Punto de vista de Zoe Reinhard
(Minutos ante que llegara Kadian Helkar)
Tenía mucho miedo de ir a ver a mis padres, pero aún así… reuní el valor suficiente para decírselo a Lady Irisha.
Al principio ella dudó, pero después de explicarle mis sentimientos y dudas pude convencerla, ella confió en mí y me dio permiso para confirmar que mis padres estarían bien.
"Pero pase lo que pase no te acerques, solamente mira por unos segundos desde lo alto de la montaña y regresa rápidamente para no ponerte en peligro." Fueron las condiciones que puso y las que estuve a punto de romper, tan pronto vi a mi madre ser apuñalada por un demonio de piel negra y cabello morado.
"¡¡¡NOOOOO!!!" El grito de mi padre resonó hasta llegar a donde me encontraba, descongelandome del shock en el que me había envuelto.
"No… No puede ser verdad..." Dije al aire con mi voz temblorosa mientras mi visión se volvía borrosa, debido a las numerosas lágrimas que comenzaban a desprenderse de mis ojos.
Imposible…. Mi cuerpo tembló como nunca, y empecé a sentir como mi corazón se empezaba a comprimir a tal grado que me hizo caer de rodillas.
Había una parte de mí que quería ir a auxiliar a mi madre, pero mi cuerpo no se movió, simplemente no respondió y solo se quedó inmóvil mientras observaba como mi madre caía al suelo, y luego la arena debajo de ella se teñía de rojo. Mi mamá esta....
Seguí con mi mente en las nubes hasta que una gran explosión en el lugar de la pelea me hizo regresar a la realidad, haciendo que mi concentración volviera a la pelea.
Secando mis lágrimas con mis manos intenté seguir la pelea desde donde me encontraba.
Mi padre comenzó a lanzar varios hechizos de distintos elementos al demonio, qué solo los esquivaba con cierta facilidad mientras se iba acercando a mi padre a una impresionante velocidad.
Aún temblando, mejoré mi visión con maná para ver más claramente como el demonio de color Azabache sacaba tres espadas púrpuras de su espalda, y se las lanzaba hacia mi padre.
Él logró esquivar dos de ellas antes de desviar la última con su propia espada.
¡Espera! Su mano está.... Pensé al ver como una de las manos de mi padre estaba cortada y achicharrada.
¿Qué debería de hacer? ¿Ir o quedarme aqu... ¡No! No puedo pensar así. Lo mejor será que me quede aquí, después de todo, si voy, solo seré una distracción para mi papá. Pensé apretando mis puños. Además ¿Cómo podría ayudarlo? No soy nada fuerte….
Con mucha rabia e impotencia en mi corazón decidí quedarme en el lugar en el que me encontraba.
Continuando con la pelea noté como las espadas que mi padre había esquivado y bloqueado fueron absorbidas por un líquido violeta, que misteriosamente flotaba en el campo de batalla.
Cuando terminaron de ser absorbidas desaparecieron sin dejar rastro alguno.
"¿Qué? ¿Pero… qué clase de poder es ese?" Me pregunté a mí misma sin saber nada de ese hechizo. En un instante el demonio fue absorbido por el mismo líquido violeta que había visto hace poco.
"¿Qué? ¿A dónde se fue?" Me pregunté al notar como el demonio había desaparecido por completo.
Mi padre, al notar que su enemigo había desaparecido saltó hacia atrás, con ambos ojos cerrados.
"¿Pero qué hace?" Comenté. Estando completamente quieto no tardó mucho para que el mismo líquido violeta qué había absorbido al demonio apareciera detrás de mi padre, junto con una de las espadas del demonio.
"¡Cuidado!" Grité con miedo intentando advertirle, antes de que la mano que sostenía la espada quedara completamente inmóvil. Rápidamente mi padre se dio la vuelta y la cortó fácilmente, el líquido violeta desapareció y segundos después el demonio apareció a varios metros de distancia con la mano cortada.
Grité sin pensar, pero menos mal no se dieron cuenta de mi presencia. Pensé agradecida a la lluvia y al viento que logran cubrir mi descuido. Pero aún así ¿Qué pasó? ¿Por qué no atravesó a mi padre?
El demonio con una sonrisa dijo algo que hizo enfurecer a mi padre, porque sin pensarlo mucho saltó a por el demonio para darle una estocada directamente en la cabeza. ¡Si! ¡Acabará con él!
El demonio por alguna extraña razón no intentó cubrirse, sino que hizo un movimiento para atacar a mi padre haciendo parecer como si no le importara su defensa.
