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Chapter 2 - Capítulo II: Una pizca de amor

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La luz que desprenden sus ojos color avellana al ella demostrar un cierto grado de ilusiones genuinas, nos brinda una ligera chispa de la aptitud optimista yacente en su mirada. Una que mientras más permanece fija al majestuoso pastel azulado, más euforia ocasiona en el interior de la joven educadora. Misma que a través de una sonrisa inspiradora, y unas enternecedoras palabras de aliento, nos expresa a testimonio de sus veinte velas el único deseo que tiene en la vida;

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-- Tráelos de vuelta a casa, por favor. --

- Madd

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Estas dulces palabras nacidas de un inocente suspiro, nos hacen resignificar completamente el contexto en el hayamos a la tierna señorita, dándole así un aire esperanzador a la triste y desdichada situación que atentaba con los principios de la joven educadora. Mismos que le llevaban suplicando durante meses el poder situarse sobre una estructura firme, imperturbable, y por sobre todo, llena de motivos para continuar creyendo en la idea de un nuevo amanecer.

Ya en este punto es innegable no poder sentir calidez. Tal vez el ambiente inaugurado por los tres soles es el responsable de dicha aura ostentosa que choca por los ventanales y se dirige hacia los interiores de la morada. O tal vez sólo sea un delirio mío, y el verdadero motivo que nos produce tal sentimiento se encuentra en el precioso overol azulado que porta en estos momentos la joven tutora, que en conjunto con su camisa de bordados pigmentados con una tonalidad blanquecina, resaltan el ya nombrado destello de fogocidad.

El hecho de lucir aquel lindo vestido se debe a la rutina diaria en la que inconscientemente está cautiva. Una que aunque parezca simple, infringe un gran esfuerzo en la tierna jovencita. Quien a fin de querer mostrar una imagen pulcra, elegante, a la par de atrayente, llega a tardarse varios minutos en escoger las tonalidades perfectas para el susodicho momento. Teniendo que elegir entre un verde agua, un azul marino, y el que ahora viste; un tinte celeste como la serenidad naciente en su corazón.

Con todo esto en teoría pareciera ser que ya todo está listo para que dentro de nada, ella salga a relucir cada milímetro de su belleza natural ante los lugareños. Sin embargo, aun con eso hay algo que a palabras suyas todavía hace falta en implementar.

No es algún adorno en su vestimenta, ni mucho menos algún decorado en su terso rostro. Es una carta que a vista de cualquiera pareciera ser tan sólo un insípido trozo de papel, pero que para ella es una manera de hacer llegar un mensaje afectuoso hacia sus queridos hermanos.

Con esta idea fue como a voluntad de una enternecedora pero siempre decidida determinación, la señorita de aromas extravagantes tomó una pequeña nota de entre sus bolsillos, y con una pluma escribió unas breves palabras salidas desde lo más profundo de su ser;

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"Adoradas criaturas de la noche. Espero que en este mi día se dignen en postrarse en sus aposentos para deleitar en compañía de su dulce hermana, esta apetitosa tarta de arándanos que he preparado para la ocasión.

Tal vez no sea la más elaborada, pero les aseguro que tiene su ingrediente favorito; crema de frambuesa y muchísimo amor."

"Enserio espero que cuando regrese estén sentados en el comedor sirviendo el pastel. No sabría que hacer si no fuera el caso.

Bueno, sin más que decir me despido por ahora."

- Les manda muchísimos besos su querida hermana, Madd...

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Al término de aquel escrito y ya con sólo un propósito a cumplir, fue como ella se preparó para dirigirse a su trabajo en la biblioteca. Dejando atrás suya una remarcada estela de ilusión para embarcarse a su amada profesión. Sitio en donde ya varios críos la esperaban con ansias de aprender otra historia nueva por parte de su siempre confiable profesora.

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[Come And Get Your Love]

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El sendero que suele tomar la dulce señorita a menudo llega a estar plagado de habladurías hacia su persona. Algunas suelen ser positivas; remarcando la dicha que representa el poder volver a verla entre las amplias veredas del poblado; pero otras desgraciadamente tienden a resaltar algún que otro aspecto negativo de la tierna muchachita. Tales como;

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-- Mírenla como luce el mismo atuendo de la semana pasada. --

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-- No puedo creer que esa enana sea la que imparte clases a nuestros retoños. --

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-- Siempre tan adornada. ¿Acaso no sabe que más ponerse?. --

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Estos murmullos creados desde el desconocimiento y la envidia son el pan de cada día para la dulce señorita, quien tras vivir repetidamente este trato injusto por varios lugareños, se las supo ingeniar para contrarrestar de manera sublime cada uno de los prejuicios infundados hacia ella. Tratando así a todos de la misma forma racional y afectuosa en la que le gustaría ser tratada. Ya sea con convivencias genuinas, o ayuda sin ánimo de lucro a los más necesitados de este bellísimo condado. Trabajando aveces de la mano de obreros, humildes campesinos, y algún que otro charlatán que solicite su apoyo.

Gracias a estos gestos fue como ella terminó por ganarse el cálido aprecio de la gran mayoría de los residentes, logrando así difuminar todo rastro de aquella imagen alterada por un porcentaje mínimo del pueblo de Mape.

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°°°°°°°°°°°°° •𝐿𝑎𝑑𝑦 𝑀𝑎𝑑𝑜𝑛𝑛𝑎• °°°°°°°°°°°°°