. Deja de soñar.
Un escalofrío involuntario recorrió a Savannah cuando vio que él adivinó lo que ella pensaba. Sintió su respiración errática contra su oído e intentó alejarlo; al segundo siguiente, él rodeó su cintura con su brazo, atrayéndola firmemente hacia él.
Empezó a arrepentirse de haberlo llamado sola en el pasillo.
—¿Qué quieres, Dylan? Está bien, te ayudaré a deshacerte de esa, Miss White, ¿de acuerdo? —Tenía las manos firmemente presionadas contra su pecho.
—Abby viene —Dylan dijo en voz baja, mirando hacia el otro lado del pasillo—. Parece que no está dispuesta a rendirse. Veamos cómo me puedes ayudar a deshacerme de ella —Dylan murmuró.
Savannah miró hacia el otro lado del pasillo, donde hubo un destello de un vestido azul detrás de la pared.
Abby estaba detrás de la pared. Ella vino a ver qué estaban haciendo.