Al día siguiente Lana no fue al trabajo porque tenía otros planes con sus amigas.
—¿Estás segura de que te quedarás aquí y no te aferrarás a mí? Realmente no me importa que me acompañes siempre —murmuró Liam mientras Lana le arreglaba la corbata.
—Sí... Me siento tan perezosa hoy que solo quiero pegarme a nuestra cama todo el día, dormir y comer —Lana comentó con una sonrisa. De verdad estaba teniendo un cambio de humor, y todo era muy nuevo para ella. Ella misma no podía entender el cambio repentino de sus emociones de vez en cuando. Así que su coartada era verdadera, aunque realmente había solo una razón para quedarse en casa.
Liam también prefería que Lana se quedara en casa porque estaría más segura dentro de su mansión desde que implementaron una seguridad estricta.