—¿Tú aquí? —Sarah observa al hombre que tiene enfrente y piensa «Los dioses debieron tardar siglos esculpiendo a ese rostro perfecto, sus bellos ojos azules que logran oscurecer o aclararse de acuerdo a su estado de ánimo; su cuerpo posee cada músculo en su lugar, en la proporción adecuada y como si fuese poco ese uniforme de piloto que lo hace ver demasiado sexy». Trata de contener la respiración y el aire de sus pulmones, pero el palpitar y la humedad de su parte íntima es algo que no logra frenar cuando siente la suavidad de sus tersas manos acariciando las suyas al saludar.
Han pasado los años y Lukas Scott Martín, sigue haciendo estragos en su mente y cuerpo; definitivamente él es su perdición.
Él observa a esa bella mujer hace 5 años que no la veía. Realmente estaba tan obsesionado con su ex, la maldita a la cual le colocó el mundo a sus pies y lo destrozó. Raisa era una modelo italiana, preciosa. Su rostro angelical era portada de innumerables revistas.
Lukas la conoció en uno de sus viajes. Sabía que era una mujer a la que le gustaba la buena vida, los lujos que el dinero puede comprar y para él eso no era problema. Por más que gastara, no quedaría pobre.
La llevó al altar en busca de un amor tan grande como el de sus abuelos y padres; no le importó que no fuese santa de la devoción de su familia. Quienes, aunque no gustaron de ella, aceptaron y respetaron su decisión.
Raisa quedó embarazada a los pocos meses de casados. Al enterarse de que sería padre, sintió que su mundo se había completado. Jamás imaginó que ella asesinaría a su hijo por una pasarela; había ganado un contrato para ser la imagen exclusiva de una marca y, sin dudarlo o tomarlo en cuenta, interrumpió su embarazo.
Lukas, al enterarse, sintió su mundo venir abajo. Solo el amor de su familia lo sacó de aquella depresión. Ese día, junto con la ilusión de su pequeño, sepultó los sentimientos por Raisa.
Cuando por fin recobró las fuerzas, le envió los papeles del divorcio y le quito todo aquello que una vez le otorgó. La mujer, al ver que había cometido la estupidez más grande de su vida, cegada por la fama efímera, intentó recuperarlo, pero él nunca podría perdonarle el haberle arrebatado la vida a un ser inocente.
Las mujeres se convirtieron en compañías pasajeras de una noche. Su confianza en el sexo femenino fue quebrada y solamente las mujeres de su familia gozan de ese beneficio. … —Hola, Eliara, la tía Gaby me dijo que tenías la urgencia de viajar a Uruguay… Aquí me tienes dispuesto a colaborarte, ya que estaba cerca —dice Lukas con una sonrisa, haciendo que las bragas de la chica se empapen.
—¡Tan bella mi madrina! —pronuncia sonriendo de medio lado—. No es tonta, sabe que eso debió ser idea de su abuela. La que conoce sus sentimientos por Lukas Scott Martín; él es el hombre del que está enamorada desde niña. Lo conoció a los 12 años, cuando llegó a vivir junto a su abuela después del aparatoso accidente en el que murieron sus padres. Ya que su abuelita era la asistente personal de una de las tías del guapo piloto, quien por el cariño a esta adoptó a Sarah como una de sus sobrinas y ahijada—. Por favor, llámame, Sarah.
—Está bien, permíteme ayudarte con las maletas —ella asiente, mientras suspira, él no le hace las cosas fáciles—. Ven, sígueme, viajaremos en un vuelo especial que programé.
—Muchas gracias, no debiste molestarte, hubiese podido viajar en un vuelo comercial.
—Soy un caballero ante todo… Si está en mis manos poder ayudar a una vieja amiga a la cual mis padres consideran parte de la familia, no dudaré en hacerlo.
—A ellos también los considero mi familia.
—¿Por eso, durante los últimos cinco años los has abandonado? —pregunta Lukas, sorprendiéndola, nunca pensó que echara de menos su presencia.
—Sé que no tengo excusa —menciona algo tímida, como decirle que él es el causante de su lejanía. No podía verlo al lado de otra mujer, sin sentir que moría lentamente, por no ser la afortunada de estar en sus brazos.
—No te afanes, lo importante ahora es que no te vuelvas a alejar. Mi hermana te echa de menos, al igual que el resto de la familia.
—¡Y tú! —murmura para sí, siendo escuchada.
—También eres como una de mis primas —esas palabras son la confirmación de que él nunca la verá de la misma forma en que ella lo ve.
Llegó el momento de abordar el avión y Sarah se ha mantenido callada, sus respuestas son monosílabos.
Lukas solo piensa que no es del agrado de la chica. Echa un vistazo hacia los años anteriores y, la mayor parte del tiempo, Sarah lo evadió o solo lo ignoró.
Al subir las escaleras del avión, donde ella va adelante, él no deja de observar el meneo de sus caderas, no puede evitar perderse en su movimiento y sentir el deseo de tocar ese hermoso y endurecido trasero que provoca el despertar de su entrepierna con sus movimientos.
Lukas se despide, ya que va a la cabina para hacer parte del equipo de vuelo. Serán 16 horas, por lo tanto, le aconseja dormir.
... Mientras en Uruguay
Patricio se siente satisfecho, Batichica aceptó escribir para él, solo le solicitó tiempo para finalizar la novela que tiene en emisión, dentro de la plataforma digital CURANDO EL ALMA, la cual forma parte de la saga de UN JEFE PERVERTIDO. «Le dejó claro que no le gusta que se burlen de ella, por muy bonitos y riquillos que sean, si esa es su intención, le romperá las pelotas». Por su parte, le aseguro que firmarán un contrato que su asistente le llevará mañana, al igual que habrá un anticipo, ya que es hombre de negocios y no juega con las personas. Desea contar con ella dentro de su equipo de escritoras.
...
—¿Pero por qué?…