Han pasado casi cuatro años desde que Zoe empezó a enseñarme magia y esgrima, y aunque al principio el temor de que mi corazón de maná explotara por mis dos núcleos me impidió practicar cómo debía, ese miedo fue desapareciendo con el tiempo al no sentir molestias o algo parecido.
Hoy será un excelente día. Pensé animado luego de mirar por la ventana que el sol ya había salido. Como mi raza no necesitaba dormir mucho empecé a usar ese tiempo para refinar mis núcleos, en donde al poco tiempo me di cuenta de que tenía más afinidad para el dragontino, a diferencia del demoníaco.
Me preguntó qué habrá cocinado mamá. Dije en mi mente mientras me preparaba para bajar abajo.
Además de no dormir como en mi anterior vida, mi poca necesidad de comer hacía que las comidas familiares sean unos de los momentos más esperados para mi.
"Hola Zoe." Dije a mi hermana después de encontrarla sentada en el comedor. "Buen día Drake." Me respondió con un buen ánimo.
¿Eh? ¿Zoe también está de buen ánimo? Me pregunté al ver una sonrisa en su rostro. Seguramente habrá dominado otro nuevo hechizo.
El aspecto de Zoe en todo este tiempo no había cambiado mucho desde la primera vez que la vi, porque actualmente ella parecía una chica humana de 12 años.
Al asomarme en la cocina y luego escuchar el ruido de afuera noté que Irisha aún estaba cocinando, y que Kadian estaba afuera cortando algunos troncos para la leña.
Zoe al ver mi común relajo me hizo una pequeña seña para que me acercara a ella, al hacerle caso, ella también se acercó lo suficiente como para susurrarme algo.
"Drake, te veo muy despreocupado ¿Sabes qué día es hoy verdad?" Dijo suavemente. ¿Eh? ¿Qué quiso decir al preguntar eso? Pensé desconcertado.
"Es… ¿Tercero?" Respondí torpemente sin saber a que se refería.
Zoe, al escuchar esa respuesta me miró por un segundo antes de darme un fuerte golpe en la cabeza.
"¡Ahhh!" Grité de dolor. "¿Pasó algo Drake?" Preguntó Irisha al escucharme desde la cocina.
Para cuando estaba apuntó de decirle que mi hermana me había golpeado sin razón Zoe me hizo otra seña, pero esta vez para decirme que me matará si le cuento a Irisha. ¿Ahh?
"No-no pasa nada mamá, solo me golpeé por accidente con la mesa." Respondí en voz alta. "Está bien Drake, ten más cuidado."
¿¡Pero qué está pasando!? Acaso… ¿¡Zoe me estaba intimidando!? Pensé preocupado. Zoe, al ver mi confusión, me llamó nuevamente para hablarme al oído.
"Eres un tonto." Dijo molesta. Sí, se confirma, me está intimidando. Pensé asistiendo dentro de mí.
"¡Drake! ¿Cómo pudiste olvidar que mamá cumple 100 años hoy?" Dijo finalmente.
"¿¡Qu—" Zoe al ver que iba a armar un escándalo me tapó la boca antes de que pudiera decir una sola palabra. "Shhhh… mamá se dará cuenta."
¡Mie*da! ¡Casi lo arruino! Pensé al entender todo lo que estaba pasando.
"Mira" Dijo Zoe mientras me destapaba la boca lentamente. "Papá y yo queremos organizar una fiesta sorpresa para mamá, pero necesitamos de tu ayuda." Dijo mirándome a los ojos.
"Cuéntame más…" Respondí más serio al acercarme un poco más a ella.
El plan de Zoe era simple, porque lo único que yo tenía que hacer era sacar a Irisha por unas horas mientras Kadian y Zoe adornaban toda la casa y llegaban los invitados.
Cómo ella trabajaba en una universidad mágica tenía muchas amigas y estudiantes que la apreciaban mucho, por eso, Kadian y Zoe los habían invitado para que estuvieran en la fiesta. Creo que es un buen plan, porque así mamá podrá disfrutar de este cumpleaños con más personas además de nosotros tres.
