Elmer sonrió. —Si no lo intentas, ¿cómo sabes que no puedes?
Eric vio a Amelia tocar un gran martillo y lo presentó —¡Este martillo es asombroso! Es un martillo para romper paredes de la industria pesada. Mira, su mango es suave y puede doblarse. Este diseño es a prueba de temblores…
Amelia estaba ansiosa por probarlo. Elmer la alentó desde un lado. —Así es, mi discípula tiene que ser así. ¡Se atreve a pensar, se atreve a hacer!
Amelia le dijo a Eric —Tío Quinto, ¿puedo pedir prestado tu martillo?
Dylan y Eric momentáneamente olvidaron acerca de Amelia doblando la barandilla del balcón. Su primera reacción fue que ese martillo era demasiado pesado y Amelia no podría levantarlo. Entonces, en el siguiente segundo, escucharon a Amelia levantar de repente el martillo con un grito y estrellarlo sobre la estatua de bronce.