En el sueño de Clei, los recuerdos se entrelazaron como hilos de luz y sombra. El bosque se extendía ante él, lleno de árboles antiguos y hojas susurrantes. Sus "hermanos" lo rodeaban, una mezcla de ángeles y demonios, sin que nunca se especificara quién era quién. Pero eso no importaba; en ese lugar, eran una familia. Cada uno aparecía enfrente de el diciendo cosas que parecían importantes
- **Seyan**, "Clei", decía, "la vida es dulce, incluso en medio de la incertidumbre".
- **Theiman**, . "Clei", le advertía, "nunca bajes la guardia".
- **Deymon**, "Clei", murmuraba, "la verdad es un laberinto así que nunca sueltes nuestras manos".
- **Zai**, "Clei", le decía, "las raíces conectan todo".
- **Heros** "Clei", afirmaba, "la música sana el alma así que no llores más".
- **Abraxus**, "Clei", susurraba sosteniendo su mano, "el equilibrio es frágil".
- **Asmodeus**. "Clei", decía, "la risa es nuestra fuerza".
- **Seia**, "Clei", insistía, "la naturaleza nos guía".
- **Nat**, "Clei", afirmaba, "el conocimiento es nuestro tesoro el caminó a ser grandes ".
- **Ida**, "la empatía es nuestra fuerza".
-**Eir**, susurraba, "el destino es un lienzo en blanco".
En ese bosque de recuerdos, Clei compartía risas, historias y comidas con sus "hermanos". No había castillos ni coronas, solo la camaradería y la promesa de un futuro incierto.