"Comprendo, déjamelo a mí" Le susurré, después de que se me ocurriera una idea para sacar a mamá de la casa por unas horas.
"Bien, entonces el plan 'Fiesta de mamá' iniciará después de la comida." Dijo Zoe con una sonrisa.
Kadian entró a casa después de un par de minutos, se lavó las manos y se sentó en el asiento principal de la mesa, como era de costumbre.
En la cultura de la raza de Kadian, había una extraña costumbre, en donde el cabeza de familia debía comer primero, y solo cuando él terminaba, el resto de la familia podía comenzar a comer. Ahora que lo pienso al principio me parecía injusto que Kadian comiera primero, pero ahora ya me acostumbré.
"¡Muchas gracias mamá! ¡La comida estuvo deliciosa!" Grité después de que termináramos de comer. "¿Eh? ¿De nada?" Respondió un poco confundida.
¡Maldición! Debo actuar con normalidad. Pensé al darme cuenta de que mamá estaba empezando a sospechar de algo.
"¡Mamá! Se que es repentino… pero he estado meditando estos últimos días y quería ver si hoy podíamos ir a Birton para que me comprarás un arma." Dije después de agachar levemente la cabeza en señal de súplica.
"¿Qué? ¿Un arma?" Preguntó extrañada. "Así que era eso, ya me parecía extraño que dijeras qué mi comida estaba deliciosa." Dijo con tristeza mientras intentaba secar unas lágrimas que salieron de sus ojos.
¿Qué? Creo que lo arruiné…. "Perdón mamá… lo diré más seguido." Dije un poco deprimido.
"Jajaja, no te preocupes Drake, solamente te estaba molestando, mira, solo es magia de agua." Dijo limpiándose el rostro con una servilleta.
Pero que— "Me alistaré después de recoger la mesa, así que… ¿Qué te parece si de acá media hora salimos?" Me dijo con una sonrisa. "Esta bien…." Respondí un poco molesto.
"Me alegra que pasen más tiempo juntos." Comentó Kadian. "¿Eh? ¿No nos acompañaras?" Preguntó mi madre a Kadian un poco confundida.
"No amor, está vez me quedaré en casa entrenando con Zoe, es que ayer le prometí enseñarle una gran técnica." Dijo mirando a Zoe. "Además, estoy seguro de que escogerás una gran arma para nuestro hijo."
"Mmm… Está bien Kadian, pero luego no te quejes si no te gusta el arma que escoja." Dijo mi madre levantándose de la mesa.
"Bueno, con eso dicho, Zoe sube y alístate para entrenar." Ordenó Kadian. "Tú también sube y alístate Drake." Aumentó mi madre.
"¡Si!" Respondí antes de pararme e ir con Zoe al segundo nivel.
Luego de alistarme, espere por unos minutos en la puerta principal hasta que Irisha llegó. "Vamos Drake." Dijo ella al verme emocionado. Wow, se cambió muy rápido.
Sin más demora, Irisha sólo me agarró de la mano y enseguida salimos de la casa. ¡Bien! Mi parte está hecha. Pensé satisfecho.
Después de salir de la casa caminamos por varios minutos, hasta que vimos el inicio de la ciudad de Birton. Esto de vivir fuera de la ciudad no es tan cómodo como pensaba. Pensé por el largo viaje.
¡Cierto! Ahora que lo pienso, como vine pocas veces a la ciudad todavía no sé exactamente cómo es la cultura en estas tierras. Reflexioné al darme cuenta de mi ignorancia. Creo que… creo que necesito salir un poco más de casa.
…
"Mira Drake, esta es la mejor tienda de armas de la ciudad, aquí encontraremos el arma perfecta para ti." Dijo Irisha con una sonrisa.
La peculiar tienda que teníamos enfrente era algo similar a las de mi anterior mundo. La tienda tenía tres niveles con varios mostradores de cristal que relucían armas de toda clase.
