Lana estaba a punto de salir de su casa cuando de repente vio a Keira afuera caminando hacia su puerta.
—¡Sorpresa! Fui a tu oficina y tu adorable paralegal dijo que estás aquí, así que decidí pasar sabiendo que te sentirás sola mientras tu esposo está fuera —Keira la saludó alegremente con bolsas llenas de las golosinas y bebidas favoritas de Lana.
—Espera, ¿vas a algún lado? —preguntó con el ceño fruncido, al ver que Lana estaba con un vestido casual y su bolso colgando del codo.
—Sí, tu primo está pidiendo verme. Dijo que necesita ayuda urgente con algo y quiere que lo represente.
—¡Ese bruto! ¡De ninguna manera te vas a enredar en su caso! Vuelve adentro y yo hablaré con él —Keira con una cara sombría estalló y rápidamente jaló a Lana hacia adentro.