Mi padre logró conectar el golpe, o eso parecía cuando su espada atravesó la cabeza del demonio sin causarle ningún daño.
Por otra parte, el demonio ya estaba listo para atacarlo, pero por alguna extraña razón otra vez se quedó quieto.
Mi padre acomodó rápidamente su postura para cortarle la cabeza, pero antes de lograr dar el golpe final cayó de rodillas, vomitando sangre al instante.
"Papá…" Dije en voz baja antes de tomar una dura decisión. "Es suficiente, no puedo quedarme acá solo viendo, iré para allá." Dije levantándome mientras seguía viendo lo que pasaba.
Mi padre, aún de rodillas levantó lentamente una mano mientras el demonio le gritaba. Una vez su única mano apuntaba directamente al demonio salieron varias púas del suelo, qué atravesaron sin piedad varias partes de su cuerpo azabache.
¡Sí! ¡Lo consiguió! Pensé llena de alegría al ver como un charco de sangre azul se formaba debajo del cuerpo del demonio, qué quedó quieto en la misma posición gracias a las púas que lo sostenían.
Mi padre cayó al suelo después de su último ataque, retorciéndose por un momento antes de que por fin me acercara a donde se encontraba.
"¡¡Papá!!" Grité con todas mis fuerzas logrando llamar su atención.
"¡Cuidado!" Gritó con sangre en la boca justo antes de que apareciera el líquido violeta a un costado de mi.
Mejorando mi cuerpo con maná apenas logré esquivar la espada púrpura qué salió disparada a una impresionante velocidad del líquido.
¿Qué está pasando? Pensé confundida al ver como el demonio caía al suelo con una risa desenfrenada. ¿Qué? ¿Traspasó las púas qué lo sostenía?
"¡Jajajajajaja! ¡Lo hiciste bien mascota!" Dijo mirando directamente a mi padre. "Llevándome hasta estos extremos… ¿Quién lo diría? ¿Quien se imaginaria qué alguien como tú sabría magia gravitatoria? ¡Fue una gran sorpresa! ¡Lo acepto! Pero aún así…" Continuó poniéndose de pie y sacando una espada del líquido violeta qué apareció en su costado. "Este es tu final. ¡Muere!" Gritó antes de atravesar el pecho de mi padre.
"¡¡¡NOO!!!" Grité a todo pulmón antes de salir disparada a por el demonio.
"Ahora sigues tu mocosa." Dijo dándose la vuelta, pero justo antes de que el demonio moviera un solo músculo en mi contra, fue brutalmente apuñalado por la espalda.
"No-no creas que... hará-s lo mismo con mi hija... ¡Bastardo!" Dijo mi padre con sangre en su boca impidiéndole hablar bien.
El demonio después de ese último ataque se quedó quieto por un segundo.
"¿Có-cómo sigues vivo? ¡Te rompí el maldito núcleo de maná!" Dijo antes de que mi padre le cortara la cabeza con su espada.
"¿Por... q-qué esta-as aquí Zoe? De-deberías de estar... cu-cuidando a Lady Irisha." Dijo mi padre antes de desplomarse en el suelo.
"No hables más por favor, aguanta, intentaré curarte." Dije llenando rápidamente mis manos con maná.
"E-es inútil, él demonio dañó mi corazón de maná y… y rom-rompió mi núcleo." Respondió moribundo.
"¡¡Noo!! ¡No puedes dejarme! Por favor… aguanta…." Dije antes de que nuevamente las lágrimas invadieran mi rostro.
"Per-perdóname hija, te prometí que volvería… qué volvería a ser como antes, pero… te he fallado." Dijo débilmente mientras su respiración se volvía cada vez más lenta.
Tiene razón, es inútil… no logro curarlo, con su núcleo roto no puedo hacer nada…. Pensé llena de impotencia y miedo.
"Por… por lo último que pude sentir, parece que Lord Kadian lo logró." Dijo mirándome débilmente. "Hija… te-te contaré todo mediante él, así que a…aguanta." Continuó perdiendo gradualmente el brillo en los ojos.
¿Qué? ¿Pero de qué habla? Pensé cuando decenas de preguntas empezaban a inundar mi mente.
Confundida, empecé a sentir la presencia de Lord Kadian a mi izquierda.
Lo miré, y vi que tenía varias heridas y cortes por todo el cuerpo, en especial, una en el cuello y hombro que me hizo preguntarme cómo seguía vivo.