Esta… Esta tienda es muy cara. ¿Me preguntó por qué estaremos aquí? Pensé confundido al compararla con nuestra situación económica.
"Mamá… ¿Estás segura de que está es la tienda?" Pregunté dudoso. "Claro que sí Drake, aquí es donde encontraremos una gran arma para ti." Respondió alegremente.
"Pero mamá… esta tienda parece ser muy cara, creo que lo mejor será que vayamos a otra." Dije, señalando a las que estaban alrededor y parecían ser más baratas.
"Claro que no, quiero comprarte algo decente, porque después de todo en estos últimos 13 años no pude pasar mucho tiempo contigo y además…" Se quedó callada por un momento antes de continuar. "Además me sentía algo mal por no criarte como una madre lo haría." Dijo lagrimeando.
No… no pensé que mi madre se sintiera así. Reflexioné. En todo este tiempo he estado un poco alejado de mi familia porque no la sentía como tal, pero… jamás consideré lo que ellos sentían por mí. Pensé antes de saltar y darle un fuerte abrazo a mi madre.
A pesar de que en estos últimos años ella me ha enseñado el idioma demoníaco no me preocupé por ella como debía. Reflexioné en mi interior.
"Aunque así sea, igualmente te amo mamá." Dije rompiendo el silencio antes de abrazarla.
Luego de un rato nos separamos y entramos en la tienda. Después de mi abrazo Irisha se puso muy alegre, supongo que ella necesita esto….
Como Zoe me había entrenado únicamente para usar una espada, decidí comprar una espada mediana, pero al caminar por los pasillos vi que había una gran variedad de estas. Bueno, después de todo estoy en una tienda de armas.
"¡Oh no!" Dijo mi madre de repente. "Drake, tenemos que volver a casa." "¿¡Qué!? ¿¡Por qué!? " Pregunté sorprendido.
"En la mañana, por alistarme rápido olvidé el dinero en casa." Dijo buscando su cartera.
¡Maldición! Si volvemos ahora todo se arruinará. Pensé preocupado. ¡Necesito hacer algo!
"Mamá ¿Qué te parece si yo vuelvo a casa mientras tu buscas una espada para mi?" Dije con una sonrisa. "Mmm… ¿Estás seguro?" Preguntó preocupada.
"¡Claro que sí! Conozco el camino de memoria y además ya tengo 13 años, ya no soy un niño pequeño." Respondí mientras intentaba estirarme para parecer más alto.
"Jajaja" Empezó a reírse mi madre de repente. "Es verdad Drake, ya no eres pequeño, pero sigues siendo un niño. Mi niño pará ser exactos." Dijo tiernamente.
Eso dolió… Pensé dentro de mí. Si tan sólo supiera que tengo más de 40 años… aunque, supongo que para alguien que cumple 100 años hoy sigo siendo un niño a sus ojos.
"Pero esta bien Drake, ve con cuidado mientras busco algo para ti." Dijo separándose. "Wow… a pesar de que sea solo un niño ella confía mucho en mí…" Susurré para mí mismo después de que se alejará y perdiera por la tienda.
Luego de recomponerme partí rápidamente a casa con la esperanza de que mi Irisha no me siguiera. Necesito darme prisa. Pensé apurado.
Al llegar a casa noté que no había ningún cambio a simple vista. Si me siguió no notará nada extraño desde afuera, espero que adentro todo ya esté listo….
Corriendo rápidamente hacia la puerta empecé a tocarla y a gritar a la vez. "¡Zoe! ¡Zoe! ¡Abre! ¡Mamá se olvidó su cartera y necesito llevársela!"
A los pocos segundos se escucharon algunos pasos pequeños acercándose a la puerta. ¿Eh? ¿Ya llegaron los invitados?
"¿Quién es?" Preguntó una tierna voz desde el otro lado de la puerta. "¡Soy Drake! Drake Helkhar y vivo aquí, abre la puerta por favor, estoy apurado." Dije con desesperación.
