La preocupación en la cara de Lana fue reemplazada por una sonrisa en cuanto vio a Liam, quien aún dormía profundamente en la cama. Su cansancio parecía desvanecerse cada vez que lo miraba y se sentaba a su lado.
—Mira a él… Hoy es el día del juicio para ese caso crucial y delicado, y el príncipe Liam todavía está durmiendo como si no tuviera que ir a una batalla cara a cara más tarde —comentó para sí.
Ella soltó una risita mientras se acercaba a Liam en la cama. De repente, tuvo un pensamiento travieso. Últimamente tenía esas ideas en su mente, ideas juguetonas para burlarse de él, lo que estaba fuera de su carácter, tal vez porque ya estaba demasiado cómoda y tranquila con Liam.
Se sentó junto a él y se inclinó, acercando su rostro a sus oídos. Le mordió la oreja y luego lo despertó cubriéndolo de besos en cada parte de su rostro mientras cantaba:
—¡Despierta, despierta! Hoy es el juicio de Gale. No querrás perder el caso por tu resaca, ¿verdad?