Él también tuvo una pelea difícil.... Pensé mientras desechaba ideas inmaduras que venían a mi mente por no ayudar a mi padre en su batalla.
Con casi todo su torso cubierto de sangre me miró sin enojo o algo parecido. "Zoe… ¿Cuál es su condición?" Dijo con una voz preocupada.
"Intenté curarlo... pero no puedo porque el demonio dañó su núcleo." Respondí esperando a que Lord Kadian me diera una solución.
"Entiendo...." Dijo mirando a mi padre antes de que me diera una seña para que me apartara a un lado.
Al hacerlo, Lord Kadian siguió caminando hasta que se paró a centímetros de mi padre. Lentamente se agachó y puso su oreja a un lado de su boca.
"¿Estás seguro Kurt?" Preguntó Lord Kadian mientras regresaba a su antigua posición. "S-sí, q-quiero que ella continúe... continúe con el legado de mi esposa y el mio."
"...Está bien, cumpliré con tu última petición, querido amigo." Dijo Lord Kadian después de mirar a mi padre por unos segundos.
¿De qué están hablando? Pensé antes de que la desesperación inundara mi mente nuevamente. ¿¡Va a ayudar a mi padre o no!?
Repentinamente el aire a nuestro alrededor se puso más pesado de lo normal, y al mismo tiempo, mi padre comenzó a iluminarse. Me quedé quieta pensando que Lord Kadian lo estaba curando hasta que mi atención fue robada por una luz que venía de mi atrás. Volteé, y vi como el cuerpo de mi madre se iluminaba al igual que el de mi padre.
"Acércate Zoe." Ordenó Lord Kadian mientras me hacía una seña con su mano. "Pero…" Respondí dudosa. "Ellos estarán bien, no te preocupes."
Agarrando valor en aquellas palabras me acerqué lentamente. Seguí caminando hasta que Lord Kadian me agarró gentilmente de la cabeza y me posicionó a un lado de mi padre.
"Perdó…Perdoname hija, solo recuerda que… que lo que hicimos y haremos fue y es po-por tu bien, te amamos." Dijo finalmente mi padre con una ligera sonrisa y lágrimas entre los ojos.
Antes de que pudiera preguntar a mi padre o a Lord Kadian qué estaba pasando, el cuerpo de mi padre en un parpadeo se iluminó por completo, para después desaparecer sin dejar rastro.
"¿Papá…?" Todo lo que quedó fueron los tirones de su ropa, su espada y su armadura sobre la arena.
Volteé lentamente hacia atrás, y al igual que mi padre, mi madre también había desaparecido completo, dejándome un vacío en el corazón.
"¿Mamá…?" Dije débilmente perdiendo toda esperanza.
Justo antes de que me perdiera en una cascada de pensamientos y sentimientos mi mirada se centró en Lord Kadian, qué empezó a toser sangre descontroladamente.
Después de un par de segundos él recuperó la compostura, para instantáneamente crear una pequeña esfera dorada en su mano. Está esfera se me acercó rápidamente hasta traspasar mi pecho, logrando llegar a mi corazón de maná y después a mi núcleo.
Al instante, el sentimiento de confusión y dolor emocional qué sentía por la pérdida de mis padres fueron reemplazados por un extraño calor que invadió todo mi cuerpo, a tal grado qué me hizo caer de rodillas sobre la arena.
¿Qué está pasándome? Pensé confundida ante los cambios bruscos de sentimientos que experimentaba. Una vez acabó todo, mi cuerpo se sintió tranquilo, sin tener ganas de llorar o pensar alocadamente.
"Ahh… Ahh… Ahh…" Exhalaba agitadamente por la reciente experiencia. ¿Por qué me siento tranquila? ¿Por qué? ¿Por qué….
"P-parece que funcionó." Comentó Lord Kadian antes de desplomarse sobre la arena. "¿Funcionar? ¿De qué estás hablando?" Pregunté después de acercarme a él.
Al verlo más de cerca me di cuenta de que estaba más pálido de lo normal, y de que su respiración era muy lenta. Él está inconsciente… es inutil preguntarle algo ahora.
Después de pensar que hacer por unos segundos decidí llevarlo al campamento, para que Lady Irisha lo examine, pero antes, hice un agujero en la arena con magia, para enterrar las ropas de mis padres.
Después de que él sentimiento de calidez poco a poco se fuera desvaneciendo, el dolor en mi corazón nuevamente regresó.