"¿Drake? Espera, voy a preguntar." Dijo antes de que escuchara como sus pasos se alejaban. "¡Oye! ¡No te vayas! ¡¡Estoy muy apurado!!" Grité mientras tocaba desesperadamente la puerta.
Si demoro Irisha se preocupará y vendrá a buscarm—. "¡Que escandaloso eres!" Dijo la misma voz mientras la puerta se iba abriendo poco a poco.
¿¡Pero qué le pasa a esta mocos— Pensé molesto antes de detenerme de golpe.
Pero… pero qué adorable es. Admiré ante un extraño brillo. Es como si un ángel hubiera caído del cielo. Pensé torpemente al ver a la niña que me robaría el corazón a primera vista a pesar de lo molesta que se veía en aquel momento.
(Imagen)
Ella lucia un hermoso pero sencillo vestido color negro, con un degradado a verde oscuro que hacía juego con su pelo.
Sus ojos eran amarillos, y su piel clara y bella, todo de ella era perfecta, incluso el cuerno que salía por uno de los costados de su frente.
"¡Además mi nombre no es Oye! Es Angélica." Dijo molesta mirándome a los ojos.
¡Sí! ¡Acerté! Es un ángel. Pensé alegre antes de darme cuenta del porqué estaba tan apurado.
"¡Cierto! Per-perdon Angelilica pe-pero estoy…." Dije tartamudeando. ¿¡Pero qué rayos me pasa!? "Tampoco es Angelilica, es Angelica!" Dijo más fuertemente.
¡Maldición! ¡13 años sin hablar con chicas tiene sus consecuencias! Pensé con tristeza.
"Lo si-siento Angelica, pero necesito entrar." Dije mientras me abría paso mirando al suelo para no mirarla directamente a la cara y ponerme más nervioso.
"¿¡Eh!? ¿Drake? ¿Qué haces aquí?" Preguntó confundida Zoe desde las gradas.
"¡Ahh! Zoe, mamá olvidó su dinero en la mañana y regresé para llevárselo." Respondí antes de que su semblante cambie a uno de preocupación.
"¿¡Qué!? Ella no te siguió ¿Verdad?" Preguntó asustada. "No no, ella no me siguió." Respondí calmando sus visibles nervios. "Phew… menos mal."
"¿Él es tu hermano Zoe?" Preguntó Angelica mientras cerraba la puerta. "Así es, es mi hermano menor, se llama Drake Helkar, y no le hagas mucho caso, es raro." Dijo cruelmente mientras se iba.
Qué mala…. "Espera Zoe." Dije siguiéndola. "Oye ¿Tu conoces a Angelica?" Pregunté en voz baja. "¿Eh? Claro, ella es la única hija de los vecinos de al lado." Dijo antes de irse de la habitación.
¿La vecina de al lado? ¿¡Qué!? Pensé sorprendido. ¡Maldición! Si saliera más de casa seguramente la hubiera conocido antes. Reclamé dentro de mi.
"Drake ¿No estabas apurado?" Comentó Angelica mientras me miraba confundida "¡Cierto!" Grité asustándola un poco.
Luego de salir apurado al segundo nivel me detuve a la mitad de las gradas al darme cuenta de que había olvidado algo muy importante. "¡Angelica! Necesito confirmar algo." Grité. "¿Qu-qué pasó?"
"¿Te quedarás para la fiesta verdad?" Pregunté desesperado. "Mm… ¿Si? ¿Por qué?" Respondió aún más confundida.
¡Excelente! Pensé con emoción dentro de mí. "No, por nada, entonces más tarde hablaremos." Dije mientras volvía a subir rápidamente las gradas.
¡Es una ternura! Pensé torpemente al entrar al cuarto de mis padres y ponerme a buscar el dinero. Pero antes de intentar algo debo confirmar su edad, no quiero parecer un pervertido después de todo.
Aunque… Cierto! A pesar de que se veía de mi edad debería tener más de 16 años. Pensé, al compararla con mi madre.
