Ryosuke recordó las palabras de Kaito mientras ajustaba la correa de su mochila. El bullicio de la ciudad se hacía más distante, ahogado por la nube de pensamientos que lo envolvía. El sol de la tarde teñía el cielo de un cálido naranja, proyectando sombras largas como sus dudas. Hoy sería su primer día de entrenamiento en el Gremio de Estado, y la idea lo llenaba de un temor mezclado con asombro… y un poquito de náuseas. Nada como empezar algo nuevo con un toque de pánico.
Antes de dirigirse al gremio, marcó el número de su madre en el teléfono.
Ryosuke: Mamá, esta noche me quedaré en casa de un amigo, no te preocupes por mí.
Al otro lado de la línea, su madre respondió con un distraído "Ajá, cuídate". Para ella, era otra excusa de adolescente. Pero para Ryosuke, esta mentira tenía un peso que ella no podría imaginar. Colgó, inhaló profundamente y se encaminó hacia el gremio.
El imponente edificio lo recibió con sus puertas automáticas, que se abrieron con un suave zumbido. La recepcionista le pidió su ID. Ryosuke sintió un cosquilleo en los dedos al entregárselo, como si estuviera cruzando un umbral invisible... o como cuando entras a un examen sin haber estudiado.
Mientras caminaba por los pasillos, su nerviosismo crecía. Las paredes adornadas con insignias y trofeos parecían observarlo, juzgándolo silenciosamente. "¿Quién dejó entrar al novato?" pensaba que se preguntaban. Yuji lo esperaba en una sala amplia junto a otros miembros del gremio.
Yuji: Ryosuke, por aquí.
El alivio de ver a Yuji se desvaneció al instante al notar a dos individuos entrenando al fondo. Cada golpe resonaba como un trueno, haciendo temblar el suelo bajo sus pies.
Ryosuke: (Pensando) Están peleando como si estuvieran en un videojuego... ¿Y yo qué? Apenas si puedo abrir un frasco de mermelada sin pedir ayuda. Pero bueno, si he llegado hasta aquí, debe ser por algo. Quizá alguien allá arriba se quedó sin ideas.
Yuji: No te intimides. Todos empezamos desde abajo. Mantente concentrado.
El corazón de Ryosuke latía con fuerza mientras observaba la batalla. Aquellos dos guerreros parecían estar en un nivel imposible de alcanzar. Y sin embargo, en algún rincón de su mente, Ryosuke sintió una chispa, un pequeño deseo de llegar a ser tan fuerte como ellos algún día… aunque de momento, preferiría un bocadillo.
Yuji: Aquellos dos que ves ahí, son Rein y Gyutaro, ambos de rango Elite. Son de los guerreros más poderosos de nuestro gremio.
Ryosuke observó a los dos individuos con asombro. Sus movimientos eran rápidos, precisos, y cada impacto dejaba un rastro de energía en el aire.
Yuji: Rein, el de cabello oscuro, su poder se basa en la pyrokinesis. Una vez luchó contra veinte enemigos simultáneamente sin recibir un solo rasguño. Y Gyutaro, su compañero, tiene la capacidad de manipular todo tipo de metales con la mente. Son dos individuos muy peligrosos.
Ryosuke: (Pensando, ¿En qué me he metido? Lo más peligroso que he manejado es un lápiz sin punta.)
Gyutaro: (Con una sonrisa arrogante) ¿Quieres volver a intentarlo? No creo que te queden fuerzas.
Rein: (Con un destello de furia en los ojos) ¡No seas engreído, Gyutaro!
Rein da un salto hacia Gyutaro con una velocidad explosiva, lanzando un puñetazo cargado de energía hacia su oponente. Gyutaro lo esquiva con un ágil movimiento, apenas desplazándose, y lanza una patada giratoria con precisión milimétrica. La patada conecta con el torso de Rein, enviándolo hacia atrás.
Rein: (Riéndose mientras se levanta) ¿Con esa patada piensas derrotarme? ¡He sentido cosquillas más fuertes que eso! ¡Tu patada es más débil que una anemia, HAHAHA!
Gyutaro: (Manteniendo la calma) Hablas demasiado, Rein. Si tienes tiempo para bromear, entonces pelea en serio.
Rein: (Con una mirada desafiante) Eres tan aburrido…
Rein comienza a correr hacia Gyutaro, sus movimientos se vuelven un borrón. Mientras corre, sus manos se envuelven en llamas, creando dos esferas de fuego que lanzan un resplandor feroz en el dojo. Con un grito de guerra, lanza las llamaradas hacia Gyutaro con una fuerza devastadora.
Gyutaro: (Pensando mientras observa las llamas acercarse) Qué tonto... atacar de frente es tan predecible.