¿Por qué? Me pregunté mientras lloraba en silencio, mirando las tumbas de mis padres. Por qué…
…
Mientras iba cargando a Lord Kadian noté que su respiración cada vez era más lenta.
Debo apurarme, no puedo dejar que él también muera. Comenté antes de aumentar la velocidad. Cuando ya estábamos a unos 10 metros de su tienda la puerta de tela se movió, revelando a Irisha sentada al costado de una mesa de piedra.
"Lady Ir-Irisha, yo… yo no pude—" Dije tartamudeando.
"Sé lo que pasó Zoe… pero por ahora, por favor solo mételo y ponlo sobre la mesa." Dijo con un tono de súplica. "Como ordene…" Asentí con tristeza.
Llevándolo dentro lo puse gentilmente sobre la mesa. "¿Me debo retirar Lady Irisha?" Pregunté mientras ella se acercaba lentamente debido a su esposo.
"No Zoe, quédate, necesitaré tu ayuda." Dijo antes de sujetar las extremidades y el cuello de Lord Kadian con robustos grilletes de piedra que lo envolvieron. "Está bien, estaré atenta a sus órdenes." Respondí haciendo a un lado.
Creando agua en la punta de su palma, Lady Irisha fue limpiando uno a uno las heridas que tenía Lord Kadian, antes de curarlas con magia curativa.
Cada cierto tiempo ella me pedía que abriera la puerta, para desechar los residuos de agua, sangre y arena que quedaba.
Estuvo curándolo por unas horas, y cada vez que trataba una nueva herida Lord Kadian se movía de vez en cuando por el dolor, pero los grilletes de piedra lo mantenían firme sobre la mesa.
"¡¡AHHHH!!" Gritó Lord Kadian una vez Lady Irisha llegó a la herida que tenía cerca del cuello, estuvo varios minutos limpiándola, antes de que pudiera cerrarla con una increíble magia curativa.
Que magia más poderosa… Comenté para mi misma. Una vez acabó, Lady Irisha cayó de rodillas mientras su respiración se agitaba cada vez más.
"Zoe… ayúdame a volver a la cama, gasté mucho maná." Dijo antes de que rápidamente corriera para ayudarla. "Por favor, lleva a Kadian a la otra tienda para que descanse, y después de eso descansa tu también." Dijo ya acostada en su cama.
"Como ordene." Al verlo nuevamente, noté que ya no tenía ninguna herida sobre todo el cuerpo. Está completamente curado….
Una vez Lady Irisha lo liberó, tuve que ponerlo sobre mi espalda para cargarlo nuevamente, y llevarlo hasta su tienda. Dejándolo ahí, me retiré sin decir nada a la tienda de mi familia, para por fin tener un momento a solas.
Todo el trayecto me quedé en silencio, no tenía palabras por todo lo ocurrido. Ya dentro fui directamente a mi cama, para echarme y hundir mi frente sobre ella.
¿Por qué? ¿Por qué tuvieron que ser así las cosas? ¿Por q—. Todas las emociones que liberé hace una hora llorando volvían, haciendo que mi pecho se sintiera extraño.
¿Por qué…. Era un sentimiento extraño, porque la idea de que mis padres ya no estarían más conmigo me hincaba el pecho causándome cada vez más dolor.
El dolor siguió hasta que fueron reemplazadas por muchas lágrimas, qué luego calmaron mi ser lo suficientemente como para quedarme profundamente dormida.
…
¿Eh? ¿Dónde estoy? Me pregunté al despertar aún somnolienta. ¿Qué? ¿Me quedé dormida sobre el mueble? ¿Por qué?
"Hola hija" Dijo una voz familiar a mis espaldas, haciendo que recordara todo lo que había pasado en las últimas horas. "Perdón, perdón por no cumplir mi promesa."
Al voltear rápidamente vi a mi padre puliendo su espada, sentado a la puerta de nuestro jardín.
Papá…. Mis ojos no tardaron en llenarse de lágrimas, haciendo que me pusiera muy sensible.
"¡Papá!" Grité antes de salir corriendo hacia él, pero antes de que pudiera acercarme mucho puso su mano enfrente, como si quisiera decirme que no me acercara más.
"Hija, solo soy el maná qué extrajo Lord Kadian." Dijo mi padre antes de continuar con lo que estaba haciendo. "Pero aún así, lo que te diré es la verdad, así que escúchame por favor."