…
¡¡Ahh!! ¿¡Dónde estáaaa!? Pensé desesperadamente al llevar varios minutos buscando en el cuarto de mis padres. Si no vuelvo rápido Irisha vendrá a buscarme, y si lo hace… soy hombre muerto.
Seguí buscando desesperadamente hasta que encontré su cartera dentro de uno de sus abrigos. ¡¡Si!! ¡Por fin!
Emocionado, salí rápidamente de la habitación de mis padres solamente para salar desde el balcón que teníamos hacía nuestro jardín. ¡Ahhh! ¡Creo que me deje llevaaar! Pensé después de arrepentirme en el aire.
Antes de tocar el suelo recordé que este era un mundo de magia, y rápidamente inyecté maná en todo mi cuerpo haciendo que la caída no doliera.
Wow… Es la primera vez que intento algo así. Pensé emocionado. ¡El maná es increíble!
Luego de unos minutos por fin logré llegar nuevamente a Birton, más específicamente a la tienda en donde se encontraba mi madre.
¿Dónde estás Irisha? Me pregunté al no encontrarla por la tienda. ¡Maldición! ¿Se habrá ido?
Por suerte, mi preocupación no duró mucho al verla viniendo a la sala de espera con una espada corta en su mano derecha. ¡Sí! ¡Ella aún está aquí!
"Me alegra que hayas vuelto a tiempo Drake" Dijo con una sonrisa de satisfacción. "porque me dirigía al mostrador para pagar tu nueva arma."
¿Qué? ¿Esta espada será mi arma? Pensé ya más calmado. Al observarla bien vi que era una espada semi-corta, con una hermosa empuñadura roja que tenía varias incrustaciones para poner piedras mágicas. Además, el pomo y la guarda eran de oro, haciendo que reluciera aún más.
Wow… jamás había visto algo similar. Pensé aún más sorprendido al desenvainarla y notar que su hoja llevaba varias runas qué me daban a entender claramente que no era un arma barata.
"¿Te gusta?" Preguntó Irisha después de entregármela.
Al agarrarla fuertemente, noté que no era tan pesada como pensaba, y luego de probarla al ver que nadie estaba cerca me quedé aún más asombrado.
"Es perfecta." Dije finalmente antes de mostrar una sonrisa genuina. "Me alegra que te guste, ven, vamos a pagarla."
"¡Si!" Respondí alegre antes de seguirla. No puedo creer que por fin tenga mi propia arma.
Luego de pagar fuimos a otras tiendas a comprar cosas para la casa, y cuando el sol ya se estaba ocultando decidimos regresar finalmente. Hoy fue un buen día, y lo mejor, es que todavía falta la mejor parte! Pensé emocionado.
Al acercarnos no noté nada raro, y ya en la puerta vi que todo estaba como siempre. Si no me hubieran dicho que habría una fiesta ni yo lo creería. Pensé sorprendido. Todo está bien oculto.
Una vez abrimos la puerta principal pasamos e inmediatamente nos dirigimos al salón, al abrir la puerta, una luz vino del otro lado de la habitación cagandonos completamente.
¿Qué? ¿¡Pero qué rayos pasa!? Pensé alertado mientras instintivamente imbuía maná sobre todo mi cuerpo.
"¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS NÚMERO 100 IRISHA!!" Gritaron varias voces al unísono desde dentro del salón. ¿Qué? Pensé confundido mientras me calmaba.
Para cuando mi visión regresó pude visualizar a unas 15 personas en nuestro salón, había tanto jóvenes como mayores, hombres como mujeres y lo más raro, de diferentes razas.
"¿Co-cómo?" Dijo nerviosamente Irisha mientras lágrimas se iban formando en sus ojos.
…
Una vez que toda la emoción pasó, empezamos a celebrar la gran fiesta después de que cada uno felicitó personalmente a Irisha.
Como Kadian y Zoe habían invitado a varias personas cercanas a mamá, pude conocer a un humano llamado Yataco Relish, el cual es un estudiante de mi madre.
