Luo y Daryl pasaron un buen rato en la cena y, como siempre, la risa llenaba todo el tiempo que estaban comiendo, ya que Daryl también era un hombre muy gracioso.
Un camarero se acercó a ellos y con una sonrisa significativa dijo:
—Señor, el postre que ha pedido…
—Gracias… —dijo Daryl y despidió al camarero cuando sirvió el plato.
Luo parpadeó varias veces al mirar el cheesecake de mango.
—¿Un anillo? —murmuró al ver la pequeña y hermosa cajita de terciopelo rojo mantenida abierta al lado del plato.
—Sí… un anillo... Luo, realmente me gustas mucho… Quiero que nuestra relación avance al siguiente nivel… Quiero que seas mi novia. Quiero pedirte que me des la oportunidad de demostrarte que podemos ser más que amigos y que lo que siento por ti no es amistad, sino mucho más que eso.
Luo se quedó sin palabras al escuchar todo esto. Fue una confesión repentina de Daryl, y se quedó totalmente pasmada al oír su confesión.