¿Qué? ¿Maná? ¿Eso significa que él sigue…
"Sé que siempre te preguntaste el porqué tu madre y yo estábamos tan decididos de seguir a Lord kadian." Dijo deteniéndose un rato antes de continuar. "Por eso, te contaré las cosas que pasaron en el pasado, y las que vendrán en un tiempo no muy lejano."
"Yo nací para cuidar a la familia Helkar, y en mi juventud al igual que ti no me agradaba esa idea, pero cuando conocí a Lord Kadian noté que él no era como los otros integrantes de la familia Helkar, él no me veía como alguien desechable, sino que lo hacía como mi familia. Gracias a él sobreviví varias veces, y gracias a él tu madre y yo pudimos estar juntos, nosotros le debemos todo a él. Por eso tu madre y yo le prometimos servirle hasta el último de nuestros días." Dijo mi padre con nostalgia en los ojos antes de hacer una pausa.
"No te obligaremos a hacerlo, pero nuestra voluntad era que tú hagas lo mismo, que cuides a Lord Kadian y su familia." Dijo parándose y entregándome la espada que pulía. "Que los apoyes a cumplir sus objetivos."
"Aún no lo entiendo…" Dije en voz baja. "No puedo entenderlos…"
"Mi única hija, quiero que sigas con nuestro legado, para que así… para que así estés a salvo de las cosas que vendrán, cosas que te diré cuando cuando logres superarme." Dijo mostrando una sonrisa.
"Te amo hija mía, tu eres mi legado, el legado de tu madre y el mio." Dijo disolviéndose todo a nuestro alrededor, justo antes de que me despertara.
Una vez abrí los ojos me di cuenta de que todo se había oscurecido. ¿Qué ya es de noche?
Al notar un cosquilleo en mis mejillas intenté detenerlo solo para darme cuenta de que estaba llorando.
¿Ese fue un sueño o en verdad pasó? Me pregunté. No, eso no fue un sueño. Ese era mi padre….
Me paré lentamente mientras limpiaba mis lágrimas. No sé qué haré en el futuro, pero por ahora estaré con la familia Helkar, esperando un objetivo. Pensé justo antes de escuchar un fuerte grito afuera de la tienda. "¡Zoe!"
"¿Qué pasó Lord Kadian?" Respondí saliendo rápidamente de mi tienda. Al salir, lo vi muy preocupado, como si una emergencia hubiera ocurrido.
"Es Irisha, ella entró en parto, necesito tu ayuda." Sin dudarlo asentí, y rápidamente fuimos a la tienda de Lady Irisha.
Al entrar, lo primero que escuché fueron los gimiendo de dolor de Lady Irisha. Esto se ve mal… Pensé al verla sudando y retorciéndose ligeramente de un lado al otro.
Limpiando rápidamente mis manos con magia de agua procedí a ayudarla.
Madre, qué todo lo que me enseñaste no sea en vano. Pensé antes de hacer circular mi maná por el cuerpo de Lady Irisha. Después de varios minutos pude encontrar los puntos exactos de ciertos órganos, qué luego de influenciarlos logré ayudar a Lady Irisha a entrar en parto.
Cuando un bebé nace toma el maná de su madre, pero los niveles de maná de Lady Irisha están muy bajos…. Esto es peligroso, si ella no logra aguantar morirán ambos.
Pasaron varios minutos y la tensión cada vez se hacía más obvia, Lady Irisha no tenía mucha fuerza ni maná para dar a luz, y la fiebre que tenía amenazaba con matarla.
Lady Irisha agarró con fuerza la mano de Lord Kadian mientras gritaba fuertemente, justo antes de que un gran destello de luz apareciera en el cielo, iluminando toda la carpa por un par de segundos.
"¿¡Qué es eso!?" Grite Asustada. "No lo sé, pero no importa, sea lo que sea no nos incluye, ahora concentrémonos en ella." Dijo Lord Kadian al notar que su bebé empezaba a salir.
Rápidamente le di asistencia, y en un par de minutos ella por fin pudo dar a luz, revelando completamente al hijo de Lord Kadian.
El bebé tenía cabello blanco, con ojos rojos como los de su madre, sin perder más tiempo lo llevé a la cuna que habían preparado hace unos días y lo envolví con algunas mantas para mantener su temperatura.
"¿Irisha? ¿¡Irisha!?" Gritó Lord Kadian al ver como Lady Irisha no reaccionaba. "Tranquilo, ella solo se desmayó debido al esfuerzo, estará bien si descansa por unas horas." Dije calmandolo.
Menos mal aguantó, no sé qué hubiera hecho con otra pérdida…. Pensé antes de que el cielo se iluminara otra vez, para después oscurecerse nuevamente.
