Hace un rato en el salón de fiestas:
Liam, que había estado esperando que Lana regresara, frunció el ceño y miró su reloj de pulsera. Su corazón empezó a sentirse un poco inquieto por alguna razón desconocida.
—¿Qué está tardando tanto? —susurró, seguido de un profundo suspiro. Lana había salido diciendo que iba al baño, pero ya había pasado mucho tiempo y no se la veía por ningún lado en todo el salón de fiestas.
—Pareces preocupado. ¿Dónde está Lana? —escuchó la voz de Gracy, quien habló sentándose justo frente a él.
—Gracy, fue al baño hace un rato y todavía no ha vuelto —respondió Liam mientras se levantaba de su silla.
La cara de Gracy se arrugó y preguntó:
—¿Adónde vas?
—Acababa de tener la oportunidad de deshacerse de esa niñata Miley para acercarse a él y pasar tiempo a su lado, y sin embargo, allí estaba él a punto de dejarla. Se estaba impacientando pensando en lo lento que estaba progresando!