En la Residencia de Luo.
—¿No estás siendo demasiado dura con tu esposo? Quiero decir, le pediste que condujera de regreso a casa anoche cuando podrías haberle dejado dormir en tu habitación —regañó la madre de Luo mientras tomaban té vespertino en su sala estar.
—Que experimente un poco de dificultades... Incluso hasta ahora está callado y no ha mencionado nada. Tal vez todavía esté pensando. Parece que no supo cómo calmarme —comentó Luo con desinterés. Si Noah seguía actuando como si no hubiera nada mal, ella definitivamente prolongaría su estancia en la casa de sus padres.
—Puede ser un beneficio para él si me quedo aquí, ya que aparentemente no quiere que me quede embarazada —añadió Luo sarcásticamente.
Su madre negó con la cabeza. Su hija, por mucho que dijera que esperaría y entendería a su esposo, todavía actuaba infantilmente, en contra de sus propias palabras. Todavía estaba enfurruñada y obviamente no podía seguir adelante. Ya no sería saludable si continuaba así.