"Entiendo… gracias Zoe." Dijo más tranquilo mientras miraba el cielo de nuestra tienda. "¿Y cómo está mi legado? ¿Cómo está Drake?"
Así que se llamará Drake. Pensé dentro de mí. "Él…" Me quedé callada para cuando lo analicé.
¡Cierto! Él no lloró en ningún momento. "Él… él no respira." Terminé temerosamente mi oración.
"¿Qué? ¿De qué estás hablando?" Dijo sorprendido mientras me hacía a un lado para examinarlo.
"¡Mie*da! Su núcleo no genera maná." Dijo con nerviosismo. ¿Cómo que no genera maná? Si eso es cierto, su corazón de maná no podrá bombear el maná al resto de su cuerpo, e inevitablemente sus órganos colapsarán.
"Necesito hacer algo…" Dijo Lord Kadian desesperado. Por mi parte retrocedí lentamente y me puse la capucha de mi ropa sobre mi cabeza, intentando ocultar la vergüenza y la culpa que sentía por no haberme dado cuenta antes de la situación de Drake.
"¡Lo tengo!" Exclamó Lord Kadian antes de juntar una absurda cantidad de maná en su mano derecha. ¿Qué va a hacer?
El maná qué expulsaba se volvió un líquido dorado qué rápidamente envolvió toda la mano de Lord Kadian. Confundida, vi con mis propios ojos cómo esa misma mano atravesaba el corazón de maná de Lord Kadian.
Pero ¿¡Qu— Pensé antes de que nuevamente un destello de luz iluminará el cielo por un par de segundos.
"Magia de nivel Divino ¡Traspaso Divino!" Gritó antes de sacar lentamente su mano derecha en forma de puño.
¿Qué es eso? ¿Una esfera? ¡Espera! su pecho… Pensé al ver como ahora Lord Kadian sostenía una esfera dorada, y como su pecho estaba intacto.
Lord Kadian movió la pequeña esfera dorada hacia el cuerpo de su hijo. Pero cuando iba a chocar con su piel la esfera se negó a entrar al cuerpo de Drake.
"¡Maldición! ¡Le falta maná!" Gritó Lord Kadian. "¡Retrocede con mi esposa Zoe!!"
Rápidamente llevé a Lady Irisha a una esquina de la tienda, y justo cuando me disponía a volver vi como el cielo se iluminaba nuevamente por unos segundos.
¿Por qué el cielo se sigue iluminando? Pensé un poco ansiosa.
Lord Kadian ignoró lo que pasaba afuera, y rápidamente empezó a juntar más maná de su núcleo. Estuvo así por un par de tensos minutos, y cuando terminó de prepararse empezó a atraer las partículas de maná de los alrededores, creando un denso ambiente dentro de la tienda.
Una vez el maná se fue juntando en la tienda lo atrajo en la palma de su mano, y luego la movió lentamente hacia el cuerpo de su hijo, haciéndolo brillar de golpe.
Pero… eso es mucho maná para un bebé! ¡No sobrevivirá!
Después de que varios pensamientos negativos pasarán por mi mente el bebé lloró, calmando a Lord Kadian.
"Uff… Funcionó" Dijo débilmente. "Lord Kadian ¿Se encuentra bien?" Le pregunté al verlo muy cansado y con una mirada perdida.
"Si, solo necesito descansar…. Por cierto Zoe, cuida a mi hijo y esposa, iré a afuera a recuperar maná antes de que me desmaye." Dijo antes de caminar a la salida tambaleándose.
"Debo darme prisa, mi núcleo está pagando el precio de usar muchos hechizos divinos el mismo día." Dijo susurrando para sí mismo antes de salir de la tienda.
Aún tengo muchas preguntas en la cabeza…. Medité. Y estoy segura de que si no fuera por las palabras de mi padre no sabría qué hacer ahora.
Acercándome a Drake noté como poco a poco se iba calmando. Seguí mirando mientras reflexionaba hasta que una idea vino a mi mente.
Si, si las palabras de mi padre son ciertas usaré eso, usaré el aprecio de Lord Kadian hacia mis padres para volverme parte de la familia Helkar. Ellos no podrán negarse, después de todo ellos me deben una familia. Pensé mientras recordaba las últimas palabras de mi padre.
"¿Verdad? Hermanito." Dije con una ligera sonrisa antes de retirarme a ordenar las cosas para mañana mientras pensaba en lo futuro.