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El sonoro canto de los pájaros, en conjunto de las hojas rojizas cayendo al sedimento, y las nubes teñidas de color naranja, dan aviso a toda Monterrica sobre la llegada de un hermosísimo otoño en el Reino de Diamante.

Esta temporada, en todo Ámper siempre es bien recibida. Debido a la creencia que se tiene sobre las Hermanas Celestiales; quienes de acuerdo a las leyendas, llegan a brindarnos buena dicha antes del Nattalicio.

Bajo está idea, se suelen inaugurar ocho días de goce en el reinado. Donde al tercer y cuarto dia, el rey permite la entrada a todo aquel que quiera disfrutar de la gran ceremonia.

Se dice que en estas celebraciones, es muy común ver a conejillos robando todo el sembradío de los hacendados. Esto con el propósito de juntar el suficiente alimento para la gélida hibernación que se aproxima. La cual en ocasiones, llega a ser extremadamente fría y arrolladora para quien no esté preparado.

Esto es bien sabido por todos los agricultores del reino, quienes bajo la responsabilidad de proporcionar un sustento al mismo, tienden a priorizar por sobre todas las cosas, la supervivencia de todo aquel que resida en sus tierras. Fungiendo así como los defensores, y a menudo exterminadores de la "plaga" en sus dominios.

Esta actividad tiene como objetivo el obtener la mejor cosecha de arándanos y zarzamoras. Una siembra que en estos tiempos, llega a ser sumamente solicitada por los cocineros del castillo para la elaboración de enormes banquetes en el palacio. Los cuales terminan por ser degustados por el rey y sus allegados hasta el amanecer del sexto día.

Esta fecha en específico significa demasiado para los implicados, puesto que resalta el final de un periodo y el nacimiento de otro en la monarquía Ampérle. Sin en cambio, el mismo tambien produce un sentimiento de melancolía en una tierna señorita a las afueras del reinado. Justamente en un pueblo abandonado por el rey. Sitio en donde a manera de recuerdos, conmemora con suma tristeza, los muchos momentos que compartió al lado de sus hermanos.

Dicha jovencita es Madd. Una docente de apenas veinte años que reside en un pueblo llamado Mape. Un condado lleno de paz y armonía como ningún otro en los cuatro reinos.

A simple vista, parece ser una muchachita de aspecto aniñado, con un carisma y humildad casi tan marcados como el rubor de sus mejillas. Que en conjunto con su carácter educado y bondadoso, no hacen más que resaltar la pureza hallada en su interior. Una que se proyecta al mundo en forma de una bella doncella de cabellos castaños, y piel blanquecina como un melocotón.

No obstante debajo de esas apariencias, tan sólo se esconde la imagen de una pequeña niña indefensa que vive con un constante miedo al abandono. Un temor generado por la soledad en la que las circunstancias tristemente le han dejado, y que para su desgracia, tienden a empeorar en estas fechas por la ausencia de aquellos a quien algún dia juró esperar. Y a quienes aún espera en medio de un comedor con una tarta de Arándanos en el centro.

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[The Long And Winding Road.]

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Esta situación en la que se encuentra la pobre chica no es para nada nueva. Casi que todos lo días le toca desayunar en completa soledad, a merced de lo que su entorno andrajoso y a punto del colapso le ofrece; una vivienda cuyo único valor yace en la determinación y la esperanza de convertirse en algo mejor. Algo que al final del día pueda tener una razón para continuar siendo y existiendo.

Por esta misma razón es por la cual ella busca un refugio dando clases en la biblioteca del poblado. Tal vez con la intención de desahogar todo el martirio que conyeva vivir en un lugar en donde al retornar nadie note su presencia. Pasando así de un sitio deprimente, a un espacio en donde la gran mayoría del tiempo recibe por parte de sus alumnos, detalles como golocinas de frambuesa, brochetas de zarzamoras, y hasta incluso panecillos de canela. Obsequios que más que llenar a su estómago, llegan a saciar a su corazón.

A menudo ella suele enseñarles la historia de este bello pueblo con cuentos propios de la región, tales como el de La Doncella en Apuros; un relato que nos muestra la vida y muerte de la princesa Arán; o también el famoso libro titulado Cartas a mi Pastelero; una serie de escritos hechos por Molly Jones para su amado Desmond Stuard; dos pueblerinos que fueron pilares en la creación de esta villa.

De esta manera es como ella logra lidiar con el aislarmiento impuesto por las eventualidades del destino, luchando a capa y espada para liberarse de ese aprisionamiento, sin perder la esperanza de reencontrarse con aquellos a quienes más ama; sus hermanos.

De hecho, el motivo que la impuslo a hornear un delicioso pastel de Arándanos fue basado en un presentimiento que tuvo al despertar, el cual la incentivo a preparar un festín lleno de obras gastronómicas al más puro gusto de sus posibles invitados. Quienes de acuerdo al optimismo de esta ferviente creyente, la estarán esperando en medio de la mesa al caer la noche.

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°°°°°°°°°°°°° •𝐿𝑎𝑑𝑦 𝑀𝑎𝑑𝑜𝑛𝑛𝑎• °°°°°°°°°°°°°