Con una agilidad sobrehumana, Gyutaro realiza un salto acrobático, girando en el aire y deslizándose hacia la derecha en el último segundo. Las llamas pasan rozando su piel, pero él aterriza con elegancia.
Rein: (Sonriendo con malicia) Te tengo…
Sin darle tiempo a reaccionar, Rein se materializa frente a Gyutaro en un parpadeo, lanzando una patada con una velocidad y fuerza impresionantes que impacta de lleno en el rostro de Gyutaro. La fuerza del golpe hace que el aire alrededor se comprima, y Gyutaro es lanzado hacia atrás, rompiendo algunas tablas del suelo al aterrizar.
Gyutaro: (Pensando mientras se reincorpora lentamente) Maldito Rein… ha mejorado su velocidad.
Gyutaro se limpia la sangre de la comisura de los labios, levantándose con una expresión seria. Sus ojos se entrecierran, y el ambiente a su alrededor comienza a cambiar, como si una presión invisible se acumulara en el aire.
Gyutaro: (Con voz tranquila y decidida) Parece que te he subestimado, Rein. Pero ya es hora de que sientas el verdadero poder.
Rein: (Tono sarcástico) ¡Ay, sí que miedo!
Gyutaro desaparece de la vista de Rein en un instante, utilizando una velocidad que sobrepasa cualquier cosa que Rein haya visto antes. Antes de que Rein pueda reaccionar, siente un golpe en su estómago, luego otro en su costado, seguido por una ráfaga de golpes rápidos que lo dejan sin aliento. Gyutaro se materializa detrás de Rein, y antes de que pueda girarse, Gyutaro lanza una poderosa patada descendente que lo envía directamente al suelo.
El dojo retumba con el impacto, el suelo se resquebraja bajo el peso del cuerpo de Rein. El humo se levanta en el aire, y cuando se disipa, Rein está jadeando en el suelo, pero aún con una chispa de desafío en sus ojos.
Rein: (Con dificultad, mientras se pone de pie) Esto... esto es lo que me gusta…
Rein: (Gritando de la emoción) ¡Gyutaro... No me decepciones ahora!
Gyutaro: (Con una sonrisa leve) No esperaba menos de ti, Rein. Ahora, ¡Te voy a partir toda la cara!
Ambos guerreros se preparan para el siguiente asalto, sus energías chocan, creando ondas de choque que sacuden el dojo. La pelea está lejos de terminar, y ambos lo saben. Es solo el principio de una batalla que pondrá a prueba sus límites.
Ryosuke: (Asombrado) Cuánto poder…
Yuji: (Serio) No te quedes ahí como un maniquí, Ryosuke. Es hora de que empieces tu propio entrenamiento.
Ryosuke: (Asiente, decidido) Estoy listo, Yuji.
Yuji: Bien. Primero, vamos a trabajar en tu condición física. No puedes esperar enfrentarte a un oponente sin una base sólida.
Yuji: (Con tono firme y autoritario) Comenzaremos con cincuenta lagartijas. Concéntrate en cada movimiento, no lo hagas rápido; hazlo bien. Respira profundamente mientras bajas y exhala cuando subes. Luego, descansa un minuto y repite. Esto es solo el principio.
Ryosuke: (Sorprendido y abrumado) ¡¡¿Cincuenta lagartijas?!!
Yuji: (Serio) SI… ¿Tienes algún problema?
Ryosuke: (Tono bromeador) No señor Yuji… ya mismo empiezo… jeje
Ryosuke está en medio de su entrenamiento, sudoroso y exhausto. Yuji lo observa con una mezcla de severidad y satisfacción.
Ryosuke: (Mientras hace las lagartijas) ¡Esta es la peor idea que he tenido en mi vida!
Ryosuke: (Pensando, Esto duele como si estuviera cargando un elefante... ¿Es normal ver estrellas mientras haces ejercicio? No, Ryosuke, no lo es. Pero, si quiero dejar de ser el tipo que se esconde en las esquinas durante las peleas, mejor me acostumbro a esta tortura... Digo, entrenamiento. Y si no funciona, siempre puedo probar con la meditación... o convertirme en jardinero)
Yuji: (Serio) Ya verás que todo esto valdrá la pena. Cada gota de sudor cuenta.
Ryosuke termina las cincuenta lagartijas, tambaleándose al levantarse y tratando de recuperar el aliento.
Ryosuke: (Jadeante) ¿Qué sigue? ¿Correr una maratón?
Yuji: (Serio y frio) No tan rápido. Ahora haremos una serie de ejercicios de resistencia y técnica. Primero, vamos a trabajar en tu postura. La forma es crucial para no cansarte rápidamente y para la efectividad en combate.
Ryosuke: (Frunciendo el ceño) Está bien… Estoy dispuesto a aprender, pero no prometo no quejarme.