Con el pasar de la fiesta decidí sentarme en un sillón del salón, porque cerca de ahí se podía escuchar una conversación bastante interesante. "—exacto! Con el nacimiento del hijo de los Fleming el reino de Alum podría entrar en una guerra civil, eso perjudicaría gravemente el comercio en el puerto de Bin—"
"¿Drake?" Dijo una voz femenina a un lado. "¿Eh? An-angélica ¿Sucedió algo?" Pregunté aún conmocionado por el susto. "¡Claro que sí! Antes dijiste que hablaríamos más tarde pero no me buscaste." Dijo un poco molesta.
Tiene razón, con toda la sorpresa y la gente nueva me distraje fácilmente.. Pensé mientras mostraba una sonrisa fingida y me rascaba la parte trasera de la cabeza.
"Es verdad, lo siento Angelica." Dije parándome y tomando un poco de espacio. "Me presento nuevamente, Soy Drake Helkar, primer hijo de la casa Helkar, es un honor conocerte." Hablé haciendo una pequeña reverencia al estilo de los nobles.
¡Sii! Las películas que veía en mi antigua vida cobran protagonismo ahora. Pensé después de replicar una presentación que recordaba.
"Ohh… veo que si tienes modales después de todo. Eso es bueno." Dijo con una tierna sonrisa que me cautivó al instante.
"En ese caso yo también me presento." Dijo haciendo una extraña reverencia. "Soy Angelica Yue, tercera descendiente de los Yue y… y la que quiere ser tu amiga." Dijo sonriendo traviesamente mientras extendía su mano derecha en mi dirección con una extraña posición.
¡Espera espera! ¡¿Qué acaba de pasar acá!? Pensé confundido sin saber cómo reaccionar.
Después de unos segundos en silencio Angelica bajó su mano con una cara de vergüenza. "Disculpa Drake." Dijo apenada. "Olvidé que tu raza tiene una cultura distinta."
Ahhh… ya entiendo, lo que hizo seguramente es algo que se hace dentro de su cultura. "No te preocupes Angelica, estoy seguro que ahora como somos amigos aprenderemos más el uno del otro en un futuro." Respondí aprovechando la oportunidad que me había dado.
"¡Tienes razón!" Respondió alegre al escuchar mis palabras. "Así es Angelica, pero… solo por saber, ¿Cuántos años tienes?" Pregunté después de mostrar una fingida sonrisa para evitar que sospechara algo raro.
"¿Eh? Yo tengo 17 años en este momento." Respondió confundida mientras me miraba con interrogantes en sus ojos. Phew… Menos mal….
"No es por nada en especial, solo quería saber un poco más de ti." Dije mostrando nuevamente una sonrisa. "Ahh… ya veo, en ese caso puedes venir a mi casa un día de estos, después de todo no está muy lejos de la tuya." Dijo mientras se paraba alegremente con un salto.
"Me parece perfecto, estaré pasando dentro de un par de días." "¡Listo! Es una promesa." Dijo sonriendo tiernamente. ¡Es perfecta!
Es 4 años mayor que yo, pero para nuestras razas, eso es como medio año en años humanos. Pensé con una sonrisa malévola. Haré todo lo posible para que cuando crezca, sea mi futura esposa.
Seguimos hablando por un rato hasta que la fiesta finalmente llegó a su fin. Despidiéndonos, empecé a ayudar a mi familia con los invitados.
Luego de varios minutos ya no había nadie más en casa, a excepción de mi familia. Por la fiesta, todos estaban exhaustos emocionalmente, así que solo limpiamos un poco y luego nos fuimos a descansar.
"Hoy fue un día muy especial, espero que haya otros similares o incluso mejores." Dije en voz baja desde mi cuarto antes de ponerme a meditar mis núcleos.
Estoy feliz de haber venido a este mundo…. Pensé alegre mientras me dejaba llevar dentro de mi corazón de maná. Así es… muy feliz….