—Después de que el almuerzo con la familia Fae de Estrella terminó, todos seguíamos sentados alrededor de la zona residencial, hablando y pasándola bien. Realmente no podía creer cómo iba todo para mi Estrella. No había recibido más que buenas noticias mientras estábamos aquí. Había encontrado a su padre, había conseguido muchos nuevos miembros de la familia que parecían amarla y cuidarla, y estaba feliz.
—Eso era lo que más me importaba, honestamente. Lo único que me importaba de este viaje era que mi Estrella estuviera feliz. Estaba segura y protegida, me estaba asegurando de eso, pero no podía controlar cómo la trataban otras personas. Físicamente, podía protegerla tanto como cualquier otro compañero, pero emocionalmente, ahí era donde me faltaba.