Yuji le muestra algunos ejercicios básicos de postura y técnicas de respiración. Ryosuke sigue las instrucciones con determinación, aunque su fatiga es evidente.
Yuji: (Observando a Ryosuke) Bien, ahora que tienes una idea de lo básico, pasemos a un poco de práctica con el saco de arena. Quiero que te enfoques en la precisión y en el poder de tus golpes.
Ryosuke: (Mirando el saco de arena con una mezcla de respeto y temor) ¿Esto se va a poner más difícil, verdad?
Yuji: (Con una sonrisa tranquila) Solo lo suficiente para que empieces a sentir la diferencia. Vamos, Debilucho.
Ryosuke comienza a golpear el saco de arena, su técnica mejorando lentamente mientras se concentra en sus movimientos. Cada golpe parece ser un desafío..
Ryosuke: (Pensando, Este tipo me acaba de llamar ¿Debilucho?, ¡Quien se cree!.
Yuji: (Con aprobación) Lo estás haciendo bien. Es normal sentir que no avanzas, pero cada esfuerzo cuenta. A medida que avances, te sorprenderás de lo que eres capaz.
Mientras Ryosuke sigue entrenando, el sol comienza a ponerse, y el dojo se llena de una luz dorada que hace que el sudor en la frente de Ryosuke brille.
Ryosuke: (Pensando, con una sonrisa fatigada) Quizá no sea tan malo después de todo. Estoy aquí por una razón, y voy a dar lo mejor de mí para descubrir qué es.
Yuji: (Frío y directo) Buen trabajo. Pero no hemos terminado. El siguiente es el entrenamiento de combate. Necesitas aprender a aplicar toda esa fuerza y resistencia en una pelea real.
Ryosuke: (Con esfuerzo, levantándose) Yuji… ¿Y si seguimos mañana?…
Yuji: (Frio) Sin quejas.
Yuji: Prepárate. Empezaremos con algo básico: defensa. Mantén la guardia alta y concéntrate en bloquear mis ataques. No trates de esquivar, solo bloquea. Quiero ver cómo manejas la presión.
Ryosuke: (Pensando, Mierda, aquí vamos.)
Yuji adopta una postura de combate, lanzando golpes rápidos y precisos hacia Ryosuke.
Ryosuke levanta los brazos, bloqueando los ataques con dificultad, cada impacto resuena en su cuerpo
Yuji: (Mientras sigue golpeando, sin mostrar emoción) Recuerda, el bloqueo no es solo levantar los brazos. Es absorber el impacto, redirigir la fuerza, minimizar el daño. ¡Concentra tu energía en cada bloqueo!
Ryosuke: Seria mas fácil si no estuviera cansado…
Yuji: (Con una expresión seria y sin mostrar aprobación) Ahora, quiero que intentes contrarrestar. Cada vez que bloquees, encuentra una oportunidad para devolver el golpe. No te limites a defender, ¡ataca también!
Ryosuke bloquea un golpe y lanza un puñetazo de vuelta. Yuji lo desvía con facilidad, pero asiente ligeramente con la cabeza, sin mostrar demasiada emoción
Yuji: (Directo) Bien, estás aprendiendo. Pero recuerda, la velocidad es clave. Tienes que ser más rápido si quieres conectar un golpe. Ahora, aumenta tu velocidad.
Ryosuke intenta moverse más rápido, lanzando golpes con más agilidad y fluidez, pero Yuji sigue esquivando y desviando con una facilidad que desconcierta a Ryosuke
Ryosuke: (Jadeando) ¡No puedo alcanzarte!
Yuji: (Calmado y firme) La velocidad viene con el tiempo y la práctica. Por ahora, concéntrate en la precisión y en leer los movimientos de tu oponente. Anticipa mis ataques en lugar de reaccionar después.
Ryosuke: (Respirando profundamente, concentrándose más) Entiendo, intentaré prever tus movimientos.
Yuji lanza un puñetazo, pero esta vez Ryosuke lo anticipa, desviándolo y lanzando un contraataque más efectivo, que Yuji esquiva por poco
Yuji: (Con una mirada evaluadora) Muy bien, Ryosuke. Ahora estás comenzando a comprender. Pero este es solo el principio. Entrenaremos todos los días hasta que estos movimientos sean tan naturales como respirar.
Ryosuke: (Cansado) Esto va estar muy duro…
Yuji: (Asintiendo con firmeza y sin mostrar emoción) Ahora, descansa por hoy. Mañana, intensificaremos el entrenamiento y trabajaremos en tus reflejos y estrategia de combate. Te haré más fuerte, Ryosuke, pero necesitarás determinación y coraje para seguir adelante.
Ryosuke: (Preocupado) ¿Intensificar? ¿Esto no es intenso?
Yuji: (Con una mirada seria y autoritaria) Todavía no has visto nada, Ryosuke. Prepárate para superar tus límites.